El gobierno anunció el ingreso del proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 14 semanas de gestación, iniciativa que para la mayoría de los parlamentarios locales no está en línea con las urgencias legislativas que la ciudadanía espera del Congreso. El cuerpo legal será recibido la próxima semana en la Cámara de Diputados y una de las primeras gestiones sería decidir por cuál comisión será revisado, texto que podría llegar a salud o constitución.
Sin embargo, para la mayoría de los parlamentarios de la región, el proyecto de aborto libre no es una prioridad. “Más bien es guiño, una señal a su propio sector, pero incluso una parte del propio oficialismo está contra de este proyecto”, manifestó la diputada Yovana Ahumada (PSC).
La presentación de esta iniciativa, agregó, demuestra un interés de enviar señales a un sector más que preocuparse de las cosas que preocupan urgentemente a la mayoría de los chilenos, como la seguridad, la salud, la educación y la vivienda, sin mencionar los problemas económicos.
“Son muchas cosas las que tenemos que hacer en conjunto, como modificaciones para articular la protección de la frontera de manera eficiente, colocar recursos para solucionar el capital humano que falta en las policías y hacer la diferencia respecto del riesgo que corren al cumplir funciones en determinados lugares. A nivel local tenemos dificultades en salud, en educación y en vivienda, se está cayendo Altos Covadonga, hay problemas en Altos de La Chimba. Las promesas de vivienda hasta hoy no se han cumplido”, cuestionó la legisladora.
La diputada mencionó que no observa ánimo en la Cámara para tramitar este tipo de proyectos y cree que el oficialismo tiene claro que no cuenta con los votos. También dijo que desde varios sectores del Congreso le han dicho al Ejecutivo que no hay ánimo para avanzar en esta discusión, porque es un debate largo en el que ni siquiera hay coincidencia ni acuerdos. “Ni siquiera parte con algunos puntos en consenso, la mayoría no estamos de acuerdo con esta propuesta de aborto libre y solo se pretende ocupar el tiempo y el espacio para un debate que no saldrá en este gobierno”, criticó.
“SIMPLEMENTE UN MANEJO POLÍTICO”
El diputado José Miguel Castro (RN) expuso que este proyecto no debió ser prioritario porque no está en las demandas inmediatas de la ciudadanía, a excepción de algún nicho específico del presidente en términos políticos.
El presidente de la Cámara puntualizó que si el gobierno coloca urgencia a la iniciativa significa que lo consideran una prioridad para el país y por lo tanto deberían legislar rápido. “En lo personal no puedo parar una urgencia del Ejecutivo, no me corresponde ni tengo las atribuciones, sin embargo, eso no quiere decir que mi voto estará a favor de esto”, adelantó
Cuestiones que sí deberían contar con urgencia, a juicio de Castro, son tipificar como un delito el ingreso clandestino al país para detener en algo la migración ilegal y también evaluar cambios en la ley de responsabilidad penal adolescente. Esto, añadió, porque existen casis de adolescentes de 16 o 17 años que cometen actos graves, abriendo un tema que es necesario empezar a conversar.
“(El proyecto de aborto) es una pésima señal, sobre todo si se quiere tratar un tema tan serio como este. Hay que dar tiempos para discusión y para hacerse de las ideas necesarias para votar. Creo que esto es simplemente un manejo político producto de que están en el último año y antes de la cuenta pública. Simplemente es un tema político más que un interés real de legislar”, cuestionó.
“UN SALUDO A LA BANDERA”
El diputado Jaime Araya (IND-PPD) manifestó que el aborto debe ser regulado de una manera distinta para reconocer que con o sin ley es una realidad social innegable del país. En ese sentido, señaló que “esto debió discutirse al principio del gobierno, como toda reforma importante, pero la arrogancia, miopía y torpeza de Jackson, Crispi y otros supeditó todo cambio relevante al fracasado proceso constitucional. Hoy el proyecto es un saludo a la bandera y es legítimo sospechar que hay una estrategia electoral, más que un compromiso genuino con cambiar estas reglas”. g
Si el gobierno debía presentar una tarea legislativa, indicó Araya, lo que habría esperado era una tramitación para fortalecer la Contraloría y así evitar que vuelvan a ocurrir casos como ProCultura o Democracia Viva. “Y para ello es imperativo que el ente fiscalizador pueda revisar constantemente las cuentas corrientes de todas las entidades públicas, gobiernos regionales, municipios, el Congreso, el Poder Judicial, Fiscalía, ministerios, servicios, policías, FFAA, y además poder sancionar directamente a los funcionarios públicos que infringen la ley”, propuso el diputado.
“LO PEOR ES NEGARSE A LA DISCUSIÓN”
Una evaluación distinta tuvo el senador Esteban Velásquez (FRVS), quien indicó que los temas que un gobierno tiene en su programa de trabajo y que presentó en su campaña, mientras esté gobernando, cuenta con la posibilidad de presentarlos como proyectos y que se den las discusiones como ocurre en los países desarrollados.
“Indudablemente es un proyecto que requiere bastante tiempo de discusión, porque es complejo y sensible. Tenemos aprobada una ley de aborto bajo tres causales, pero esta iniciativa entrega otros argumentos y para ello debe fomentarse la mayor participación posible. Se necesita mucho diálogo, si es necesario plebiscitar hay que hacerlo, porque lo peor que puede pasar es negarse a la discusión. En un país que pretende mejorar los espacios de discusión, lo mejor es el diálogo”, declaró Velásquez.