La erradicación de los comerciantes desde la Plaza Sotomayor, sigue causando dolor de cabeza a las autoridades del municipio de Antofagasta, quienes si bien han logrado sacar a una parte de ellos, el grueso sigue ocupando parte de ese típico lugar.
La solución no era tan fácil como se pensaba, y es por eso que iniciativas como el “Boulevard Maipú” no fueron suficientes para terminar con el asunto e incluso significaron un gran gasto y finalmente no dejaron satisfecho ni a los comerciantes ni a los ciudadanos.
En la búsqueda de opciones, aparece la propuesta realizada por el concejal Hugo Benítez en el último concejo, donde plantea la construcción de kioskos en todo el perímetro del centro de Antofagasta, concentrados en calles Prat y Matta a los cuales trasladar a los comerciantes que actualmente ocupan la Plaza Sotomayor.
Sin embargo, esta propuesta no se podría concretar debido a una ordenanza municipal que data del mandato de Daniel Adaro, donde se prohibe la instalación de comerciantes en calles céntricas de la comuna, en particular en calle Prat y en calle Matta. Recordar que fue precisamente durante la administración de Don Dani, que el centro de la ciudad se repletó de los denominados “carritos azules”, los cuales competían con los “carros plomos”.
En la campaña electoral de la exalcaldesa Hernando, los carros azules apoyaron al candidato oficialista, Gonzalo Dantagnan (DC) y los carros plomos a la actual diputada electa, resultando como ganadora esta última, los carros plomos se quedaron en las calles centrales y los carros azules fueron trasladados a una carpa en la Plaza Sotomayor.
Lo cierto es que la propuesta de instalar kioskos en el perimetro central de Antofagasta, no hace más que replicar el fallido intento del proyecto denominado “Boulevard Maipú”, donde se gastó más de un millón de dólares de arcas municipales en una iniciativa que finalmente no cumplió con lo prometido y dejó descontentos a los comerciantes supuestamente “beneficiados”.
El denominado Boulevard Maipú se ha convertido en un punto negro del centro, por cuanto los comerciantes que ocuparon los módulo, encontrándolos pequeños, los desarmaron y terminaron ocupando las veredas en torno a sus módulos, además los vecinos y comerciantes del sector han confirmado que se cumplió lo que se temía, el aumento de la delincuencia, por cuanto los módulos impiden la visión y permiten que ladrones actúen ocultos por esas instalaciones, que además impiden la visión desde las cámaras de televigilancia.
¿Se pretende, como lo propone el cocejal Benitez, construir un Boulevard 2.0, ahora ampliado a otras calles del centro?
¿Fracaso?
Detractores a la alcaldesa Karen Rojo, apuntan los dardos al actual jefe de Fomento Productivo de la Municipalidad, Antonio Sánchez, a quien señalan no ha sido capaz de solucionar el problema de los comerciantes ambulantes en el centro de la ciudad, una de las promesas de campaña de la actual alcaldesa.
A poco más de un año de la llegada de Rojo a la alcadía de Antofagasta, gran parte de los comerciantes de Plaza Sotomayor se mantienen en el mismo lugar, y no se ve en el horizonte algún proyecto concreto del municipio para la salida definitiva de estos desde ese céntrico lugar.
La situación de los comerciantes ambulantes es compleja. O continúan ocupando la Plaza Sotomayor o se accede a lo que propone el concejal Benitez o se radican a otro lugar en la ciudad.
Los comentarios respecto del comercio ambulante en el centro emitidos en el último concejo, obligaron a la propia alcaldesa a salir a terreno y observar lo que sucede con el comercio callejero en el centro. Extrañó ver en esa visita a terreno a Sebastián Quinzán, quien ya sabemos no tiene la calidad de funcionario municipal, sin embargo los comerciantes ambulantes del sector habrían informado que lo vieron dando instrucciones a los inspectores municipales y al propio Sánchez, sobre quienes debía mantenérseles los permisos y a quienes debía quitárselos, además de disponer donde debían instalarse los comerciantes ambulantes.
¿Quién finalmente solucionará el problema? Por ahora los comerciantes continúan ocupando parte importante de una plaza que se construyó para otros fines.
