La ex seremi de Salud de Antofagasta, Rossana Díaz, aseguró que hasta las últimas semanas que ejerció su cargo, estuvo retirando alimentos que se vendían sin resolución sanitaria en el centro de la ciudad. Y a pesar de las agresiones que recibían los funcionarios que desarrollaban esta tarea, la cartera que dirigió por más de tres años en la región cumplió con su rol fiscalizador con el comercio ambulante. Sin embargo, precisó que la venta de ropa y de otros artículos es un tema que corresponde a la municipalidad y que, como seremi, cursó varios sumarios al edificio consistorial para obligarlo a despejar las vías, ya que las aglomeraciones que genera esta clase de comercio representan un riesgo para la salud pública.
“El municipio no toma las riendas de que el espacio público es de absoluto dominio municipal. Cuando un restorán quiere poner mesas a fuera, ¿a quién le paga? Por este mismo tema, pasé tres o cuatro sumarios al municipio, también lo hice en diciembre con el alcalde Wilson Díaz, pero al parecer prefieren pagar y no hacer nada, no lo entiendo”, manifestó la ex autoridad sanitaria al ser consultada sobre su trabajo fiscalizador en esta materia.
Díaz dirigió la cartera de Salud en la región entre marzo del 2018 y agosto de este año, cuando presentó su renuncia en un momento en que Antofagasta registraba las cifras de contagios más bajas desde el inicio de la pandemia y un alto porcentaje en la campaña de vacunación. Ahora candidata a la Cámara de Diputados por la UDI, confesó que “la época más compleja de la pandemia fue en julio del 2020, por las cifras de fallecidos que registraba Calama, ese fue nuestro punto más débil. Me instalé allá para una mejor acción, buscábamos soluciones, aumentamos la fiscalización, llevamos funcionarios de Antofagasta y tuvimos que rogar por un hotel para residencia sanitaria porque ahí la oferta es menor”.
En entrevista con Timeline.cl, la ex seremi habló sobre temas de contingencia, como el manejo para evitar un aumento de la variante Delta en la región y lo que sucede en el terminal de buses de Antofagasta; explicó los informes de Contraloría con observaciones al pago de residencias sanitarias y el comercio ambulante.
- ¿Qué riesgos y fortalezas observa en la región para enfrentar la variante Delta?
Primero debemos explicar que la Seremi de Salud de Antofagasta instaló en todas las aduanas sanitarias un testeo con antígenos. Esto no es algo que se implementó en todas las regiones, no es un estándar, Antofagasta cuenta con ello y algunas otras zonas también. Aquí lo tenemos para el 100% de las personas que ingresan por pasos no habilitados. A quienes vienen por el aeropuerto o desde Santiago con sus cuarentenas y con una PCR negativa, no se les realiza la prueba de antígenos. Quienes están en la calle y no se han registrado, o los grupos que llegan en buses con empresas que los toman en el camino y los dejan en el terminal -compañías a las que cursamos sumarios- les practicamos el test de antígeno, se reforzó esa tarea y el 100% de las personas que están llegando se les efectúa el test. Esta es la mejor protección que tenemos para la región, aunque también pueden ocurrir casos que ingresan y que no los detecta la seremi.
- ¿Cómo hubiese manejado la situación del flujo migratorio en el terminal de buses de Antofagasta que genera aglomeraciones de personas, algo que en toda la pandemia las autoridades han llamado a evitar?
Lo que se hizo, es llevar el número importante de personas a un estadio donde se realizan los test para evitar las aglomeraciones. Pero quienes ingresan, sus resultados son negativos y se autodenuncian, quedan en manos del Ministerio del Interior y no de Salud. La única obligación de la autoridad sanitaria es otorgar residencias sanitarias a quienes dan positivo y eso se ha realizado, con todos ellos y sus contactos estrechos. Esto implica un trabajo mucho mayor para las residencias, incluso a través de los diarios se solicitaron hoteles para contratar.
