La mercadería llega diariamente en vehículos o se arriendan bodegas en el centro para guardar los productos que, en suma, apuntan a inversiones considerables. “No estamos hablando de personas en extrema necesidad, sino de mucho dinero que está comercializándose”, manifestó el presidente de la Cámara de Comercio de Antofagasta (CCA), Antonio Sánchez. El dirigente ha sido crítico con el rol de las diferentes autoridades por el aumento que durante las últimas semanas experimentó la presencia de los ambulantes en el casco central de la comuna.
Parte de sus cuestionamientos tienen que ver con los operativos realizados por el municipio, lo que según su visión no sirvieron para reducir la cantidad de vendedores, junto con los organismos encargados de fiscalizar, los que acuden a locales establecidos sin aplicar sanciones a quienes no poseen ninguna autorización en la calle. Llegados a este punto, Sánchez sostuvo que “la solución de mediano y largo plazo pasa por establecer un lugar donde los ambulantes se instalen”, imitando una experiencia privada que ocurre ahora en el sector norte de la ciudad. También reconoce que algunos locatarios del centro extendieron sus negocios a la vía pública debido a este problema, sin embargo, asegura que no son “más de dos o tres” y que incluso, un comerciante que paga por tener mesas afuera de su tienda recibió amenazas para que no se instalara en el lugar.
¿Cuál es la situación actual del comercio ambulante en el centro?
- Cada día peor, está llegando más gente informal e incluso en sectores donde había una fila, ahora hay dos, dejando poco menos de un metro para que las personas transiten. Está más estrecho y ahora que están alertando sobre la nueva cepa de covid, es imposible realizar un distanciamiento en el centro con la cantidad de personas que ocupan las vías con mesas, cajas y toldos. Ya no es solamente Matta, porque como está totalmente ocupada, la doble vía de ilegales también se extiende a calle Maipú, Ossa, algunos tramos de Latorre o Condell.
Se denuncia que encontrar personas con extrema necesidad que requieran el comercio ambulante para vivir es difícil, que resulta más común ver puestos elaborados, con líneas completas de productos.
- Las mercaderías llegan en vehículos otros las guardan en propiedades o locales que estaban cerrados en el centro y que ahora los arriendan para usarlos como bodegas y trabajar en la calle. Lo mismo sucede con todos los puestos que construyó la municipalidad en la parte superior de la Plaza Sotomayor, que son utilizados como bodegas y no tienen la función para lo que fueron creados. Esto refleja que existen altos ingresos y una organización que mueve millones de pesos en mercadería, algo que puede apreciarse a simple vista por el capital que tiene cada puesto. No estamos hablando de personas en extrema necesidad, sino de mucho dinero que está comercializándose, recursos que el fisco deja de percibir.
¿Está al tanto de locatarios establecidos del centro aprovecharon de extender sus negocios hacia la calle?
- Hay algunos, son pocos, porque incluso han sido amenazados. Esto, en vista de que el comercio en la calle les obstruye el ingreso a sus locales, optaron por colocarse en la vía pública frente a sus propios negocios, aunque no hablamos de más de dos o tres. Tenemos el caso de un locatario de una fuente de soda que paga por el espacio que está afuera de su negocio y en un momento lo amenazaron para que no colocara las mesas y sillas. Finalmente tuvo que imponerse por la fuerza ante las personas que lo amenazaban para que dejara el lugar.
Operativos municipales
¿Sirvieron los operativos que durante las últimas semanas realizó el municipio?
- Los operativos no sirvieron para reducir la cantidad de comercio ambulante, porque la actividad aumentó. Los espacios de calle Matta, entre Prat y Baquedano donde sacaron los toldos, al día siguiente ya estaban completamente ocupados. Ahora se ven menos carros de supermercado, pero de una u otra manera la gente lleva las mercaderías a los puestos.
¿Nota algún impacto por estos operativos?
- No lo hay porque sigue aumentando el comercio ambulante. Algunos tienen permisos ara otros sectores de la ciudad, pero se ubican en el centro.
¿Qué le parece la acción del alcalde que de madrugada intentó ordenar calle Matta, pero aquello terminó con un ataque al municipio?
- No tuvo ningún efecto práctico, porque ni siquiera disminuyó la cantidad de ambulantes. Al contrario, aumentó, porque vieron que ese operativo no tuvo ninguna efectividad y ha llegado más gente porque saben que no hay forma de controlar el tema y ante eso, cualquiera se instala.
La municipalidad está realizando algunas acciones, pero ¿cómo ve el rol de la Delegación Presidencial, que tiene facultad con las policías?
- Quien es responsable de la ciudad es el municipio, debe organizar y ser la cabeza para coordinar acciones con los servicios públicos y si alguno de ellos no le responde, están los medios para que esa obligación se cumpla. Si alguna institución no está cooperando, el alcalde tiene la facultad para denunciar eso a otra instancia, como la Contraloría. Pero quien es responsable de comuna, para bien y para mal, es el alcalde.
