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jueves, 18 abril, 2024
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Hoy aprendí: eduquemos desde la ciencia y la astronomía

"Invito a que nuestra siembra educadora, se sumerja en el mundo de la Investigación y de la Astronomía; para, conocer por ejemplo, qué hacemos en Chile y en todo el territorio sobre la contaminación lumínica", Jorge Tapia Guerrero, Premio Nacional de Excelencia Docente

Mientras asoma un nuevo fin de semana de otoño; hoy, aprendí que, luego de más medio siglo educando generaciones de mi pueblo, tiempo en que he caminado tanto, he investigado, leído, hablado y escrito sobre Las tierras del norte; y que, he recorrido todas sus estaciones, desde las Letras y Espíritu; más, sin buscar jamás la luz astronómica en la danza amada de las estrellas.

Efectivamente, he mirado, siempre enamorado, los cielos de otoño, primavera, verano e invierno; he conversado con hombres y mujeres, con los pescadores, mineros del cobre, del salitre y de tantos habitantes y, junto a ellos, he volado con mis eternas compañeras gaviotas y, siempre abrazado a los vientos terrenales del desierto; más, nunca, alcé el vuelo en la Luz de nuestros Observatorios que descifran Humanidad.

El Maestro Eterno, descubre hoy que, vivió aquí, pegado a esta Tierra, sin ver su inmensidad celestial; curiosamente, vivió en sus propios espejismos y en la pequeñez de su propia sombra imperfecta, sin abrir la mirada hacia la espaciosidad nítida, ni dialogar con los enigmas del espacio.

Eduqué tanto en la inmediatez humana de nuestro tiempo, olvidando futuro y sin valorar que los cielos de nuestra región son los más transparentes del mundo y no solo a la luz visible; así es, no me detuve con mis estudiantes, a disfrutar el evento astronómico de un eclipse lunar y luna de sangre; ni a elevarme desde esta Tierra pequeña para conocer sus simbolismos.

Por ello, sin autocomplacencia y desde la humildad crítica del Docente, hoy canto a los Astrónomos; canto a ellos y ellas que no solo miran los cielos de mil colores; sino investigan, descifran y nos concientizan, respecto a movilizarnos para evitar que la Contaminación Lumínica, acabe con  la bella danza de las Estrellas infinitas, por la emisión irresponsable de luz hacia el cielo y por la utilización irracional de tecnologías que impiden ver al ojo humano; obstaculizando, además, la observación astronómica que descubre nuevas rutas cósmicas; por ello, debemos declarar, como Bien Común de Humanidad, a la Madre Atmósfera.

Hoy aprendí que, he educado en la formación integral de las Gentes de mi Norte, sembrando valores en fecundidad; y, desde los primeros años enseñamos a explorar nuestro cuerpo y entorno inmediato; mediante la interacción responsable; más, olvidando aprender de los enigmas del universo, sin saber quiénes somos, qué somos, qué seremos y hacia donde iremos.

Amigos Lectores es que, hoy, aprendí con un apasionado científico universitario y astrónomo, Doctor Eduardo Unda Sanzana quien, con su voz joven y otros investigadores, enseña lo imperativo de proteger, de toda amenaza, a nuestros cielos e intenta, en los años, hacer oír su voz, para incluir en la Nueva Constitución el Derecho a una Atmósfera Sin Contaminación.

Hoy descubro que, no descifraremos jamás los grandes misterios de nuestras existencias, si no descubrimos los secretos de los cielos, planetas, cometas, galaxias y las estrellas; o la similitud de Marte con el Desierto de Atacama y los mundos oceánicos del sistema solar; o, recorrer imágenes de un asombroso descubrimiento de un agujero negro en la vía láctea, junto con el gas caliente que lo orbita y emitiendo luz en radio ondas-escala naranja de colores.

Por todo ello, invito a que nuestra siembra educadora, se sumerja en el mundo de la Investigación y de la Astronomía; para, conocer por ejemplo, qué hacemos en Chile y en todo el territorio sobre la Contaminación lumínica, sus impactos, el uso inadecuado de la luz, las fuentes de emisión, cómo generar normas lumínicas, cómo capacitar, educar y recomendar modelos de actuación; puesto que, debemos educar, entendiendo desde nuestra pequeñez terrícola  que, quizás, no estamos solos y que somos, parte de una sociedad cósmica y que, entonces, hoy, es el tiempo del despertar de nuestra ciudad, de debatir temas trascendentes para nuestra geografía natural y humana; más allá de la minería y otros temas fundamentales.

Mi llamado de Educador Social es que, la semana que pronto se inicia, en que la Convención Constitucional aterrizará y amarizará en cada rincón de nuestra región; junto con escuchar y compartir sus propuestas sociales de tanta significación; también debe ser la oportunidad para continuar conversando, escuchando y consensuando con todos los actores, sean educacionales, sociales, políticos, sindicatos, migrantes, autoridades y organizaciones medioambientales de modo tal que la Visita Constituyente: ¡Sea el canto de esperanzas para declarar a la atmósfera como un bien intransable y proteger de la contaminación lumínica, a los cielos sagrados de nuestro norte!.

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