“La gran mentira sintética”. Así titula el periodista deportivo Juan Cristóbal Guarello su columna de opinión respecto a la remodelación de la cancha del Estadio Regional Calvo y Bascuñán que anunció el alcalde Sacha Razmilic.
El jefe comunal comunicó que el proyecto, que aún debe pasar por el Concejo Municipal, permitiría cambiar el pasto a uno sintético de “estándar internacional”, similar al del Claro Arena, para que albergue tanto los partidos de Deportes Antofagasta como otros de rugby. Junto con ello, anunció mejoras en la pista de atletismo para que esté al nivel de la del Estadio Nacional.
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Sobre esto, Guarello comentó en su blog “La Hora de King Kong” que “bueno, les tengo varias malas noticias. Primero, no puede haber una pista de atletismo para el uso de competencias reglamentarias en la que los fosos de jabalina, martillo y disco estén sobre un piso sintético. No hay que ser muy vivo para entender que la caída de dichos implementos no se van a marcar de la manera correcta. No creo que la jabalina se clave en el piso realmente. Desde ya, el Calvo y Bascuñán queda fuera de cualquier torneo nacional sudamericano, iberoamericano y panamericano en todas las categorías. En definitiva, la pista será de adorno”.
“Pero vamos más allá. Si una Antofagasta más pobre, modesta y con mucho menos herramientas tecnológicas pudo sostener por décadas una dignísima cancha de pasto natural, por qué hoy con todas las ventajas se refugian en el facilismo del sintético. La respuesta es muy sencilla y sirve también para el admirado Claro Arena. Acá lo que menos importa es la práctica del deporte, en este caso el fútbol, siendo la prioridad los ‘eventos’”, complementó el periodista deportivo.
Agregó que con el pasto sintético el municipio ahorra en mantenimiento y puede programar “todos los recitales y chinganas sociales” que quiera, por lo que el estadio se transforma finalmente en un “multipropósito”, donde a su juicio, “la práctica profesional y competitiva de actividad física tiene que ponerse a la cola”.
Para Guarello, el único sintético que se justifica en Chile es el Chinquihue por el nivel de humedad del piso y las lluvias constantes, pero apuesta que prontamente el 70% u 80% de la liga chilena se jugará de esta forma, un punto que cuestiona. “¿Cuántas canchas artificiales tiene la Liga Argentina con sus treinta equipos? Ninguna. Bueno, ellos ganan todo y nosotros organizamos recitales. Después no se quejen”, apuntó.
