El ex jefe de la Prefectura de Carabineros de Antofagasta, el coronel en retiro Rodrigo Alegría, manifestó que observa con preocupación lo que está sucediendo en la ciudad en materia de seguridad pública, porque “estamos apreciando delitos que antes no se cometían”. Y entre las consecuencias de esta “evolución”, Alegría teme que la comunidad se termine acostumbrando a que hechos puntuales sean cada vez más recurrentes. En este contexto, el oficial (r) pide terminar con el rechazo hacia las policías porque perjudica la confianza en estas instituciones.

Las palabras del ex prefecto se suman a otras declaraciones que el Ministerio Público en Antofagasta ha sostenido durante los últimos cinco años, respecto de un cambio en la comisión de delitos y la presencia de bandas relacionadas al tráfico de armamento de fuego y de drogas. La última semana de enero, la PDI y la Fiscalía Local concluyeron la llamada ‘Operación Búnker’ que, tras 11 meses de investigación, permitió desbaratar a un grupo dedicado a la fabricación y modificación de armas. Se trata del tercer caso en la ciudad, desde el 2019, en el que el Ministerio Público detecta y detiene a sujetos dedicados a la producción de armamento.

El último caso delictual de mayor gravedad ocurrió esta semana en las calles Azapa y Cobija, en el sector norte de la ciudad. Durante la noche, un vehículo detuvo su marcha frente a una vivienda y varios individuos realizaron una serie de disparos, situación que, según vecinos, ya se había registrado el día anterior.

“Veo con preocupación lo que se está desarrollando en Antofagasta, porque estamos apreciando delitos que antes no se cometían. Hay una forma delictiva de la cual la ciudad no tenía referencia, ataques armados a domicilio, una violencia que crece en estas formas de operar también a nivel nacional. La consecuencia que puede traer es que la sociedad se termine acostumbrando a estos hechos puntuales y luego ya no sean noticia, sino un caso más”, sostuvo el ex prefecto de Antofagasta.

Teoría de las ventanas rotas

Alegría lamentó que esta clase de ilícitos, que se parecían tan lejanos a nuestra realidad, ahora están aquí. Y señaló que como antofagastinos tenemos que aceptar que la ciudad es importante y por ello es un polo de atracción. Sin embargo, eso también nos debería llamar a reflexionar sobre qué podemos hacer y no esperar que la comuna esté pendiente de nosotros.

“Podemos aportar con una ciudad más limpia, ordenada y que cuide los espacios públicos. En estos días estoy visitando otras ciudades del norte y las veo abandonadas, con suciedad y mucho dejar hacer y eso realmente propicia la comisión de delitos. La teoría de las ventanas rotas habla de que cuando dejamos de preocuparnos por las cosas más sencillas, comienzan a sumarse otras situaciones que nos llevan a complicaciones y fomentan los delitos”, propuso.

En este sentido, añadió, la comunidad tiene que unirse hacia una seguridad colectiva a través de sus organizaciones más cercanas, como las juntas de vecino, y que la autoridad propicie estas actividades. Alegría afirmó que “cuando ocurre un delito de esta naturaleza pensamos que el problema es de otro, sin embargo, cuando nos afecta directamente, ya es tarde. Por eso creo que es bueno colocar el acento en lo que estamos viviendo en Antofagasta para unirnos como comunidad y para que las autoridades tomen medidas pertinentes”.

Una forma de colaboración es permanecer atento a las señales que generan preocupación, como como la presencia de personas que no pertenecen al barrio, domicilios deshabitados a los que ingresa gente o la destrucción de luminarias que dejan más oscuridad en la noche. El oficial en retiro también indicó que la inmigración es otro asunto que afecta, porque “vimos hace unos días un grupo de cinco personas que fue detenido en Ollagüe con tres pistolas y droga. Debemos mantener la capacidad de asombrarnos de estos hechos y aportar desde nuestra tribuna”.

El coronel (r) dijo que las policías tienen protocolos definidos para su trabajo, pero al mismo tiempo son versátiles y permiten adaptarse a lo que sucede en una ciudad. En ese contexto, aseguró que la figura del carabinero y del detective de la Policía de Investigaciones no tiene que observase con distancia y que se necesita otorgar la importancia que merecen.

“Lamentablemente, muchos vecinos han tomado una política de rechazo, lo que minimiza la confianza. Las policías que tenemos son de las más importantes y reconocidas a nivel sudamericano y eso hay que valorarlo. La presencia activa del carabinero es fundamental, el trabajo investigativo de la PDI también, pero necesitan nuestro apoyo y no el rechazo o el desprestigio”, apuntó Alegría.

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