Aunque los arriendos de viviendas nunca se detuvieron, ni en la época más cruda de la pandemia, las corredoras de propiedades explican que durante los últimos tres meses aumentó de forma considerable la demanda por alquileres en Antofagasta. Y cuando un inmueble está disponible, solo tarda un par días para que salga del mercado y las solicitudes en este sentido se acumulan. Desde el sector detallaron que las complicaciones para obtener un crédito hipotecario, como un mayor pie, una tasa más alta, la reducción del plazo para cancelarlo y la exigencia de una renta que justifique el riesgo en el escenario actual, dejan como única alternativa el arrendamiento. Además, las empresas señalaron que el mismo camino observan en muchos profesionales jóvenes que están llegando a la ciudad y que antes veían la compra de una vivienda como una alternativa de inversión.

La tasa de interés de los créditos hipotecarios subió en noviembre, cuando llegó al 3,9% y así Chile dejó de ubicarse entre los países que registraba un bajo índice en este apartado. En el último Informe de Política Monetaria del año, el consejo del Banco Central estimó que los riesgos en torno al escenario actual son relevantes, “dado el deterioro del mercado de capitales local y la persistente incertidumbre. Esto ha provocado alzas significativas de las tasas de interés de largo plazo y un menor apetito por activos financieros chilenos, lo que no ha permitido un ajuste de la economía como en episodios pasados (…) El aumento de las tasas largas ha repercutido en la pérdida de valor de los fondos de pensiones más conservadores, en continuos rescates de los fondos mutuos tipo 3 y en el alza del costo de los créditos hipotecarios y de otros instrumentos de financiamiento de largo plazo”.

Max Letelier, gerente general de Stanka Propiedades, manifestó que experimentaron un frenazo en la venta de viviendas debido a que es más complejo conseguir un crédito en los bancos, disminuyeron los plazos, las tasas son más altas y se requiere demostrar una mayor renta. “Hoy no es fácil acceder a un crédito y eso ha repercutido en que la gente se enfoca más en los arriendos. Tenemos movimiento, nosotros y varios de los colegas que trabajan en esto prácticamente no cuentan casas ni departamentos para arrendar, son pocas las personas que están comprando”, dijo.

Letelier recordó que en el inicio de la pandemia hubo una variación con los plazos y las tasas, aunque después los bancos se relajaron un poco en otorgar créditos a quienes cumplían con los requisitos en plazos más razonables. Sin embargo, señaló que las actuales condiciones dejaron afuera a muchas personas, porque las expectativas de cuotas para comprar “se fueron al cielo”, y en ese contexto lo más factible es optar por un arriendo y esperar cambios a la baja.

“Si me preguntan hoy, con suerte tengo dos o tres departamentos y hay una fila de personas esperando por llevárselos. Es la opción más segura, con un menor compromiso en el largo plazo, ya que los clientes no tienen claridad en las expectativas de trabajo o lo que pasará en el país. Antes venían profesionales a trabajar y si era a mediano o largo plazo, preferían comprar, ya que luego se transformaba en una alternativa de inversión. Pero ahora la gente está buscando arriendo, son pocos los que pueden comprar”, indicó.

El gerente de la compañía sostuvo que quienes buscan alternativas tienen que adaptarse a lo que el mercado puede ofrecer, por ejemplo, prácticamente no cuentan con casas para arrendar y las que están disponibles son de un valor muy elevado.

“En este momento, quienes se están atreviendo a realizar inversiones son personas jóvenes, porque tienen menos temor al riesgo. Además, como los mecanismos financieros en los que se pueden ingresar los recursos ofrecen una rentabilidad muy baja, esas mismas personas están buscando una oportunidad para invertir. Quienes están buscando arriendo son profesionales jóvenes, al parecer existe movimiento con algunos proyectos, y llegan desde otras regiones a trabajar en la zona”, subrayó.

“Un aviso de arriendo dura tres días»

Constanza Salas, propietaria de Miss Propiedades, indicó que registran hasta un 80% menos de movimiento en venta de inmuebles. Meses atrás, expuso, tuvieron tasas bajas de 2% o 3% y ahora los clientes obtienen un 4% o incluso, un 6%. “Todo esto depende del riesgo que signifique para el banco, para los casos más complejos el acceso es mucho menor y los ejecutivos bancarios nos comentan que tienen clientes con todo aprobado para un crédito a 30 años, con una tasa de 3,5% o 4%, lo que es alto, pero ahora la entidad les dice que ya no están dando a 30 años, solo a 20. La gente se ha visto afectada por esto, porque son cifras que restringen mucho. Al contar con una mayor oferta de propiedades en venta, pero con posibilidades más bajas de comprar, aumenta bastante la demanda por los arriendos”, expresó.

La empresaria dijo que en su página web, “un aviso de arriendo dura un máximo de tres días”, junto con explicar que el corretaje es anticíclico. En el comienzo de la pandemia a pesar de que toda la actividad disminuyó, los arriendos se incrementaron y nunca dejaron de trabajar. “Muchas familias prácticamente utilizaban su departamento solo para dormir, pero luego se vieron obligados a permanecer en él y comienzan a notar la incomodidad por el encierro, el teletrabajo y las clases remotas, evaluando la opción de buscar un lugar más grande. El año pasado, cuando las tasas estuvieron bajas, vendimos muchas propiedades y ahora terminando diciembre, que son días complicados, cerramos seis arriendos, lo que no debería ocurrir porque lo normal es que estén todos con las fiestas de fin de año”, comentó.

Salas también advirtió que en Antofagasta observan que en el arriendo de propiedades están involucrados muchos clientes que vienen de otras regiones a trabajar, lo que representa el mayor porcentaje. En general, agregó, se trata de personas solas, de 25 a 35 años y que llegan por proyectos. Aunque también acuden a ellos familias que están incómodas en su propiedad actual y salen a buscar mejores condiciones. “Otra cosa que apreciamos es la aparición de inversionistas que ofrecen comprar al contado, castigando un 10% o el 20% del valor y ahí depende del dueño si está dispuesto a aceptar. Tenemos clientes que, como proyectan un escenario complicado, aceptaron vender en estas condiciones con pago al contado”, relató.

“Habrá más disponibilidad para arriendos»

Desde Inmobiliaria Biaggini explicaron que existe escasez de propiedades, con mucha solicitud de arriendos en un escenario en el que no hay tanto qué ofrecer. “Tenemos hartas propiedades que están en venta, pero ocupadas, entonces el apuro no es el mismo”, puntualizaron.

El 95% de sus ventas se generan a través de créditos hipotecarios y las complicaciones para lograr la aprobación del banco influyen en esta demanda. “Estamos cautos con estos primeros meses de cambio de tasa y de condiciones bancarias para ventas. Esperamos en marzo contar con un flujo más normal y estable, pensando en que será un poco lento y como las propiedades no se van a vender, creemos que habrá más disponibilidad para arriendos”, aseguraron.

La inmobiliaria tiene un segmento de venta desde las 1.500 UF en adelante y, por lo general, parten en ese tramo con profesionales jóvenes que recién comienzan a trabajar. Sin embargo, también registran clientes de 60 años que están recibiendo sus jubilaciones e invierten en propiedades.

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