Luego de conseguir importantes cifras en la elección presidencial, parlamentaria y de consejeros regionales en el 2021, el Partido de la Gente (PDG) se instaló como una nueva fuerza política en el país, sobre todo gracias a los resultados electorales conseguidos en Antofagasta. Un fenómeno similar experimentó el Partido Republicano el año pasado, cuando obtuvo mayoría en la composición del Consejo Constitucional y con 53 mil votos en la región registró al candidato más votado, lo que le permitió doblar a Chile Vamos y conseguir dos de los tres escaños constitucionales.
Sin embargo, la actualidad de ambos partidos es muy diferente al momento en el que se desarrollaron aquellos exitosos comicios. A la elección para dirigir el Gobierno Regional, seleccionar a los consejeros regionales y los cargos de elección popular en los municipios, tanto el PDG como Republicano llegan disminuidos en comparación a procesos anteriores y de no conseguir buenos resultados el 27 de octubre, podrían caer en la intrascendencia política en Antofagasta. Estos conglomerados manifestaron su intención de presentarse a los comicios, aunque por el momento no han comunicado públicamente el detalle los cargos y comunas que buscarán.
En noviembre del 2021, cuando se desarrolló la primera vuelta presidencial, el PDG colocó a su líder Franco Parisi como el tercer candidato más votado (12,8%) tras Boric y Kast sin siquiera realizar su campaña política en el país. Gran parte de ese apoyo lo consiguió en la Segunda Región con su triunfo en las nueve comunas. En esas elecciones, el PDG también logró cinco cupos en el Consejo Regional, uno en la Cámara de Diputados y quedaron cerca de llegar al Senado. Pero las fisuras aparecieron pronto, dos consejeras abandonaron el partido, hubo problemas en la directiva local que posteriormente involucraron su desmantelamiento, situación que terminó el tribunales y más tarde, la diputada Yovana Ahumada renunció a su militancia tras ser atacada verbalmente por Gaspar Rivas. La parlamentaria, junto a otros militantes, dejó el PDG para formar su propio partido en la macrozona norte.
El escenario actual de Republicano también es complejo. Con 53.628 votos, el médico Carlos Solar fue electo con la mayor cantidad de sufragios en toda la región, cifras que permitieron al partido fundado por José Antonio Kast doblar a Chile Vamos en Antofagasta y gozar de la mayoría en el Consejo Constitucional. Meses después la disminución del apoyo se constató en el rechazo de la propuesta liderada por Republicano, aunque las explicaciones internas apuntaban a que nunca estuvieron de acuerdo con ese proceso y que la ciudadanía así lo confirmó con su votación. Tanto en la izquierda como en la derecha culparon a Republicano de repetir los mismos errores de la Lista del Pueblo al ideologizar un documento que debe ser la carta común de un país. A ello se sumó una fuga de militantes, encabezados por el senador Rojo Edwards, quienes incluso llamaron a rechazar el texto redactado a la medida de Republicano.
“Ya son poco competitivos”
Para la doctora en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, Francis Espinoza, tanto el PDG como Republicano ya son poco competitivos, pero más por la contingencia política y el desprestigio interno y externo que por candidaturas específicas.
“De todas maneras, no se han preocupado de hacer escuelas de liderazgos para avanzar en candidaturas más allá de las que lograron poner en la agenda pública local”, criticó. La académica cree que “pasó el minuto de fama” de estos partidos. En el caso de Republicano, agregó, el fracaso del segundo proceso constituyente los golpeó más fuerte en imagen política de lo que esperaban.
“El problema del PDG es su líder Franco Parisi y su mala imagen, pero también sus disputas internas. Creo que es más visible en la región y políticamente importante, porque acá gana Franco Parisi y Carlos Solar obtiene una votación prácticamente arrasante”, apuntó la profesional.
«Reflejos de la emoción de un instante»
“Estos dos partidos tienen en común que respondieron a fenómenos de un momento dado, aprovecharon la pérdida de protagonismo de los partidos políticos, que están en la delicuescencia de su rol y su conexión con la ciudadanía”, analizó Cristian Zamorano, doctor en Ciencias Políticas.
Sobre el PDG dijo que es un conglomerado que se armó en torno a la figura de Parisi y Republicano es fruto de la aparición de José Antonio Kast, lo que corresponde a un voto anti clase política. “Pero cuando el PDG sufre disensiones en el Congreso y vemos el desempeño de Republicano en el Consejo Constitucional, comienzan a parecerse a los mismos partidos que apuntaron con el dedo y reciben el rechazo de la ciudadanía”, enfatizó.
Otro elemento que subrayó Zamorano es que, a diferencia de los partidos tradicionales, la orgánica del PDG y Republicano se basa esencialmente en personajes. Esto se convierte en gran defecto, porque habla de la personalización del poder en la que todo es tributario hacia una sola persona.
“Estos partidos no impulsan un movimiento social, son reflejos de la emoción de un instante, no tiene un voto cautivo. El gran error de ellos es emborracharse con las cifras y no calcular lo que representan realmente”, cuestionó Zamorano.
Hoy los partidos de derecha y republicanos están tal cual los de izquierda. No sé sabe cuál es su idea para el país.