Un estudio elaborado por la Fundación Desierto de Atacama alertó sobre el estado de los geoglifos de Talabre, ubicados en la región de Antofagasta, tras una restauración financiada por Codelco, desarrollada en abril del 2019.
La investigación científica, publicada en la revista Rock Art Research, elaborada por Gonzalo Pimentel, Mariana Ugarte, Juan Gli, Javier Arévalo y Claudia Montero Poblete, da cuenta de una grave alteración a la morfología original de las figuras.
Alteraciones
“Tras la restauración, podemos observar en la figura central (motivo 1) que el gancho, que antes se mostraba en la parte inferior de su vestimenta, ha desaparecido y ahora está oculto bajo la falda. Sus dos brazos, que originalmente apuntaban hacia abajo, ahora apuntan hacia arriba, después de que su vara se interpretara como su antebrazo derecho y simplemente se añadiera el izquierdo”, explica la fundación.

En la misma línea, agrega que “la figura a su derecha (m3) también sufrió cambios figurativos respecto al diseño original. Su cabeza, originalmente cuadrada con una acumulación central, se expandió lateralmente para formar un rectángulo con una doble acumulación central, borrando en este gesto el apéndice vertical que se desprendía de su hombro derecho. En cuanto a la figura a su izquierda (m2), su cabeza circular fue finalmente borrada por completo. Así, las tres figuras antropomorfas de este panel sufrieron múltiples transformaciones durante el proceso de restauración”.
Por último, Desierto de Atacama declaró que “mientras solo su fachada es retocada y transformada, a su espalda, en la metáfora del futuro de los pueblos andinos, se revela un ambiente metalicamente pesado y contaminado: sin vida, lleno de muerte y amnesia del pasado”.











