Los últimos tres años han sido los más difíciles de la Corporación Oncofeliz que, en más de dos décadas en Antofagasta, ha prestado ayuda a unos 500 niños con cáncer. El estallido social y la pandemia detuvieron las actividades que consiguen recursos para el trabajo con las familias y, aunque esos eventos ya quedaron atrás, ahora la situación económica del país vuelve a impactar esta tarea social.

Rafael Bannura es el presidente de la corporación que ayuda a pacientes entre uno y los 18 años. El kinesiólogo es uno de los fundadores de Oncofeliz, organización que nació en el año 2000 para apoyar a las familias, ya que cuando un niño o niña padece de cáncer, “todo su grupo enferma”.

Bannura manifestó que están en plena campaña para realizar la fiesta de Navidad y dijo que el actual escenario económico nacional ya pueden percibirlo. Para esta fiesta requieren dos millones y medio de pesos y llevan 800 mil. A fines del año pasado, comparó, gastaron tres millones y medio de pesos, aunque juntaron cuatro millones y con los 500 mil pesos restantes compraron suplementos nutricionales.

“Hay socios que aportan mensualmente, nos han llamado y les digo que si no pueden que no lo hagan (…) Hemos notado una baja y se ve que todavía será para largo esto, pero tenemos muchas ganas, mucha fuerza y esperamos que la comunidad, dentro de lo que pueda, siga cooperando y venga lo que venga seguiremos luchando”, declaró el presidente de Oncofeliz.

• ¿En qué consiste la campaña de Navidad?

Todos los años celebramos la Navidad con nuestra familia oncológica. Hoy tenemos 75 niños, 45 oncológicos, 30 son los hermanos y hermanas e invitamos a los padres. La fiesta, para unas 180 personas, se realiza en Aguas Antofagasta y tendrá juegos inflables, camas elásticas, concursos, comida y lo más importante, los regalos que se entregarán a estos niños.

La forma de cooperar es mediante la cuenta de Instagram @oncofelizantofagasta o directamente con una transferencia bancaria a nombre de la Corporación Oncofeliz, cuenta corriente número 81447183 del Banco BCI y el RUT es 75.938.720-7, correo [email protected]. Si alguien no tiene este tipo de conexiones, también necesitamos donaciones como bebidas que nos faltan y que pueden llevarlas a la oficina 1003 en el Edificio Pukará.

• ¿Cómo se sostiene la corporación durante todo el año?

Oncofeliz lleva 22 años y en ese tiempo hemos ayudado a más de 500 niños con cáncer. Por la pandemia quedamos sin recursos el 2020 y 2021. Este año hicimos dos desfiles de moda en Enjoy Antofagasta, donde nos fue muy bien y gracias a eso pudimos lograr un fondo para cubrir las necesidades que son los traslados a Santiago o dentro del norte, de Arica a Copiapó, la compra de drogas para los tratamientos, medicamentos generales, sillas de rueda, bastones, lentes y suplementos nutricionales. Todo esto involucra dinero y los gastos son permanentes así que invitamos a la comunidad a que ingresen a la página www.oncofeliz.cl que tiene los enlaces para hacerse socios permanentes con un aporte desde los cinco mil pesos o con aportes individuales que estaremos felices de recibir.

Para el próximo año queremos volver con los desfiles de moda y los bingos grandes, para mil personas que antes realizábamos.

• ¿Cuál fue la situación durante la pandemia?

Hubo dos cosas que pasaron, la primera fue que contábamos con fondos, teníamos un buen colchón por actividades anteriores. Lo otro fueron los hospitales que estuvieron dedicados al covid y los tratamientos quedaron en espera por las cuarentenas, los niños se quedaron en sus casas, no tenían que viajar y eso significó un ahorro importante. Pero donde tuvimos un gasto que no habíamos hecho en los 22 años de funcionamiento fue en ayudar con víveres. Gente quedó sin trabajo, otros no podían salir y usamos 12 millones de pesos en alimentos para nuestras familias oncológicas y en ayudas unos ocho millones de pesos más. Cuando celebramos el Día del Niño, por ejemplo, venían los padres a buscar las cajas con víveres.

