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domingo, 28 abril, 2024
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Policial

Familia relata las últimas horas de Gilberto Narváez antes de perder su rastro en El Trocadero de Antofagasta

La pesca era una de sus grandes aficiones y por eso Mitzi Rodríguez, su pareja, le regaló un set que estrenó en la playa del sector norte cuando perdieron su rastro. Todo indica que cayó al mar y su familia pide que las autoridades continúen apoyándolos con la búsqueda. Esa jornada iría al cine con su hija, “desayunamos en la cama con la niña y en la mañana dijo ‘déjame ir a pescar un ratito, dos horas, llego, almorzamos, me baño y nos vamos’”, relató Rodríguez. A las 17.30 horas llamó a rescate marítimo y cursaron la denuncia por presunta desgracia.

Las dos grandes aficiones de Gilberto Narváez (37) eran los asados y la pesca. Como pasaba horas mirando videos sobre la captura de peces, Mitzi Rodríguez, su pareja y con quien tiene una hija, le regaló implementos para esa actividad pensando en el Día del Padre. Al recibirlo era como ver un niño en Navidad, recordó la ingeniera en prevención de riesgos, por eso la mañana del sábado tres de junio planificaron una jornada en la que iría un par de horas hasta El Trocadero, para estrenar su set de pesca, y después de almuerzo saldrían en familia al cine. Pero cuando lo contactó para ir a buscarlo al sector norte de la playa, la primera alerta fue que el número no estaba disponible en un equipo que antes de salir del hogar tenía un poco más del 80% de batería. Con la esperanza de que regresara solo desde una distancia que no supera los 15 minutos caminando, Rodríguez esperó hasta las 17.30 horas de ese día, cuando en El Trocadero llamó a rescate marítimo para iniciar una búsqueda por presunta desgracia que todavía no tiene ningún resultado.

Mitzi, antofagastina de 39 años, tenía una relación de convivencia con Gilberto, la que comenzó hace nueve años y que en el 2017 tuvo como fruto el nacimiento de una niña. La profesional señaló que su pareja nació en Buenaventura, una ciudad costera de Colombia, donde su vida fue humilde, con muchas necesidades. Buscando mejores oportunidades, en el 2014 emigró hacia Antofagasta y ambos se conocieron en la empresa donde ella era la prevencionista de riesgos. Actualmente trabajaba como maestro mayor y soldadura en la compañía Thiess en Minera Centinela.

“A un mes de que llegara con mucha ilusión y antes de que fuéramos pareja incluso lo ayudé con sus papeles porque le gustaba tener todo en regla. Tampoco le gustaban las deudas, ahorraba y me enseñó mucho a ordenarme en ese sentido, siempre enfocado conmigo y luego con la niña. Primero hicimos una amistad de la que nació una relación, nos enamoramos, el 2015 ya estábamos viviendo juntos. Tengo tres hijos anteriores y cuando conocí a Gilberto mis hijos tenían cinco, seis y 11 años y ahora tienen 14, 15 y 20, entonces independiente que el papá de ellos sea muy bueno, Gilberto fue una figura paterna y ellos están muy mal, es horrible lo que nos está pasando como familia”, manifestó.

Rodríguez afirmó que al principio la relación no fue fácil, había muchos prejuicios, él colombiano, “negrito y yo ingeniera en prevención. Pero estaba tan enamorada, luchamos y todo el mundo lo respetó, mi familia lo adora y eso fue antes de que tuviéramos a nuestra hija”.

La ingeniera indicó que el desaparecido tenía dos actividades preferidas, hacer asados y pescar, pasaba horas mirando videos sobre esta última actividad. Pensando en el Día del Padre, Mitzi compró por Internet un equipo de pesca, lo cual provocó una gran felicidad en Gilberto, “parecía un niño en Navidad”. Los elementos llegaron en dos envíos, el 30 de mayo y el siguiente el jueves primero de junio, aunque inicialmente esperaban la entrega para entre el siete y el diez de este mes.

La cronología de un misterio

El sábado tres de junio, la familia había acordado que saldrían durante la tarde con la idea de ver la película La Sirenita. La jornada fue organizada de la siguiente manera: a las 11.30 horas dejaron a Gilberto en El Trocadero, cuya distancia con su vivienda es de unos 15 minutos caminando. Mitzi regresó a ver las cosas de la casa con su hija y a las 14 horas se contactarían para que ella regresara a buscarlo. Sin embargo, como terminó un poco antes, la profesional llamó a su pareja a las 13 horas con 53 minutos y desde ese momento, el único mensaje que escuchó del teléfono era “este número no se encuentra disponible, por favor intente más tarde”.

