El oficialismo compuesto por las coaliciones Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático ya cuenta con tres nombres que manifestaron su disposición para competir por el municipio de Antofagasta. Al concejal Camilo Kong (CS) y el exalcalde Wilson Díaz (PS), la semana pasada se sumó Pablo Iriarte (PC), seremi de Gobierno quien renunció a su cargo explicando que iniciará un proyecto junto a su partido para cambiar el rumbo de la actual administración de la comuna.

Las elecciones del 27 de octubre del 2024 marcarán el primer desafío oficialista por cargos públicos. Los comicios ocurrirán después de las derrotas sufridas en el plebiscito de salida, que rechazó la propuesta de Constitución redactada por una mayoría de izquierda y, la elección de consejeros en la que el Partido Republicano y la derecha se impusieron consiguiendo dos tercios y tres quintos para votar las enmiendas. En este escenario también se pondera la baja aprobación presidencial, la división que ciertos temas marcan entre las coaliciones de gobierno y a nivel local, el hecho de que hasta el momento no hay nombres que representen una amenaza a la reelección del alcalde Jonathan Velásquez.

Predecir si el oficialismo tiene opciones de conseguir uno de los diez municipios más grandes del país es complejo debido al tiempo que falta para las elecciones, dijo la doctora en Ciencias Políticas, Francis Espinoza. “Pues como dice la politóloga inglesa Margareth MacMillan, en política todo es contingencia. Sin embargo, si uno analiza un breve histórico de voluntades de votos en las elecciones municipales, los partidos tradicionales no están en la ‘picture’ o en el paquete de atributos (mindset) del o la votante de la zona”, explicó. En Antofagasta se tiende a votar por aquellas candidaturas que se presentan fuera del sistema político, advirtió y, si a esto se suma la mala valoración del gobierno central, Espinoza cree que las posibilidades de triunfo son escasas.

Entre Kong, Díaz e Iriarte, la académica de la UCN no observa un candidato tan fuerte más allá de partidos políticos y simpatizantes por cada uno de ellos. “Camilo Kong todavía está en la plataforma municipal para mostrar logros en su gestión como concejal. Tanto Iriarte y Díaz ya no están en la opinión pública como parte de funciones públicas, por ende, ya no están en los medios y de seguro un poco más en las redes sociales. En el caso de Iriarte, a partir de su renuncia al cargo de seremi de Gobierno, desaparece de las conversaciones públicas y por ello no está en la mente de la ciudadanía”, señaló.

La doctora sostuvo que, además, estos tres candidatos no tienen una territorialidad real y visible, así que casi no existen políticamente en el mindset de la comunidad, a diferencia del actual edil Jonathan Velásquez, quien sí tiene la plataforma municipal para su candidatura, recordando que cuando era candidato fue un hombre mediático.

“Si analizamos la valoración del actual gobierno, Kong tiene pocas posibilidades, tal vez con más know how Iriarte y Díaz que podrían revertir una imagen desconocida con más territorialidad más allá de sus zonas políticas de confort. A todos los candidatos les falta territorialidad real visible, y la gente tampoco se ‘come’ las visitas propagandísticas. A favor, los tres tienen experiencia en la burocracia estatal e incluso municipal, y ese know how pudiese ser parte de sus propagandas políticas”, visualizó Francis Espinoza.

Figuras individuales más que partidos

Cristian Zamorano, doctor en Ciencias Políticas, dijo que más que opciones del oficialismo, lo que ve son opciones de candidatos, porque los partidos políticos ya no son marcas que ayudan a ganar elecciones, sino que las personalidades que nacen en un partido son las que pueden ser victoriosas. “Evelyn Matthei no es la UDI, Camila Vallejo, si bien es PC, es Camila Vallejo, Pablo Iriarte quien no esconde su origen político, es el arquitecto que llegó tercero en la última elección y que tiene chances plausibles de ganar, es el único de la izquierda, del gobierno con posibilidades reales de competir”, indicó.

El analista expresó que el trabajo en el territorio del que hablan algunos candidatos es un problema de la izquierda que tiene una dificultad de fondo, el desapego del voto popular. Esto, porque al hablar tanto del “facho pobre” terminaron alejándose de los sectores más vulnerables, transformándose en una cuestión de identidad más que algo electoral. “Ya no llegan como antes a los sectores de bajos recursos. ¿Hoy el Partido Socialista podría llamarse Partido Socialista Obrero? No lo creo, porque ahora es clase media. El Partido Comunista tampoco supo crecer y ahí entró el PDG, Republicano y los populistas”, subrayó.

Para Zamorano, el candidato más fuerte es Pablo Iriarte, porque está muy presente en los medios y no se involucró en peleas, como si ocurrió con Camilo Kong, quien a veces estaba con el alcalde, en otras ocasiones no, lo que desdibuja un poco su imagen. “En cambio, Iriarte hace casi dos años se mantiene activo mediáticamente, tiene detrás la disciplina del PC y luego del viaje de Camila Vallejo a China, aparentemente el partido está en un cambio de discurso donde hasta puede alabar el capitalismo en algunos aspectos. Iriarte participa en esta generación nueva del PC y es el más fuerte del oficialismo. Wilson Díaz primero tiene que resolver lo que pasa en su partido, donde la persona fuerte es Andrea Merino, quien está preocupada de asegurar la candidatura de Ricardo Díaz”, apuntó.

Y en este contexto, la gran desventaja que identifica para una candidatura de Iriarte es que existe un anticomunismo cultural que con en el ambiente actual del país podría incrementarse. “Pero hay que recordar que Antofagasta tuvo un alcalde comunista, German Miric y Marx decía que la historia no se repite, sino que tartamudea. Miric fue alcalde para el Golpe de Estado, así que lo simbólico será fuerte. Como ventaja está el auge de China y más que el viaje del Presidente, diría que fue el viaje de Camila Vallejo a China, porque hubo un cambio de discurso en su regreso a Chile. Todo eso me hace pensar que el consulado chino en Iquique, los diferentes empresarios chinos que llegarán sabrán que habrá un candidato comunista en la próxima elección en la capital minera del mundo. Hay razones que dan fuerza a su campaña, no estará solo, no es una candidatura ligera, tendrá mucho más peso que Camilo Kong y Wilson Díaz”, analizó Zamorano.

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