Las aspiraciones de la derecha a la alcaldía de Antofagasta gozaban de cierta claridad, ya que era conocido que dos nombres cercanos al sector están en la búsqueda de firmas para inscribirse como independientes, mientras que los partidos de Chile Vamos manifestaron su respaldo a Sacha Razmilic. Sin embargo, el anuncio de que Republicano también pretende competir por el municipio con el exconcejal Roberto Soto abre un nuevo escenario para la oposición. En caso de que todos ellos logren inscribirse en la papeleta, la posibilidad de tener al nuevo alcalde estaría prácticamente descartada, aseguró Pablo Toloza, presidente regional de la UDI, quien afirmó que no cesará sus esfuerzos para llegar con una candidatura de unidad a la elección. En ese mismo contexto, Cristian Zamorano, doctor en Ciencias Políticas, advirtió que la unidad es “una ilusión y una vez más la realidad terminó por alcanzar a los discursos, sobre todo cuando son erróneos”.
El dirigente gremialista sostuvo que Republicano está en su derecho de levantar un precandidato, pero agregó que lo importante es que, al momento de la inscripción en el Servel, como oposición tengan un solo nombre. “Que se presenten a la elección por la alcaldía de Antofagasta dos candidatos de derecha hace muy improbable que esa elección quede en manos del sector”, subrayó.
Toloza dijo que instará a que existan mecanismos como encuestas o el que puedan acordar para que la prioridad sea la unidad de la oposición a través de una sola candidatura. “Es lo lógico. El hecho de llevar dos candidatos de derecha a la elección municipal, lo que hace es hipotecar absolutamente las posibilidades de tener un alcalde. Y eso abre una oportunidad enorme a la izquierda o a la reelección de Jonathan Velásquez”, visualizó.
El presidente regional de la UDI indicó que la izquierda el domingo tiene primarias y por tanto inscribirán un solo candidato, que va desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista. Considerando eso, agregó, si la derecha inscribe dos candidatos formales y un tercero independiente, hipotecará toda posibilidad de triunfo. Se trata de matemática simple, complementó Toloza, por ello propiciará todos los esfuerzos para alcanzar un acuerdo. Esto, pensando en los casos de Razmilic y Soto, porque Aguilera al ser independiente y estar en búsqueda de firmas se encuentra en un escenario distinto.
“No llegar a un acuerdo y que en la papeleta veamos a ambos candidatos y si sumamos a Luis Aguilera, se hipoteca toda posibilidad de tener el municipio. Sería una irresponsabilidad y la gente del sector no lo entendería”, adelantó.
Sobre la unidad de la que habla la oposición y con Republicano levantando cartas para el Gobierno Regional y el municipio, Toloza expuso que no observa ningún problema, reiterando que tienen todo el derecho, como también lo tiene Chile Vamos.
“Todos son precandidatos hasta que no estén inscritos y eso no genera ninguna dificultad. Recordemos que hay primarias del sector y tanto la UDI como RN han presentado candidatos, hay lugares donde las dos alternativas que van a primarias son del mismo partido y no por eso diremos que estamos desunidos. Simplemente, las aspiraciones de cada persona de representar al sector en una elección son legítimas y lo fundamental es que, para asegurar el éxito de la elección, tengamos una sola candidatura”, insistió el gremialista.
«El gran perdedor es Sacha Razmilic»
Para Cristian Zamorano, en el peor de los casos, la candidatura de Roberto Soto es un síntoma. Esto, porque el hecho de que Sacha Razmilic, quien está en campaña hace más de un año, no ha sabido convencer a su propio sector más allá de las cúpulas y tampoco a la zona más a la derecha, que es Republicano. Por ello cree que en el mejor de los casos es una oportunidad para la derecha de tener un candidato que realmente abra los ojos de los más conservadores, alguien que defienda los valores que se supone son de derecha.
Sobre la dispersión, el analista político dijo que la derecha habitualmente en la región recoge un tercio, máximo un 40% en las elecciones. Luis Aguilera, añadió, como independiente alcanzará entre 4 y un 6%, Roberto Soto con una trayectoria no menor que la de Aguilera, conseguirá a los menos el mismo porcentaje o un poco más. Eso significa cerca del 12% que se le restaría a la derecha en una configuración clásica de votación voluntaria. Así, el candidato de oposición quedaría entre un 20 y 25%, lo que no será suficiente para ganar, siempre y cuando ese candidato concentre todos los votos de la derecha y el resto no consiga una gran cifra, advirtió.
“El beneficiado con este escenario puede ser Jonathan Velásquez y luego el candidato de la izquierda. No hay un nombre preciso, incluso puede ser el mismo Roberto Soto el beneficiado, pero en lo que no hay duda es que el gran perdedor es Sacha Razmilic. Toda su campaña comunicacional y supuestamente la gestión que tenía se derrumbaron como un castillo de naipes. Esto quiere decir que su candidatura era muy frágil y lo cierto es que seguimos con una atomización”, apuntó Zamorano.
El doctor en Ciencias Políticas manifestó que la unidad de la que tanto se habló en la oposición siempre ha sido una ilusión, porque la derecha nunca ha sido unida, algo que demuestra la historiografía local.
“Antes tuvimos dos lideresas, Karen Rojo y Paulina Núñez, esta última hizo todo para sacar del camino político a la exalcaldesa. Incluso, Núñez inició en política a Marco Antonio Díaz y terminó peleado con él, no hubo unidad. La senadora tampoco apoyó la candidatura a la alcaldía de Roberto Soto, quien representó a la derecha en la pasada elección. A ello sumemos que Gonzalo Santolaya (UDI) y Roberto Soto (en ese momento militante de la UDI) interpusieron una querella por el caso de las empresas exprés y Soto fue sancionado por aquello. Luego llegamos a Sacha Razmilic, candidatura acompañada de discusión sobre si realmente fue impuesta desde el centro y las cúpulas, más que pasar por los votantes de derecha. Entonces de qué unidad hablan, si la historia demuestra que nunca han estado unidos. Todo eso fue una ilusión y una vez más la realidad terminó por alcanzar a los discursos, sobre todo cuando son erróneos”, concluyó Zamorano.
Chile Vamos no representa a nadie mas que a sus cupulas que simpatizan con los zurdos, lo que ellos digan vale hongo.