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martes, 22 octubre, 2024
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Dos años antes de su entrega: demanda en el 2018 advirtió deficiencias en proceso de construcción de viviendas que deben ser demolidas

El proyecto El Salar fue entregado en diciembre del 2020 y a los pocos meses los residentes comenzaron a notar una serie de fallas en estructurales. Los problemas escalaron a tal nivel que, en febrero de este año, el exdirector del Serviu, Ricardo González, comunicó que las viviendas serían demolidas durante este primer semestre. Durante un litigio judicial entre dos empresas por el pago de una factura, una de las compañías expuso que los trabajos de micropilotes fueron ejecutados de manera deficiente por la contratista que el Serviu le impuso para desarrollar el proyecto.

Dos años antes de que las viviendas fueran entregadas, la tramitación de una demanda por el cobro de una factura advirtió que hubo deficiencias en la etapa de construcción del “Proyecto Viviendas El Salar”. La causa civil comenzó en el 2018 y durante el litigio entre dos empresas, una de ellas dejó constancia de que la subcontratista impuesta por el Serviu para desarrollar la partida de micropilotes realizó el trabajo de manera deficiente. Según se afirmó en la causa civil, la ejecución de esa tarea no se concretó de manera mecánica sino manual, lo cual empobreció la calidad del muro de confinamiento, aseguró el administrador del contrato en su declaración.

El proyecto El Salar fue entregado en diciembre del 2020 y a los pocos meses los residentes comenzaron a notar una serie de fallas en estructurales. Los problemas escalaron a tal nivel que, en febrero de este año, el exdirector del Serviu, Ricardo González, comunicó que las viviendas serían demolidas durante este primer semestre. Pero al no ver avances, los afectados elevaron sus reclamos, los que incluso llegaron a movilizaciones en las puertas del servicio en el centro de Antofagasta.

Mientras las autoridades buscan soluciones para las familias, los documentos de una demanda presentada en el 2018 dan cuenta de que hubo advertencias sobre un proceso defectuoso en la etapa de construcción. El conflicto judicial fue por el pago de factura por parte de la constructora a cargo del proyecto, Cuevas, hacia SUBT SpA, la subcontratista que realizó la ejecución de los micropilotes. La relación entre ambas compañías comenzó en noviembre del 2016 y su naturaleza fue para el “Conjunto Habitacional El Salar, Micropilotes de -2- Fundación y Anclajes Pasivo en Muros”.

En los documentos que acompañó la constructora, junto con argumentar el porqué no existe la deuda reclamada, entregó una serie de detalles sobre el proyecto. La empresa Cuevas está dedicada a la construcción de inmuebles y obras civiles públicas y privadas, teniendo a su cargo la ejecución del “Proyecto Construcción y Urbanización 126 Viviendas El Salar”.

Debido a esas tareas, dice el escrito presentado al Cuarto Juzgado Civil, el Serviu le impuso a la constructora la contratación de una empresa especializada para la partida denominada micropilotes, indicándosele la subcontratación de SUBT SpA por contar con experiencia en el área. Los servicios fueron acordados y Cuevas advirtió que los trabajos de micropilotes debían desarrollarse a través de una inyección mecánica, sin embargo, se ejecutaron de forma manual.

Los micropilotes se emplean en cimentaciones profundas para resistir a la tracción y comprensión cuando los terrenos no disponen de la capacidad para absorber la carga de una estructura. Por lo general son metálicos con un diámetro que no supera los 350 mm, los que son vaciados con un proceso de inyección de concreto.

“Dichas obras fueron ejecutadas deficientemente, por lo que mi representado nunca ha otorgado el recibo correspondiente a la prestación del servicio convenido, como tampoco han sido recepcionadas por el ingeniero titular del proyecto, ni por el Serviu. Más aún, parte de la ejecución de dichas obras, se realizó con recursos y mano de obra de mi representado, lo que no sólo era improcedente, sino que, además, implicaba que debía producirse una reducción de los valores, ya que, al tratarse de un subcontrato, todos los recursos (insumos, mano de obra, etc.), debían ser suministrados por el subcontratista y no por quien encarga la obra”, señaló la constructora sobre el aspecto técnico y el alcance administrativo por el cobro de la factura que originó la causa.

Esto generó una serie de reuniones entre ambas empresas, ya que como indicó la constructora, la deficiencia y tardanza en la ejecución de las obras, implicó la posibilidad de aplicación de multas por parte del Serviu.

“En dicho contrato, Serviu le impone a mi representado no sólo la ejecución de esta partida, sino que, además, le impone la empresa que debía ejecutarla. No teniendo opción frente a la imposición de Serviu, mi representado debe contratar con la empresa SUBT SpA la ejecución de los micropilotes en la obra referida”, dice la contestación de la demanda. También puntualizó que el proyecto ejecutado debía ser recibido tanto por el ingeniero titular de la obra, como por el Serviu, lo cual a esa fecha no había ocurrido.

Testigos en la obra

“Lo contratado con SUBT SpA fue un sistema de micropilotes de hormigón que debían ser inyectados a través de un sistema mecánico, y no manual. Sin embargo, incumpliendo lo contratado, SUBT SpA ejecuta el trabajo de forma manual, y con deficiencias técnicas que serán acreditadas en estrados, al punto tal, que incluso en algunos casos, existe recomendación técnica de volver a ejecutar el trabajo realizado”, respondió la empresa en la demanda.

