La Compañía de Jesús enfrenta una nueva demanda civil -presentada en el 16° Juzgado Civil de Santiago- por el presunto caso de abuso sexual en el Colegio San Luis de Antofagasta que involucró al fallecido exsacerdote Leonel Ibacache.
Recordemos que luego de radicarse en Estados Unidos, el periodista y exalumno del establecimiento, Pablo Franzani volvió a Chile para denunciar el presunto abuso sexual que habría ocurrido cuando solo tenía 13 años, en los 80’. Según su relato, a pesar del reclamo que hizo junto a su familia al director del colegio, finalmente no se tomó ninguna acción.
La demanda presentada por el abogado Juan Pablo Hermosilla, publicada por Meganoticias, señala que la congregación católica no tomó “las medidas necesarias y exigibles para evitar”, de hecho, aclara que “infringieron su deber de cuidado al seleccionar a sus sacerdotes y docentes…”.
“Si estas medidas hubiesen sido tomadas a tiempo, (Franzani) no hubiese sido víctima de las graves vulneraciones en la esfera de la sexualidad”, agrega.
En el mismo documento, el abogado profundiza afirmando que “es posible constatar que la Compañia de Jesús se ha comportado como una verdadera asociación ilícita que alberga y protege en sus filas a pedófilos, por ser este caso unos de muchos que se han denunciado”.
Desde la Compañía de Jesús, en tanto, afirmaron al citado medio que colaborarán con los tribunales de justicia para el “esclarecimiento de la verdad” y que respetan “la decisión del Sr. Pablo Franzani de recurrir a los Tribunales de Justicia para que sean estos quienes investiguen los hechos y determinen eventuales responsabilidades, si las hubiera”.
Finalmente, el comunicado sobre la demanda en contra de los jesuitas remarca: «La orden jesuita, además de esconder estas situaciones de manera premeditada para cuidar su imagen pública, no las investigó ni tampoco apartó al sacerdote para evitar su contacto con niños y niñas y evitar nuevos abusos, a pesar de los sucesivos y desesperados reclamos y peticiones de madres y padres de dichos recintos educativos. Este hecho de encubrir y proteger a sacerdotes pedófilos es una constante histórica de parte de los Jesuitas».
