La atención por orden de llegada que brindan algunos médicos en Antofagasta es una mala práctica habitual, sostenida en el tiempo y de larga data, criticó el diputado Jaime Araya (IND-PPD). El parlamentario solicitó una serie de antecedentes al Congreso para estudiar si existe la posibilidad de que esta forma de trabajo, característica de consultas particulares en la ciudad, pueda ser sancionada a través de la ley de derechos y deberes de los pacientes. Si esta opción no puede concretarse y la Superintendencia de Salud no opera en esta materia, Araya adelantó que preparará un proyecto de ley que sancione expresamente esta conducta. Además, emplazó al Colegio Médico de Antofagasta a que se pronuncie sobre si creen que corresponde entregar este tipo de atención o si comparten la idea de que se necesita un cambio profundo para evitar que las personas esperan horas en una consulta.

La semana pasada, Araya realizó una intervención en la Cámara durante la discusión del proyecto para establecer un seguro por eventuales daños a pacientes producto del ejercicio de la medicina. “La región de Antofagasta es quizás la única de Chile donde hay una muy mala práctica, que es la atención por hora de llegada, en que a los pacientes les dicen ‘usted tiene hora a las cinco de la tarde’ y el médico llega a veces a las seis y atiende por orden de llegada. Hay gente que está cuatro horas con sus hijos enfermos, esperando que el médico inicie la atención”, afirmó.

Tras sus dichos, el parlamentario recibió una serie de mensajes de la comunidad que detallaban las dificultades que genera esta forma de trabajo en las consultas. Por ello solicitó un informe a la biblioteca del Congreso para tener el conocimiento adecuado de la historia de la tramitación de la ley derechos y deberes del paciente. “En una primera vista de la ley creo que efectivamente se vulneran alguno de los derechos contenidos en la misma y esto podría ser eventualmente reclamable ante la Superintendencia de Salud. Por lo tanto, quiero tener claridad y en las próximas semanas sabremos cuáles son los caminos para seguir”, adelantó el parlamentario.

• ¿Qué reacciones tuvieron las críticas a la atención de los médicos por orden de llegada en Antofagasta?

Dije una cosa que es de sentido común, es impresentable que, en el año 2023, algunos médicos en Antofagasta atiendan por orden de llegada. Es una mala práctica muy arraigada entre los médicos y médicas de nuestra comuna. Desde ese punto de vista me llama profundamente la atención la enorme repercusión que tuvieron esos dichos en la ciudadanía. Hubo una inmensa cantidad de mensajes para intentar que esto pudiese dar un paso más adelante, incluso que se pudieran realizar denuncias en la Superintendencia de Salud respecto de vulneración de los derechos del paciente. Es impresionante la sensación de abuso que sienten muchas personas respecto a esta mala práctica de algunos médicos en nuestra ciudad. Y sobre todo con quienes llevan a sus hijos a controles pediátricos, es una práctica habitual, sostenida en el tiempo y de larga data. Además, he tenido oportunidad de conversar con algunos colegas diputados que son profesionales de la salud y esta conducta no se conoce en otras partes del país. Se trata de una práctica habitual en la ciudad y creo francamente que es un abuso con quienes buscan reparar su condición de salud.

• ¿Lo que ocurre podría ser objeto de reclamo en alguna instancia al percibir las personas que sus derechos como pacientes son vulnerados al someterse a esta forma de atención?

El tema lo estoy tomando muy en serio, sobre todo después de ver la enorme repercusión que tuvo en la ciudadanía. Pero primero partiría haciendo un llamado a la directiva del Colegio Médico de Antofagasta a que tome medidas, que vean que esto es un problema que afecta la dignidad, el buen trato y los derechos esenciales que están contenidos en la ley de derechos y deberes del paciente. Esto es muy importante porque el gran ausente en esta discusión es precisamente quien tiene la presión ética de los profesionales, el Colegio Médico de Antofagasta, nunca los he escuchado decir una palabra respecto al tema. Tienen que hacerse cargo del problema, esperaría un pronunciamiento claro del gremio respecto de si ellos avalan esta situación, si creen que corresponde o si derechamente también comparten que es una mala práctica y un abuso en cuanto a la posición que tienen los facultativos con sus pacientes.

Dicho esto, pedí un informe a la biblioteca del Congreso para tener el conocimiento adecuado de lo que fue la historia de la ley de tramitación de derechos y deberes del paciente. En una primera vista creo que efectivamente se vulneran algunos de los derechos contenidos en la misma y esto podría ser eventualmente reclamable ante la Superintendencia de Salud. Por lo tanto, quiero tener claridad y en las próximas semanas sabremos cuáles son los caminos para seguir, porque si esto no puede ser reclamable y la institucionalidad, la Superintendencia de Salud no está funcionando en esta materia y hay que hacer modificaciones legales, voy a preparar un proyecto de ley que expresamente sancione y castigue esta mala práctica.