- ¿Cree que el ingreso de migrantes sin vacuna ni examen PCR puede ser un factor clave para un eventual rebrote del virus con la variante Delta?
Por supuesto que va a incidir. Y esto es porque nuestros países vecinos, lamentablemente tienen niveles de vacunación muy bajos y tampoco tienen testeos masivos, la trazabilidad y el aislamiento que nosotros aplicamos, lo que aquí conocemos como TTA. El sistema de residencia no existe en Perú, Bolivia o Argentina. Nos veremos enfrentados a un nuevo proceso de trabajo para los trazadores, y aunque la seremi en Antofagasta está preparada, a lo que debemos apuntar es a un ordenamiento. El Ministerio del Interior, que es el encargado de las fronteras, tendrá que ver alguna estrategia, ya que Salud sigue trabajando con personal en los pasos fronterizos. Por ejemplo, en Ollagüe, tenemos un funcionario de salud, dos PDI, dos carabineros y dos de SAG, pero llegan 200 personas al día. Debemos pensar en legislación y migración protegida, porque quienes vienen a Chile lo hacen porque sus sistemas sanitarios no dan una respuesta correcta, sin embargo, no tenemos la capacidad para recibir a todo el mundo y por eso hay que ordenar la migración. Que las personas ingresen como corresponde y de lo contrario, esto influirá en el aumento de los casos en Antofagasta, como ya pasó en Tocopilla.
Residencias sanitarias
- Contraloría ha publicado varios informes con observaciones a las residencias sanitarias, haciendo alcances a cuestiones administrativas que se repiten en varios casos durante su administración de la Seremi de Salud ¿Qué puede explicar de todo ello?
Es algo que se está trabajando con los hoteles, porque el error administrativo es que en el contrato no vimos el tema de la salida después de las 12 horas. Ahí tenemos un error que es de los administradores, pero también de la seremi en general, porque uno termina firmando, y es que los hoteles cobraron un día completo por salidas después de las 12 y eso no fue detectado a tiempo. Ése es el cobro extra y el problema es que en las residencias sanitarias traíamos a personas de Calama o Tocopilla, que estaba sin capacidad por los migrantes. Si teníamos a 20 de María Elena, teníamos que regresarlas, no podíamos dejarlas en la calle y en ocasiones el vehículo no estaba disponible a las 12. Entonces, adultos mayores, niños o personas con discapacidad que venían saliendo de una cuarentena por covid no podían quedar en la puerta del hotel. Es un tema administrativo que será resuelto y tiene que ver con estos cobros por salidas después de las 12 horas. Claro que hay una falta administrativa porque no hubo prolijidad en revisar el cobro por los administradores de las residencias y ni los departamentos de la seremi.
- ¿Y eso no podía conversarse con los hoteles, el cobro de un día completo como si fuera una época normal, pero se trataba de un escenario de emergencia sanitaria en el que la Seremi de Salud contrataba sus servicios?
Se está conversando para llegar a un arreglo. Pero la verdad es que los hoteles en la región hicieron casi un favor y se pusieron las pilas por el Ministerio de Salud, se portaron muy bien. En Antofagasta, a diferencia de otras zonas del país, nunca paró de solicitarse alojamiento por las mineras y principalmente por las empresas de energía, que mueven más gente. Lo que sucedía era que los hoteles estaban siempre llenos, teníamos casi que rogar para que aceptaran ser residencias porque lo que podemos pagar, es poco. Tenemos un monto para invertir, pero las mineras doblan esa cantidad, pagábamos por pieza ocupada y no por el hotel completo. Ellos cobraron como siempre lo hacen y nosotros no tuvimos la acuciosidad para revisar eso. Los hoteles que trabajaron como residencias sanitarias lo hicieron porque estaban comprometidos con la pandemia, muchos nos dijeron que no, hablamos hasta con los gerentes en Santiago y no conseguíamos nada.
