Poco antes de las 21:30 horas del pasado viernes 1 de julio, un aparente corte de circuito –las causas aún se investigan- habría generado el incendio que destruyó gran parte de la techumbre y fachada de la centenaria casona del exClub de Tenis, ubicada en av. Angamos con Gral. Borgoño.
La vivienda, cuyas características claraboyas en el tejado eran parte del inconsciente colectivo de los habitantes del sector sur de Antofagasta se despidió de forma abrupta, causando el llanto de quienes presenciaban la escena.
Sobre esta pérdida, el arquitecto y urbanista de la Universidad Católica del Norte (UCN), Claudio Galeno explica que la ciudad “perdió uno de los pocos vestigios de las arquitecturas en madera que albergaban a los usuarios del sector de deporte y ocio del área sur de Antofagasta. Además hay que decir que su arquitecto, Homero Lois Fraga, puede ser actualmente un desconocido, pero, en la década del 20, diseñó muchas obras en Antofagasta durante el periodo del alcalde Maximiliano Poblete”.
Nota relacionada | “100 años de historia que se van de un momento a otro”: Seremi de cultura por incendio en Casona de Antofagasta
Si bien la casona no figura dentro del catálogo de reliquias del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), con más de un siglo de antigüedad, es la quinta es sumarse a las pérdidas patrimoniales de la capital regional en menos de siete años.
Edificio Club de la Unión (2015)
Fue la madrugada del sábado 10 de octubre del 2015 cuando el edificio del Club de la Unión, ubicado en pleno paseo Prat -entre las calles San Martín y Juan José Latorre- ardió en llamas, desplomándose toda su estructura interna.
Al momento del desastre, la estructura contaba con 111 años. Erguido en 1904, este lugar fue el epicentro del acontecer político nacional al inicio de la inestable década del 30, cuando en plena crisis del salitre, una asonada de golpes de Estados mantenían en ascuas al país.
En ese contexto al interior de este edificio se formó en septiembre de 1932 el “comité civilista”, el cual terminó con la deposición del presidente provisional de Chile, Bartolomé Blanche. Según el académico e investigador de la UCN, José Antonio González, esa fue la única vez que Antofagasta y “el norte”, tuvo verdadera injerencia de las decisiones que se tomaban a nivel país.
Tras el incendio, solo quedó la fachada, que fue demolida al año siguiente. Hoy, un moderno edificio se emplaza en el lugar y el Club de la Unión se trasladó hasta la actual casona que hoy ocupa, en calle Salvador Reyes.
La “Casa de los Gatos” (2017)
Esta casona de estilo chalet inglés se emplazaba de cara a la avenida Brasil, específicamente entre el pasaje Carrera y calle Salvador Reyes. La vivienda en sus últimos años era apenas visible debido al espeso jardín que le antecedía. Su propietaria, una anciana que vivía rodeada de gatos, dejaba que éstos merodearan por la entrada, motivo por el cual se le conoció como “casa de los gatos”.
Según explica el arquitecto Claudio Galeno, esta vivienda fue prefabricada en Inglaterra y traída en barco para ser ensamblada en la ciudad. Su última propietaria falleció en 2014, quedando la vivienda en manos de su descendencia. Finalmente fue demolida el 15 de febrero del 2017 y el espacio actualmente es ocupado como un patio de foodtracks.
Gran Bazar Coloso de Sanz y Cia. (2019).
Fundado en 1913, este edificio que se ubicaba en la intersección de las calles Manuel Antonio Matta con Manuel Baquedano fue por años un céntrico local emplazado en una zona puramente comercial de inicios del siglo XX, teniendo como “vecino” al bazar de casa Jiménez, que aún se conserva.
Según explica el arquitecto Claudio Galeno en su blogspost Arte y Arquitectura “el Gran Bazar Coloso de Sanz y Cia, es un edificio que sintetiza muy bien la tipología del centro de la ciudad de Antofagasta, con comercio en la planta baja y residencia en la superior. Este edificio pertenecía a una familia de origen español”.
La estructura aún conservaba una pestaña de su cornisa exponiendo su año de inauguración, y en sus últimos años, su primera planta fue ocupada por una reconocida farmacia. No obstante la estructura de madera vieja fue incendiada por delincuentes la noche del martes 12 de noviembre del 2019, en el contexto de las protestas sociales. Todo el edificio sucumbió al fuego mientras hordas de encapuchados celebraban la destrucción.
Casonas del ferrocarril (2019/2021).
Este conjunto de viviendas ubicadas en calle Maipú, -entre av. Argentina y Curicó– son las únicas en la lista del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) en la categoría de “zona típica”. Estas viviendas en un inicio fueron armadas en los alrededores del entonces complejo de fundición Playa Blanca (hoy, sus vestigios son conocidos como las Ruinas de Huanchaca) y tras la paralización de la usina en 1902, fueron desarmadas, trasladadas y vueltas a ensamblar en sus actuales calles, en el sector centro.
Según la página del CMN “el conjunto se encuentra en las cercanías del centro histórico de Antofagasta, y con más de cien años ya son parte de la memoria colectiva de la ciudad (…) su arquitectura incorporó nuevas tecnologías y patrones de producción en serie”.
Al igual como ocurrió con el Gran Bazar Coloso de Sanz y Cia, parte de estas casonas por calle Atacama también fueron incendiadas la noche del 12 de noviembre del 2019, aparentemente tras recibir bombas molotov de encapuchados. Si bien no se quemó todo el conjunto, casi dos años después, en una marcha en conmemoración del 18 de octubre, esta vez en 2021, se volvieron a repetir los ataques, acabando con dos de estas viviendas.
Inminente peligro
Sobre esta sistemática pérdida de edificios centenarios y patrimoniales en Antofagasta, el urbanista Claudio Galeno reflexiona que “debería haber un catastro de obras representativas que deberían ser preservadas, no solo en el centro de la ciudad, sino en diversas áreas, ver que es parte del imaginario colectivo, y poder evaluar su estado y nivel de peligro, por ejemplo a incendios, que afecta principalmente a las arquitecturas en madera, principalmente por las precarias instalaciones eléctricas”.
Por último, hizo énfasis en las actuales estructuras que aún se preservan, pero que por la características de sus estructuras, agregado a sus años de antigüedad, también quedan vulnerables a estos fatídicos finales.
“Sobre los incendios, están en peligro cualquier construcción que quede de la época del salitres, pero de las más conocidas, podría mencionar la casa Abaroa, las casas de Ferrocarril en las dos manzanas sobre avenida Argentina, la casa Dauelsberg, el antiguo Hospital Inglés, la estación Valdivia, son muchas, no podrían incluir todas, pero no hay que ser un experto para saber que quedan pocas construcciones en madera, de una ciudad que fue entera en madera”.