• Con la situación de los virus que están afectando a niños, que médicos pediatras atiendan por orden de llegada implica acumular a niños que eventualmente están enfermos en un espacio cerrado por este sistema de atención. ¿Requiere un llamado de urgencia a los especialistas para que terminen esta forma ahora considerando el escenario de los pacientes pediátricos en Chile?

Enviamos un oficio a la Seremi de Salud pidiendo que imparta instrucciones respecto de la modalidad de atención. De hecho, tenemos una alerta sanitaria vigente, que se extendió respecto del virus sincicial y por lo tanto entiendo, que lo que debiera hacer la Seremi de Salud, es proceder a que revisar las condiciones en las cuales son atendidos los pacientes. Y en eso, la atención por orden de llegada es un laboratorio de contagio inminente y ahí tienen que hacer los esfuerzos que correspondan para contar con atenciones programadas y adecuadas. No sé cuál será el estándar que tienen los médicos, porque hay gente que me ha referido que después de esperar tres horas y media para que lo atiendan, lo hacen por cinco o siete minutos. Entonces si el estándar de atención de los médicos es una consulta de 15 minutos, tienen que citar cada 15 minutos a los pacientes y se atienden puntualmente sin generar esta concentración de personas que lo único que hace es aumentar la circulación de los virus.

• ¿Qué cosas cree que facilitaron que en Antofagasta se instaurará este sistema de atención y hasta qué punto puede entenderse?  

Me llama la atención que esto sea una práctica en Antofagasta, la ciudad ha crecido y desarrollado en muchos ámbitos, pero en este tipo de cosas seguimos siendo una comuna del año 70. Además, los valores de la consulta de los médicos, cualquiera de forma particular cuesta unos 50 mil o 60 mil pesos. Hay que tratar con respeto y dignidad a los pacientes, nadie va por gusto a ver un médico, las personas van por un problema y la prestación que tiene que darse con el más alto estándar. Primero debemos ser capaces de evidenciar esto, denunciarlo y solucionarlo. En esa perspectiva recibí una gran cantidad de mensajes, de historias, de opiniones transversales de todo Antofagasta sobre distintas especialidades y tramos de edades de que es una práctica habitual y eso no puede ser. Esto no corresponde y lo más curioso es que es que algunos servicios médicos que vienen a atender desde Santiago lo hacen con la hora acordada sin ningún problema. Es algo que las consultas podrían realizar y no tiene ninguna otra explicación que eventualmente es un sistema que acomoda a muchos y finalmente están en una posición que les permite abusar de aquello. Esa cultura de no respetar a los demás debe terminar y espero que el Colegio Médico de Antofagasta parta con un pronunciamiento claro sobre esta situación. Tienen que explicar qué justifica que a alguien lo citen a las cuatro de la tarde para que el médico comience a atender a las cinco, mientras que el paciente finalmente pasa a consulta a las siete de la tarde.

Y otro punto es que existe mucha arbitrariedad, no puede ser que gente que espera dos horas reciba una atención de unos minutos. Una señora me explicaba que durante la primera consulta le encargan hacer una cantidad de exámenes y después se cobra nuevamente por revisar los resultados.

• ¿Qué tan necesario es introducir competencia en el área de la salud en Antofagasta para enfrentar este problema?

Sería un error que viéramos esto como un tema de mercado. Lo que corresponde es que el Colegio Médico haga lo que tenga que hacer; que los médicos recuerden el juramento hipocrático y que existe una ley de derechos y deberes del paciente que tiene respetarse y esto también que tiene que aparecer en la etapa formativa. Se necesita una conversación con los lugares que forman a los profesionales, no puede ser que los especialistas que recién comienzan a trabajar adquieran esta práctica. El nivel de repercusión que tuvo una intervención que fue bastante sencilla, da cuenta que es un problema muy profundo y extendido en Antofagasta. Las consultas particulares cobran 50 mil o 60 mil pesos, algunas no atienden por Fonasa y con la crisis de las isapres que no reconocen los bonos, al pagar por una consulta lo menos que se requiere es un servicio de calidad. Y en esto la Superintendencia de Salud tiene las herramientas legales y también espero que, en el contexto de la crisis sanitaria, la Seremi de Salud tome muy en serio el tema de reducir estos espacios focos de contagio. Espero que tengamos la suficiente valentía para enfrentarse a un gremio que es muy influyente, muy poderoso y del que no todo el mundo está disponible a enfrentarse con ellos.

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