En la tramitación de la causa declaró como testigo el ingeniero calculista del proyecto, quien afirmó que no recibió la obra, mencionando que no le constó que la partida de la instalación de los micropilotes fuese recibida por un profesional como debía suceder y que aquello solo podía hacerlo el ingeniero calculista de la obra. También dijo que nunca fue llamado a verificar la ejecución de los trabajos y por ello no pudo hacer observaciones ni menos recibirla.

Otro testigo fue el constructor civil administrador de contrato de la empresa constructora. En su declaración manifestó que había una falla estructural de ejecución la cual no cumplió técnicamente las especificaciones estructurales que creó el mismo subcontratista. Por lo tanto, agregó, el trabajo no había sido recibido.

“Esto lo sé y me consta por haber sido el administrador del contrato y por haber revisado los planos y el contrato, lo cual no se ciñe a lo comprometido por ambas partes en la ejecución del contrato, por lo que no di visto bueno a lo ejecutado”, expuso en el proceso judicial.

Al tratarse de un terreno salino, añadió el administrador, recurrieron a los servicios de SUBT para que ejecutara la instalación de los pilotes activos en las viviendas y pasivos en los muros de contención. “En el caso de los pilotes pasivos, que debían sujetar los muros de contención que confinan las viviendas, de acuerdo a la planimetría de ejecución no cumple con ésta, debido a que se hizo manualmente la inyección y en la ejecución al pilote al muro. Esto debía haberse hecho con una inyección mecánica de diez a veinte bares de presión y se realizó manualmente, empobreciendo la calidad de sujeción del muro de confinamiento”, mencionó en la declaración.

Según su versión, estos hechos fueron puestos en conocimiento del subcontratista, aunque no realizaron mejora alguna. También sostuvo que se puso en conocimiento del responsable de la constructora cuando le consultó si lo trabajos podían recepcionarse y que existe respaldo de correos electrónicos que dan cuenta de todo lo advertido.

Este Medio realizó consultas con el Serviu de Antofagasta sobre los detalles de las deficiencias señaladas en esta demanda, dos años antes de que se entregaran las viviendas, y conocer si pudieran tener relación con las dificultades que derivaron en el anuncio de demolición de las casas. Sin embargo, manifestaron que por el momento no van a referirse al tema.

Declaración Pública de Subt SPA

A continuación, una declaración que hizo llegar la empresa aludida en esta nota y que procedemos a publicar completa:

«SUBT SpA es una empresa con personal y maquinaria especializada en perforación, dedicada, entre otras cosas, a ejecutar micropilotes, actividad para la cual cuenta con una amplia experiencia y reconocimiento en el mercado.

Los micropilotes realizados para el conjunto El Salar fueron correctamente ejecutados en un trabajo que duró aproximadamente un año; siendo testeados mediante pruebas de carga que validaron satisfactoriamente el trabajo desde el aspecto técnico, sin recibir reclamos en términos de calidad. Por lo mismo, los eventuales daños estructurales sobre las casas y la responsabilidad sobre estas en caso alguno recaen sobre SUBT SpA.

Las declaraciones hechas por Silvio Cuevas Constructora, dicen relación con alegaciones que ésta hizo en un juicio por cobro de facturas impagas deducido por mi representada, en el que intentó sin éxito oponerse a la ejecución SUBT SpA, además de expresar su profundo y categórico malestar por estas irresponsables declaraciones hechas por Silvio Cuevas Constructora en el referido juicio de cobro de facturas, reproducidas por la publicación de Timeline.cl, en las que manifiesta haberse construido micropilotes autoperforantes inyectando lechada de cemento de manera manual, es totalmente falsa e infundada, lo que perjudica gravemente su honra y reputación profesional. Al respecto, es importante aclarar que los micropilotes con inyección simultánea de longitudes de 12 metros, no pueden ser inyectados manualmente, sino que requieren de plantas de inyección, por lo cual la afirmación hecha por don Silvio Cuevas y reproducida en la publicación de Timeline.cl es técnicamente imposible; reflejando una completa falta de confirmación y verificación de la información por parte de Timeline.cl.

Por otro lado, conforme a la opinión de SUBT SpA, los problemas estructurales de las viviendas del Proyecto El Salar se deben fundamentalmente a dos hechos que no tienen relación con las afirmaciones objeto de aclaración y que son las siguientes:

En primer término, don Silvio Cuevas Constructora, no ejecutó el proyecto del sistema de fundaciones conforme a las definiciones de diseño del proyecto, que correspondía a una losa de fundación de hormigón armado con micropilotes. En su lugar, don Silvio Cuevas Constructora construyó radieres con zapatas corridas y aisladas con micropilotes, posiblemente, sin contar con una memoria de cálculo ni respaldo técnico alguno.

En segundo lugar, los rellenos compactados bajo y tras los muros fueron mal ejecutados, lo que provocó asentamientos severos y el agrietamiento de la estructura. Cabe señalar que, si se hubiera construido el sistema de losa con micropilotes en vez de los radieres con zapatas, aun cuando hubiese existido la deficiencia constructiva de los rellenos, las casas no se hubieran agrietado”

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