Son varias las voces que se suman al llamado de diversificar la actividad económica de la región de Antofagasta siendo el turismo la llave para eso. Uno de ellos es el country manager en Chile de la gigante hotelera GHL, Johnny Flores.
Entre el análisis que realiza, ve como ejemplo lo ocurrido en España, país que al atravesar la crisis del Euro logró evitar el colapso gracias al turismo.
A la hora de analizar el mercado hotelero regional, Flores es claro en señalar que «existe un buen inventario de infraestructura para poder sacar adelante a la ciudad pero esos hoteles no se llenan por sí solos sino tienen que hacerlo en base a gestión pública y privada».
Dentro de los desafíos que observa se encuentra el lograr que aquel turista que solo viene por negocios lo haga luego con su familia. «Así se beneficia no solo el establecimiento hotelero sino también todo el aparato productivo de la ciudad», indicó.
Los atractivos y el desafío
Flores recalca que potenciales para ser ciudad turística, hay. Para esto destaca «la infraestructura que tiene la costanera. Si uno hace una reflexión de los destinos en Chile, veamos desde el sur hasta el norte. Valdivia, sí, tiene costanera frente a su río y su mar; también Viña y Valparaíso tienen costanera. La Serena, también. Y en ese sentido Antofagasta tiene un potencial increíble tanto de ida como de retorno que no lo tienen los destinos de los que recién hablamos, y si lo tienen, son tramos cortos», sentenció.
A la hora de ver los desafíos, es claro. «El principal desafío, en todos los destinos de Chile, es trabajar en los servicios, en la calidad (…) Nos hemos quedado un poco en desarrollar más la profesión de garzón, de camarero, de recepcionista. Cuando nosotros capacitamos a estos funcionarios para que hagan su trabajo con actitud y aptitud van a generar instancias memorables a los huéspedes con los que están interactuando», concluyó.
