Una acusación de “triangulación de fondos públicos” y “sobre precios” enfrenta ProCultura después de recibir asignaciones directas de parte de un gobierno regional, esta vez en Magallanes, para la realización de un mural en la Costanera del Estrecho en Punta Arenas. Y es que la cuestionada fundación, a la que el Gore de Antofagasta le traspasó $629 millones para la intervención de fachadas en la ciudad, ahora es denunciada por el consejero regional de la zona, Alejandro Riquelme, quien sostiene que parte de los dineros fueron a parar a la empresa de uno de los directivos de la organización sin fines de lucro. 

Según la factura exenta número 86, a la que tuvo acceso el medio local El Pingüino, “del total de la asignación directa 23 millones 689 mil 999 pesos; un total de 23 millones de pesos fueron directo a parar a la empresa Agencia de Turismo Patrimonial Spa, cuyo único dueño es Francisco Fuentes Araya, director de Patrimonio Natural y Sustentabilidad en la Fundación Procultura”.

Aquello se conoció luego que Riquelme recurriera al Consejo para la Transparencia a fin de conocer la totalidad de las asignaciones directas de los últimos dos años, aunque el Gobierno Regional de Magallanes envió solo algunas rendiciones y solicitó un plazo adicional. “Solo se ha entregado cerca de un 30 a 40 por ciento del total de la información que el fallo del Tribunal de Transparencia obligó al gobernador (Jorge) Files a transparentar”, cuestionó el consejero. 

Para la autoridad, “podría tratarse de un hecho constitutivo de delito, pues la asignación directa es solo a instituciones sin fines de lucro y aquí el dinero es entregado a empresas de directivos, ocultando que el fin último es una empresa y no una fundación”. 

En este sentido, explicó que “en teoría una fundación sin fines de lucro va y le pide plata al gobernador regional para hacer un mural, a un sobre precio. ¿Cuál es el sobre precio? 23 millones de pesos. Esa plata es entregada a la fundación sin fines de lucro, sin embargo, los directos de la fundación ProCultura crean pocos meses antes una empresa, en la cual el único dueño es uno de los directivos de la fundación ProCultura y rinde, casi la totalidad de fondo (23 millones de pesos), por la ejecución del mural, a través de una factura exenta, por lo cual no corresponde. Y segundo, sin contar con el giro para hacerlo”. 

“En definitiva, la plata que se le entregó a una fundación llegó a los bolsillos de un director de ProCultura. Eso se llama triangulación de fondos. Lo que estamos viendo es que hay un mecanismo para obtener platas por asignación directas para empresas de los directivos de la fundación ProCultura”, fustigó. 

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