Antofagasta, Tocopilla e Iquique son las únicas ciudades en el norte que preservan entre su patrimonio construcciones levantadas en antiguas oficinas salitreras y que -una vez cerradas estas últimas-, fueron trasladadas para su preservación.

En la región de Antofagasta hay dos y en Tarapacá una. Estas son el odeón (o kiosco) de la plaza de José Francisco Vergara, reinstalada en Antofagasta; la torre del reloj de la oficina Coya Sur, hoy en Tocopilla y la iglesia de la oficina Victoria, hoy en Iquique.

Todas construidas con pino oregón, son en sí una pequeña cápsula del tiempo que revela la arquitectura y el modo de vida de los otroras pampinos, gente emigrada del sur de Chile y -en su mayoría- los países vecinos para labrarse la vida junto con sus familias bajo un inclemente clima desértico, caracterizado por tórridas jornadas y gélidas noches.

Odeón de la Oficina Vergara

Esta estructura ubicada en el centro de la plaza de la exoficina José Francisco Vergara (distante a 180 kilómetros al noreste de Antofagasta), era el sitio en donde cada domingo se apostaba una banda musical para alegrar la única jornada libre de los trabajadores y sus familias.

La oficina construida en 1918, es parte de la red de salitreras del denominado cantón de El Toco. Debido al declive en el precio mundial del salitre, paralizó sus faenas en 1930, no obstante la localidad se siguió utilizando como complejo habitacional para los trabajadores de mineras adyacentes. Finalmente todo el recinto fue cerrado en 1976.

Sin embargo el odeón fue reinsertado en dependencias de la Universidad de Antofagasta, lugar que hasta hoy puede ser visitada. Asimismo fue declarada monumento histórico por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) en 1980.

En las páginas del CMN constan que “en 1976 cuando el pueblo dejó de prestar utilidad y ante su inminente desmantelamiento, la sede de Antofagasta de la entonces Universidad de Chile, comenzó las gestiones con la Sociedad Química y Minera Chilena, para trasladar la plaza a su Campus Coloso. Hecho inédito en Chile, el traslado de la plaza se materializó bajo un prolijo proceso de restauración que mantuvo íntegramente las diferentes estructuras de madera. De esta manera, la Plaza Vergara fue reinaugurada en su actual emplazamiento el 29 de noviembre de 1977”.

Torre del reloj de Coya Sur

Esta torre de estilo inglés con cúpula árabe, construida completamente de pino oregón estuvo coronando por décadas la entrada a la principal pulpería de la oficina Coya Sur, distante a siete kilómetros al sureste de la comuna de María Elena, propiedad de la entonces Anglo Chilean Nitrate and Railway y que inició operaciones en 1912 y que comenzó su desmantelamiento en 1980.

En la página Tocopilla y su Historia del historiador Damir Galaz-Mandakovic, consta que “una vez cerrada la oficina, el reloj fue donado a Tocopilla por la empresa Soquimich en 1981, pero es trasladado al puerto recién en 1983. La pequeña plaza en donde hoy se sitúa, en las afueras de la escuela D-7 Carlos Condell, fue inaugurada el 29 de septiembre de 1984”.

Este traslado no estuvo exento de polémica, dado a que la localidad de María Elena reclamaba como legítimo derecho ser ellos los depositarios de la estructura. En la misma página de Galaz-Mandakovic explica que “no son pocos los coyinos que han manifestado que este reloj vuelva a la pampa, especialmente a la plaza de María Elena, siendo los principales promotores los últimos alcaldes de esta comuna, quienes han justificado esta campaña señalando el deterioro de esta reliquia”. En efecto, si bien el reloj hoy luce recuperado y con una buena capa de barniz, su reloj no da la hora.

Iglesia de Victoria

La oficina salitrera Victoria fue la última en cerrar en la región de Tarapacá. Ubicada a 115 kilómetros al sureste de la ciudad de Iquique, este poblado comenzó sus operaciones como tal en 1945.

Debido a los consabidos problemas de la crisis del salitre de los años 30, se realizaron ingentes esfuerzo por mantener a Victoria con vida. La Corfo intervino la administración de la salitrera en los 60 para mantenerla funcionando, pero al hacerse ya inviable, esta cerró en octubre de 1979, siendo así la última oficina de la región de Tarapacá en decir adiós.

La salitrera contó para su población con infraestructuras como un hospital, un mercado, una piscina pública, un teatro, un estadio, escuelas, retén de Carabineros, oficina de correos, una estación de radio, un cuerpo de bomberos y una iglesia.

Esta última fue la infraestructura que fue desmantelada para levantarla en la localidad de Pica. Posteriormente esta se reinstalaría en Iquique en el 2002. Ahí estuvo un tiempo sin mantención, hasta que posteriormente fue donado por SQM a una agrupación de pampinos, siendo remodelada.

El medio digital El Reportero de Iquique, consta en una nota publicada en marzo del 2020 que “las obras además contemplaron el diseño museográfico de un set de paneles de gran tamaño, que relata su historia y las dos reconstrucciones que tuvo este templo pampino (…) tras la instalación del templo en Iquique, se crea el Centro Católico Corazón de María que funciona hasta hoy y que dirige Sofía Vargas. El lugar, que además cuenta con una explanada lateral y una sala de comedor y cocina, es el centro que reúne a los pampinos en diversas actividades, desde las ceremonias religiosas, como los funerales pampinos”.

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