La resaca de año nuevo sigue en el CDA. La extraña partida del Director Técnico Nicolás Larcamón a la banca de Huachipato, la salida de Angelo Araos y Bryan Carvallo (los mejores jugadores de la campaña 2017 que ilusionó a muchos) y- sobretodo- la falta de refuerzos de calidad que reemplacen a las figuritas que se fueron y mejoren la columna vertebral que quedó, son los claros síntomas de un club que ha hecho más noticia por lo ocurrido en la Justicia que en los entrenamientos y la cancha.
Y es que los buenos deseos dados en los abrazos de la primera noche del nuevo año no se han materializado ni en lo más mínimo. Si bien, el presidente y dueño del club, Jorge Sánchez, por un lado saca cuentas alegres por la venta de Angelo Araos, por otro lado se preocupa con seriedad por la anulación en primera instancia de la, por decir lo menos, cuestionable venta del club desde la anterior dirigencia al hombre que reside en el hemisferio norte.
Al parecer, la preocupación del principal timonel de la institución albiceleste sigue estando alejada de lo futbolístico. Preparar apelaciones, fundamentar y rendir cuentas, lamentar la no entrega de los dineros del CDF, vender jugadores, su hogar en EEUU, entre otras cosas, tienen aún en penumbras a un CDA que solo tiene jugadores que pasan como rumores y terminan fichando en cualquier parte menos en La Perla.
Hasta ahora solamente se ha presentado a su nuevo y desconocido técnico, Gerardo Ameli, que tiene como misión mejorar lo hecho por su predecesor que a pesar de un buen torneo, terminó con las manos vacías y mirando de lejos una copa internacional, y nuestro Puma, como reza el viejo adagio, jugó como nunca y perdió como (casi) siempre.
A ver si pasa luego la caña, y empieza a salir de a poco el sol en el verano albiceleste.
