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lunes, 5 mayo, 2025
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Columna de opinión

A propósito de licitaciones de infraestructuras, de golazos y de vidas

"Ante el resultado catastrófico en la manutención del Hospital Regional, ¿el Estado de Chile, a través el otorgamiento de una licitación en nuestra región, debe premiar al holding Sacyr permitiéndole estar a cargo de otra infraestructura decisiva para el crecimiento de Antofagasta como lo será la nueva planta de tratamiento de aguas servidas?", Cristian Zamorano, doctor en Ciencias Políticas

Definitivamente, en esta región, no hay licitaciones que no llamen la atención. La semana pasada subrayábamos lo interpelativo del llamado a concurso, por más de 410 millones de pesos, protagonizado por el Gobierno Regional, que tiene a su cabeza Ricardo Diaz, para la redacción de la Estrategia Regional de Desarrollo. Sucede algo similar, pero por otras razones, con el proceso de licitación, que culmina este lunes 5 de mayo, para la nueva planta de tratamiento de aguas servidas en Antofagasta (también conocidas como aguas residuales, es decir no potables). Dicha iniciativa que debería iniciar a concretarse durante el curso de este año, y que cuenta con una inversión proyectada de US$270 millones, busca construir una planta para el reúso y comercialización de ese tipo de aguas.

La licitación se realiza, legalmente, bajo un modelo de negocios aprobado por el Directorio de la Empresa Concesionaria de Servicios Sanitarios, ECONSSA CHILE S.A., una sociedad anónima propiedad del Estado de Chile, cuya misión es controlar y administrar los contratos de transferencia del derecho de explotación de las concesiones sanitarias (CTDECS), en 9 regiones del país, incluyendo la región de Antofagasta.

Ahora, en lo que concierne nuestra localidad, es importante fijarse en los detalle de dicha licitación. En los hechos, la planta de tratamiento se ubicará en el sector industrial del Salar del Carmen – La Negra. Se proyecta que esta tendrá una capacidad máxima de tratamiento de 900 L/s, lo que equivale a servir a una población de 405.233 personas. El plazo de concesión para este proyecto es de 35 años, es decir es de largo plazo. Por lo demás, el licitante que resulte ganador adquirirá el derecho de realizar el tratamiento para reúso y comercialización de una parte importante del volumen de las aguas servidas de Antofagasta durante ese período, lo que es potencialmente lucrativo. Mejor le irá al tejido empresarial de la región y más flujo económico habrá. Todo lo que precede nos indica que, a todas luces, estamos ante una licitación crucial, y lo menos que se esperaría es que se tomen en consideración los antecedentes de las empresas participantes, y justamente, es acá que encontramos algo de muy llamativo, para no decir preocupante.

Una de las empresas postulantes es la multinacional Sacyr. Quizás esto no lo interpele, pero solo me bastará proceder a un pequeño recordatorio, para que nos ofusquemos en conjunto. Todos sabemos que hoy, como ciudad, estamos en plena discusión acerca de la eventual revocación, debido a continuos incumplimientos, del contrato de concesión del Hospital Regional de Antofagasta. Esto, mediáticamente, ha sido un tema central, especialmente después de la inundación que obligó a suspender cirugías a diferentes usuarios y generó fuertes críticas al Gobierno y a la concesionaria española responsable, “Salud Siglo XXI”. Es útil saber que esta última es una empresa perteneciente al holding Sacyr, grupo global de concesiones y desarrollo de infraestructuras, ese mismo holding que participa en el proceso de licitación para la nueva planta de tratamiento de aguas servidas en Antofagasta mencionado más arriba. Ante el resultado catastrófico, que está ante nuestros ojos, de la instalación y manutención del Hospital de Antofagasta, ¿el Estado de Chile, a través el otorgamiento de una licitación en nuestra región, debe premiar al holding Sacyr permitiéndole estar a cargo de otra infraestructura decisiva para el crecimiento de Antofagasta?

ECONSSA Chile, en el marco del desarrollo de infraestructura sanitaria en la Región de Antofagasta, dio inicio a la licitación de esta concesión para el diseño, construcción y operación de una nueva planta de tratamiento de aguas servidas, cuyo objetivo principal será atender a la población urbana de la ciudad de Antofagasta. El propósito de este proyecto es tratar las aguas servidas para que puedan ser utilizadas como insumo por las industrias y mineras de la zona. Es decir, es un proyecto fundamental para el desarrollo de la actividad industrial de la ciudad y la región. Y por esa sencilla razón, es quizás pertinente ir algo más allá que de la simple aplicación de un formalismo.

Desde un punto de vista formal, puede que el “puntaje” obtenido por el grupo Sacyr le permita ganar la licitación suscitada, pero es importante subrayar que la falta de proactividad de ese holding en cuanto a la situación del hospital regional marca un antecedente que debería ser tomado en cuenta. Imperativamente. Acá, estamos hablando de una multinacional que cotiza en el Ibex 35, que representa el índice bursátil de referencia de la bolsa española conformado por los 35 valores con más liquidez que cotizan en las cuatro bolsas españolas. Es decir, si no hubo acción decisiva en lo que concierne el hospital regional, donde se salvan vidas humanas, no fue por un asunto de dinero, de falta de liquidez, sino por aplicación de principios corporativos, por un sello del mismo holding, que busca una maximización de sus beneficios en desmedre del otorgamiento de un servicio de calidad. ¿Por qué ese actuar cambiaría?  ¿Qué incitaría a aquello? Y si nos permitimos de tomar la problemática al revés, ¿ por qué el Estado de Chile, a través de una de sus regiones estratégicamente clave, otorgaría, sin ningún resguardo, la gestión de algo tan crucial a una empresa que ha demostrado muy poco a nivel local, sino un desdén manifiesto en lo que constituye su principal actividad en la región?

Lastimosamente, hace unos meses atrás, fue noticia la muerte de un joven trabajador en Mejillones, en una planta desalinizadora y aquello involucra -entre otras- a empresas como Cobra Instalaciones y Servicios, S.A., sociedad que perteneció hasta 2021, al Grupo ACS cuyo dueño es el famosísimo presidente de Real Madrid, Fiorentino Pérez, un inmenso holding que también colabora en varias oportunidades, como es el caso en la construcción de dos tramos de vías de tren entre Santiago y Melipilla, con… la multinacional Sacyr. A un momento dado, hay que seriamente parar de dejarse meter goles, porque esos golazos de unos pocos, significan, para otros, vidas. Para muchos otros. La mayoría, en realidad.

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