Hay servicios públicos que en esta fecha comienzan a realizar tareas de fiscalización propias de su área, controlando a locatarios establecidos existiendo esta delicada situación en el centro de Antofagasta. ¿Qué puede comentar sobre eso?
- Es entendible que los organismos públicos cumplan con su labor de fiscalización y hace algunos días se ordenó el cierre de un local por emisión de ruidos molestos. En la vía pública tenemos personas con parlantes, colocando música a un alto volumen y nadie fiscaliza. El comerciante establecido que no cumple con el ordenamiento debe ser sancionado, pero se siente doblemente injusto cuando se aplican multas a los locales con patente y no se hace nada con aquellos que cometen las mismas infracciones de manera ilegal en la vía pública.
Como ejemplo, se ha controlado al comercio establecido con la venta de luces navideñas, para asegurar que tengan la certificación SEC. Pero como Cámara de Comercio denunciamos que se venden cientos de luces navideñas sin certificados de la SEC y entonces, dónde está la superintendencia que no fiscaliza esa situación. O la Seremi de Salud que sanciona y clausura locales establecidos, pero todos los días se prepara y vende comida en la calle y personalmente constaté, que sacan productos vencidos de la basura de los supermercados para luego venderlos. Resulta desconsolador ver que la autoridad actúa con firmeza contra el comercio establecido, sin embargo, no hace lo mismo con quienes no cumplen ninguna normativa.
En el Concejo Municipal se está trabajando la modificación de la ordenanza que prohíbe el comercio ambulante y la propuesta incluye sancionar a los compradores. ¿Qué resultados esperan de estos cambios?
- En el borrador que recibieron los concejales se incluyó una norma que sancionaba a quienes compran en el comercio ambulante y eso no va a solucionar el problema. El temor a la multa puede desincentivar la compra, aunque no resuelve ni agrava la situación. Pero lo grave que encontramos en ese documento es que elimina un artículo de la ordenanza del año 2004 que prohíbe el comercio en calle Matta y Prat, limitando el resto de las calles a solo diez por vereda. Ese artículo que es muy importante se elimina, entonces cuál es la intención verdadera de la propuesta de la alcaldía, incorporar la sanción a quienes compran, o eliminar las prohibiciones establecidas. Estas son las dudas que tenemos porque no tiene ninguna relación una cosa con la otra, porque si se intenta incorporar una sanción, que realicen una ordenanza nueva. Esto lo hizo la alcaldesa Karen Rojo el 2017, cuando una persona que limpiaba parabrisas mató a un conductor por una rencilla en una avenida. Ella hizo una nueva ordenanza que prohibió entregar permisos para limpiar parabrisas. Hoy puede hacerse lo mismo, una nueva norma para añadir una sanción, pero tenemos dudas de la intención que está detrás de eliminar la prohibición que tiene la actual ordenanza a que se instale el comercio en Matta, Prat y la limitante en el resto de las calles.
Según lo que conversa con otras cámaras de comercio, ¿cuáles son las experiencias que sirvieron en las diferentes regiones?
- Hace poco vimos que, en Santiago, donde el asunto es bastante álgido, para ordenar la arteria donde además hay un servicio público, la alcaldesa actuó con la fuerza pública como corresponde y llamó a que Carabineros permanezca de punto fijo en el lugar donde quiere evitarse la presencia de ambulantes. Junto con Santiago, nuestra ciudad es de los lugares donde la situación es más grave y lo hemos conversado con los presidentes de las cámaras de comercio del resto del país y todos tienen el mismo problema, pero ninguno con la gravedad del Barrio Meiggs y Antofagasta.
Este problema se arrastra desde diciembre del 2020, pero ahora ocurre de una manera más crítica. ¿Qué solución sería la ideal para resolver el conflicto?
- Todos me piden soluciones y yo no estoy sentado en el puesto de alcalde, presento el problema desde el punto de vista del comercio. La solución de mediano y largo plazo pasa por establecer un lugar donde los ambulantes se instalen. Se ha permitido tres o cuatro ferias para emprendedores en diversos puntos de la ciudad y eso mismo podría hacer el alcalde inmediatamente, definir un sitio para instalar a toda esta gente de forma rápida. Para el largo plazo debe construirse un lugar y entregar las condiciones para que las personas trabajen de forma digna, con un baño, áreas para comer y guardar su mercadería. En lo inmediato, determinar un sector para llevarlos a todos, tal como se han instalado ferias, como una privada en el sector norte y que es enorme, con personas que pagan todos sus permisos. Por qué un privado sí puede hacerlo y con éxito, porque quienes están ahí tienen buenas ventas, y no puede hacerlo el municipio.