El Marketing está directamente relacionado con todos nosotros, denominados desde este momento como los clientes y de como entrega un valor agregado a un producto o servicio determinado.
Para entender este proceso llamado Marketing, los autores Philip Kloter y Gary Armstrong, lo definen como “un proceso social y administrativo, mediante el cual las personas y las Organizaciones obtienen lo que necesitan y desean, creando Valor con otros”.
Bajo esta perspectiva, entendemos que todo lo que nos rodea necesita tener ese “valor extra” que lo hace interesante para nuestros ojos.
Es como ir al supermercado y escoger el mejor café, ese valor extra quizá está definido porque tiene la mejor etiqueta, o el que te asegurará permanecer despierto o despierta toda la noche o simplemente, el que te ofrece un mejor precio, asegurándote al final que tendrás “el mejor café del mundo”.
Esos pequeños detalles hacen que uno o una note esa gran diferencia que lo hace único e irrepetible.
Para que las condiciones de Marketing ocurran en un determinado entorno, se requiere de la participación de dos o más personas, en donde cada uno debe poner en valor algo que la otra quiera poseer y, lo más importante, que este dispuesto o dispuesta a ceder. En realidad, el Marketing, como gran premisa, establece que el logro final dependa de la información que emanen de las necesidades que requerimos y de los cambios que se generan a su alrededor.
Esta conexión entre el valor, lo que se quiere y lo que se entrega, está dado por los deseos y las demandas de los que nosotros, los clientes, queremos.
Estos deseos y demandas se satisfacen con las Ofertas de Mercado, en otras palabras, con la combinación entre productos, servicios, información y experiencias que se ofrecen en un determinado Mercado, se logra satisfacer los requerimientos del consumidor, y que justamente son dados por ese Valor.
Por ejemplo, en las Redes Sociales, y como usuaria asidua de Instagram, la publicidad que invade mi linea de tiempo, tiene que ver con lo que me gusta, lo que busco y ese Algoritmo medio loco del mundo virtual, busca las mejores marcas de autos, la música que me enloquece, los vestidos que quiero comprar y los más espectaculares desayunos que puedo preparar.
A esta altura, el concepto de Valor adquiere una real significancia, ya que establece los alcances del cliente. Va de la mano con la satisfacción o insatisfacción que puede provocar en una persona un determinado producto o servicio. El Valor genera la expectiva y otorga las características ideales para el consumidor, diferenciadolo de otros bienes similares, agregandole una característica única a irrepetible.
Ahora bien, nace también el concepto de Propuesta de Valor, que no es más que el conjunto de beneficios que se promete entregar a todos nosotros, mediente el uso de ventajas que lo diferencien de los demás. La Propuesta de Valor distingue a una marca de otra, nos estudia para encontrar la mejor solución a nuestros problemas y destacándo sus beneficios de su competidor más cercano.
Las caracteristicas otorgadas a productos o servicios determinados junto con la Propuesta de Valor, determinarán las Estrategias de Marketing que estableceran el camino a seguir para satisfacer las necesidades de los clientes meta. Y es este punto en que me quiero detener para unir, como si se trataran de dos amigos, el trabajo de los “marketeros” con los emprededores que usan el Crowdfunding para poder financiar sus productos, servicios, sueños y metas.
Dependerá del Valor Agregado de ese sueño y de la propuesta final el cómo el mensaje llegue a todo ese grupo de personas que buscan acoger las buenas ideas, los productos innovadores o ver simplemente como su grupo musical favorito saque su disco.
Usemos las herramientas que nos entrega el Marketing para otorgar esa pequeña “gran” diferencia, busquemos ese valor que es único e irrepetible para nosotros y ofrezcamos, también, ese Valor Agregado que nosotros como emprendedores, estamos seguro que a los demás les ENCANTARÁ.
