En estos días, hemos sido testigos de un juego comunicacional y manipulación de la agenda pública de manual. Como ya nos tiene acostumbrado este municipio, la presencia en medios es pilar fundamental del mandato de la alcaldesa Karen Rojo y varias acciones así lo demuestran, y el conflicto con Bolivia se puede visualizar como una de esas estrategias comunicacionales.
En momentos en que la mayoría de los medios locales comienza una serie de reportajes que entregan antecedentes sobre dos casos que tienen a la actual gestión por las cuerdas (el caso asesor y el caso cuñado), el equipo de la alcaldesa saca un “as bajo la manga”: un conflicto con Bolivia.
Esta vez, anuncia con bombos y platillos un acuerdo con Cochabamba, el que no estaba cerrado, pero que hábilmente publicitó en medios de comunicación locales.
La jugada fue magistral. De manual. Todos los medios, nacionales, locales e incluso bolivianos, hicieron eco de esta noticia, y repitiendo el modelo de campaña electoral 2016, la alcaldesa publica un video en Youtube acusando directamente a Evo Morales de impedir este acuerdo. En resumen: logra desviar la atención.
Logra desviar la atención de lo realmente importante: Antofagasta. Este tipo de artilugios comunicacionales, tapan ante la opinión pública lo deficiente de su gestión, que sin contar las investigaciones que se encuentran en fiscalía, tiene carencias importantes que resolver.
El retraso de las obras de “remodelación” del Paseo Matta. El eterno aplazamiento de “Chaqueta Blanca”, que por mala gestión ha tenido que pedir más de financiamiento del considerado en el proyecto original. El rechazo al proyecto de recuperación de La Chimba por la deficiente presentación de antecedentes ante los organismos pertinentes, déficit de áreas verdes, el grave problema del alumbrado público por la quiebra de la empresa encargada, por nombrar algunas, deberían tener al gobierno municipal de cabeza en busca de soluciones y no en conflictos internacionales estériles.
La alcaldesa prometió convertir a Antofagasta en una mejor ciudad para vivir, y la verdad es que hemos retrocedido en varios ámbitos, como para estar preocupados por un conflicto con Bolivia, el que no aporta a la mejora de la calidad de vida a todos los antofagastinos.
Con las problemáticas antes enumeradas, es tiempo de preocuparse de lo importante para la ciudad, que para la diplomacia y relaciones internacionales ya está el Estado chileno. Paremos con las cortinas de humo, que para humos ya tenemos bastante con el que afecta todos los días a los vecinos de La Chimba, y que lamentablemente aún no tienen solución.