“Me llamó la atención, porque le pasé el teléfono y tenía 81% de batería. Ese día fue puro amor, me abrazaba, desayunamos en la cama con la niña y en la mañana dijo ‘déjame ir a pescar un ratito, dos horas, llego, almorzamos, me baño y nos vamos”, relató Rodríguez. La espera continuó con la esperanza de que el trabajador regresara caminando hasta el hogar, pero como las llamadas seguían sin respuesta y eran las 15 horas, momento en el que habían planificado ya estar saliendo hacia el cine, volvió hasta El Trocadero para buscarlo. En el borde costero tampoco encontró a Gilberto y pensó que mientras ella se había trasladado hasta la playa, él hizo lo propio hasta la vivienda.

En la casa que compartían, Mitzi esperó nuevamente a que se presentara, pero como el tiempo corría sin novedad, acudió a la costa, zona de la que no volvió a moverse ese día. “La marea subió, no estaba así en la mañana. Lo busqué por todas partes, llamé a mi hijo, a mi familia para preguntar si había regresado y a las 17.30 horas no aguanté y llamé a rescate marítimo”, precisó. Aquel día en la mañana el joven quedó en los roqueríos del rompeolas norte de la playa, sin embargo, el pasado domingo aparecieron dos testigos quienes estuvieron con Gilberto. “Estaban donde siempre supuse que lo haría, porque no es una persona arriesgada, tampoco tiene rencillas con nadie, es de su trabajo a la casa y abnegado por nuestra niña. Los fines de semana siempre estaba feliz porque podíamos compartir juntos, éstas eran sus motivaciones y por eso fue raro, nunca se había perdido de esa forma, sin contestar el teléfono”, expuso.

Los testigos manifestaron que Gilberto se fue del lugar cerca de las 13 horas, aunque la última actividad de su teléfono fue cerca de las 12.30 horas, incógnita que deberá ser aclarada durante la investigación que lidera el Ministerio Público.

La única ayuda que Mitzi solicita es que las autoridades y la comunidad no dejen de apoyar con la búsqueda. “Hay personas de buen corazón que vienen a rezar por mí, traen termos con té y eso lo agradezco, pero lo único que pido en esta situación tan trágica es ayuda, porque si realmente cayó al mar, quiero encontrarlo para darle una despedida. Se lo merece, es una muy buena persona, como papá ninguna falla, como padrastro tampoco, así que siento que debo encontrarlo”, recalcó Rodríguez.

El impacto que la desaparición tuvo en la ingeniera llevó a que desde el suceso pase las noches en la casa de su hermana. Su estado de ánimo pasa de la serenidad, al enojo y a la tristeza con llantos. En este contexto, valoró que su jefatura la contactara para que concentre sus energías en la búsqueda y que no se preocupe por el trabajo. A las 7.30 horas de ayer, Mitzi llegó al borde costero y tuvieron la ayuda de un dron de Carabineros y de un particular. Además, acudió un grupo de pescadores que desempeñan labores de rescate y búsqueda.

Hipótesis

La principal sospecha de la desaparición es la caída al mar, aunque por el momento ninguna hipótesis puede ser descartada. “La posibilidad más alta es que cayera, pero tampoco puede descartarse que le hicieran algo, que no esté ahí, todo está en proceso de investigación. Además, no apareció ninguna de sus pertenencias y la gente que conoce el mar dice que siempre se encuentra algo. No hay ningún indicio de sus cosas y se han realizado búsquedas con dron, con avioneta, con helicóptero, con buzos y no hay nada”, lamentó.

Mitzi dijo que la fiscalía instruyó patrullajes para la búsqueda, es decir, una camioneta con tres funcionarios recorriendo la costa, lo que es una tarea diaria de la Armada. El capitán de Puerto dispuso de apoyo con buzos e incluso en estas mismas tareas colaboraron vecinos pescadores. De hecho, ellos han revisado las cavernas en ese sector y le explicaron qué ocurre normalmente cuando un cuerpo cae al mar. “Lo que pasa es que todavía no estoy en la postura de que está muerto, lo más probable es que así sea, pero si me pongo en esa situación voy a derrumbarme y no puedo hacerlo en este minuto porque me necesita para seguir buscándolo”, reconoció Rodríguez.

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6 COMENTARIOS

  1. Que triste 😭 deseo de corazón puedan encontrarlo Dios le de fuerza para soportar la triste situación q vive ! Lo lamento hojala ocurriera un milagro grande y aparezca sano las esperanzas no deben de perderse fuerza y mucha fe !

  2. Gilberto gran amigo de mi papa , mi padre fue quien le enseñó a soldar 😭 que triste .. Dios permite porfavor que aparezca el Gilberto con vida te lo ruego señor 🙏 dale tranquilidad a su familia y amigos

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