• ¿Fueron los años más complejos desde que partió el trabajo de Oncofeliz?  

Sí, claramente. Cuando partimos había cinco niños en el hospital, hicimos un bingo para 200 personas y los premios los conseguíamos nosotros. En el 2010 o 2012 tuvimos un alza violenta de niños oncológicos y ahí necesitamos hacer más eventos, golpear más puertas, sindicatos nos aportaban con algo de dinero, algunas empresas nos regalaban cosas. Pero este periodo fue el más complicado, el último evento lo hicimos en abril del 2019, así que estuvimos tres años sin realizar actividades para reunir fondos. Después vino el estallido social, cerraron todas las escuelas, no pudimos hacer nada y el evento más reciente fue en abril de este año. En esos años no registramos ingresos, pero teníamos dinero en caja y los gastos no fueron tantos. Están los socios fundadores, que somos 25 profesionales que trabajamos en la corporación y tratamos de incentivar a los socios colaboradores para que todos los meses pueda aportar algo y para eso está la página web.

• ¿El sector privado coopera constantemente o deben salir a captar ayudas todos los años?

Hay que ir año a año. Ahora estamos viendo con algunas instituciones estatales si el 2023 podemos postular a algún proyecto, porque el factor nuestro es que los niños oncológicos viven en sus casas. Distinto sería si tuviéramos un hogar de menores oncológicos, lo que sería un absurdo porque lo que más ayuda es que los niños estén en casa con sus familias. Entonces, por ejemplo, una minera nos pregunta qué proyecto tenemos y podríamos ayudar a cambiar mobiliario, dormitorios, baños, pero ellos están en sus casas. La plata es para los pasajes, los suplementos nutricionales, los medicamentos, para que los padres viajen una vez al mes a ver a su hijo a Santiago. Es en esos intangibles es donde no nos pueden ayudar. Scancontrols y Aguas Antofagasta son las más potentes que nos aportan de manera permanente, ellos saben lo que estamos haciendo. Lo importante es que cuando hacemos eventos la gente comienza a cooperar y a veces aparece un sindicato o el gerente de una empresa y llegan las donaciones.

• ¿Han notado efectos del escenario económico del país?

Por supuesto que afecta. Por ejemplo, para esta fiesta de Navidad necesitamos dos millones y medio de pesos y llevamos 800 mil. A fines del año pasado cuando la parte económica estaba mejor gastamos tres millones y medio, juntamos cuatro millones y con los 500 mil pesos compramos suplementos nutricionales. Hay socios que aportan mensualmente, nos han llamado y les digo que si no pueden que no lo hagan. Hemos notado una baja y se ve que todavía será para largo esto, pero tenemos muchas ganas, mucha fuerza y esperamos que la comunidad, dentro de lo que pueda, siga cooperando y venga lo que venga seguiremos luchando.

• ¿Proyectan un mejor 2023 debido a que hora sí pueden realizan eventos para conseguir recursos?

El primer problema que vemos es que los niños siguen aumentando. Empezamos a contar los niños que están en Arica e Iquique a quienes no hemos podido ayudar con dinero y sumándolos a ellos tenemos 60. Oncología Infantil del hospital es un centro de referencia, hay cuatro médicos oncólogos y los tratamientos del norte se están haciendo acá, lo que implica alojamiento, alimentación, gastos más grandes que asumimos. Y hay algunos personeros de gobierno que nos han dado algunas pautas sobre cómo postular a proyectos e incentivar a que la comunidad no espere tener un hijo o un nieto con cáncer para ponerse la mano en el bolsillo. Si no se puede todos los meses, de vez en cuando nos sirve de mucho.

También es importante decir que en algunos colegios siempre hemos logrado apoyos con ayudas para vender tarjetas o para los mismos eventos. Así que invitamos a que nos contacten porque es más fácil armar algo con ellos.

- Publicidad -