Con perseverancia, tolerancia, compromiso, voluntad, trabajo en terreno y acciones concretas en la línea de la seguridad es que como Fundación Antofa Segura, podemos hablar con propiedad de la realidad que vivimos los vecinos de la comuna de Antofagasta, cuando de delincuencia e inseguridad se trata. Sin ir más lejos, nuestro sentir, lo respalda el estudio barómetro 2017 donde expresa que “la delincuencia se perfila como uno de los grandes problemas que preocupa a los habitantes de Antofagasta.”
Por lo anterior y considerando que hace unas semanas asumió un nuevo gobierno, que dentro de sus prioridades está hacer retroceder la delincuencia, para devolver la seguridad a los habitantes de nuestro país. Lo que es muy fácil de decir, lo complejo está en que las nuevas autoridades locales no sólo se queden en el discurso, sino que sean capaces de transformarlo en acciones concretas, donde el foco esté puesto en bajar la sensación de inseguridad con la que lamentablemente se vive en nuestra perla del norte.
Para lograrlo, estamos seguros se necesita convocar para trabajar en equipo, a todos quienes estamos realmente comprometidos con la seguridad. Puede parecer redundante, pero la delincuencia es una problemática social, que no discrimina a nadie, por lo mismo es fundamental, que los colores políticos, la religión, etnias, etc. queden de lado para que podamos avanzar y tal cual nos propusimos desde la Fundación Antofa Segura, podamos quitarle terreno a la delincuencia unidos y organizados.
Los tiempos están cambiando, los vecinos están empoderados y llevando a la práctica nuestro mensaje, sembrado la unión y organización vecinal a través de Campañas como “Yo Cuido la Casa de Mi Vecino”, “Alarmas Comunitarias”, “Silbatos por la Seguridad”, entre otras. Todo esto, apuntando a un solo objetivo; cosechar los frutos de estas pequeñas semillas, que se constituirán en barrios seguros, vecinos trabajando de manera solidaria, logrando progresar y confiando entre ellos, gracias al alto compromiso que estas acciones conllevan.
Sabemos que esto no se logra solo con nuestra buena voluntad, compromiso real, trabajo en terreno, ideas, estrategias e innovación, sino que además se requieren de las facultades y recursos con los que cuentan las autoridades.
Como representantes de la sociedad civil, nos debemos a los vecinos, al igual que las nuevas autoridades y todas las pasadas, a las que reconocemos los avances y buenas iniciativas realizadas; sin embargo, y como siempre sin ninguna duda, golpeáremos con fuerza la mesa las veces que sean necesarias, si notamos que retrocedemos o que nuestra seguridad se está postergando.