- ¿Alguna vez sufrió presiones mientras era seremi de Salud respecto a la contratación de uno u otro hotel para residencia sanitaria?
Ni siquiera contratábamos los que estaban disponibles, los que conseguíamos eran porque insistíamos mucho y luego nos decían que sí. Pusimos avisos en los diarios y nadie respondía, por eso teníamos que ir a hablar personalmente y pedir que lo pensaran. Nadie quería funcionar como residencia sanitaria y otro punto es que, dentro del contrato, la Seremi de Salud no se hacía cargo de ningún destrozo. Y en ocasiones se perdían cosas y eso corría como gasto de los hoteles. Por ello insisto en que los recintos que funcionaron como residencias sanitarias en Antofagasta, lo hicieron porque estaban comprometidos con la pandemia.
Comercio ambulante
- Un tema que no ha podido controlarse es el comercio ambulante y el aumento de aglomeraciones y venta de alimentos sin resolución sanitaria en el centro de la ciudad. ¿Por qué no se ha visto una fiscalización intensa de las cocinerías ilegales?
Hasta que salí de la seremi, estuve sacando alimentos de la calle, pero se va una cocinería y aparecen tres. Pero el tema de los ambulantes, ropa y todo lo que se vende, corresponde a la municipalidad y como Seremi de Salud, cursé tres o cuatro sumarios, algunos están recién saliendo, obligando al municipio a despejar porque es un riesgo para la salud pública. La última semana antes de que dejar el cargo enviamos el último, porque lo que ocurre en el centro es un atentado contra la salud pública, se quitan los espacios para caminar y aumenta la posibilidad de contagios. El municipio no toma las riendas de que el espacio público es de absoluto dominio municipal. Cuando un restorán quiere poner mesas a fuera, ¿a quién le paga? Por este mismo tema, pasé tres o cuatro sumarios al municipio, también lo hice en diciembre con el alcalde Wilson Díaz, pero al parecer prefieren pagar y no hacer nada, no lo entiendo.
También realizamos sumarios pequeños a quienes venden los alimentos, no tengo el número a mano, pero en una de las fiscalizaciones que hicimos cursamos diez. Todos los que vendían quedaron con sumarios.
- En la Cámara de Comercio acusaron sesgo en la forma en la cual durante su gestión se fiscalizaba solo a los locales establecidos, pero había vista gorda con los ambulantes que venían alimentos en la calle. ¿Cómo responde a esto?
Estoy de acuerdo con la Cámara de Comercio, lo que pasa no tiene nombre, porque los establecidos son los que generan trabajo y pagan impuestos que aportan al Estado. No podemos eludir las responsabilidades, la Seremi de Salud cursa los sumarios que corresponde a la municipalidad y a quienes venden, pero la responsabilidad de los espacios públicos es del municipio.
- Salud cumple con su labor, fiscaliza y cursa sumarios. Con la experiencia que tuvo en la seremi, para evitar que se instalen los ambulantes y generen aglomeraciones, ¿de quién depende esa responsabilidad, del municipio?
No, es un trabajo intersectorial. La municipalidad tiene que trabajar en conjunto con la Delegación que es la encargada de la seguridad. Lo ideal es evitar que, en las mañanas, mediante un trabajo que un tiempo lo hicimos, los ambulantes se instalen. Eso lo realizamos en plena pandemia con Carabineros, las fuerzas armadas, la seremi y el municipio, que puede pedir colaboración, pero sin eludir la responsabilidad.
- ¿Qué tan complejas son estas fiscalizaciones? Muchas veces denuncian agresiones contra los funcionarios que las ejecutan.
Es tremendo, a mí me lanzaron un melón, una sandía, a un funcionario le arrojaron aceite, a otro le tiraron bolsas con orina. Hay empujones, a una funcionaria le cortaron la credencial de un tirón y tuve que colocar un recurso de amparo. Teníamos que salir en grupo para defendernos entre todos porque el nivel de agresión es alto y lo peor es que los transeúntes comienzan a defender.