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jueves, 7 noviembre, 2024
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Antofagasta y su historia

Lily Garafulic, la primera escultora antofagastina

La mujer apareció en la revista LIFE debido a la magnitud de sus obras, siendo además una de las primeras artistas en volcarse al subjetivismo, llegando a dirigir el Museo de Bellas Artes.

Proyecto financiado por el Fondo de Fomento de Medios de Comunicación 2023

Lily Garafulic Yancovic fue la primera escultora de Antofagasta que destacó en el extranjero. Es sindicada además como la primera artista nacional en volcar su obra al subjetivismo.

Nacida en 1914 e hija de padres croatas, cursó sus estudios primarios en la entonces Escuela Yugoslavia. Siendo preadolescente se establece en Santiago con su  familia donde estudia en el liceo N°3 de niñas. A los 20 años ingresa a cursar estudios superiores en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile.

Aquí es donde el precoz talento de la antofagastina comienza a notarse. Ganó becas y fue a estudiar arte a Europa. En 1944 se convirtió en la primera mujer en realizar una exposición individual de escultura en el instituto chileno británico de Chile.

Obra

Uno de los trabajos que más despuntaron de Garafulic fue esculpir a los 16 profetas que coronan las cúpulas de la Basílica de Nuestra Señora de Lourdes de la comuna de Quinta Normal en Santiago, obra que ejecutó en 1946 con 32 años y que le mereció aparecer en la revista LIFE.

Sobre este hecho el arquitecto y académico de la Universidad Católica del Norte (UCN) Claudio Galeno, escribió en el libro Forjadores de Antofagasta que “el 3 de marzo de 1952 la revista LIFE publicó un extenso reportaje sobre la modernidad de Chile. Las fotografías habían sido tomadas en el viaje que había realizado por el destacado fotógrafo Eliot Elisofon a lo largo del país, donde conoció a Garafulic, y a quien registró extensamente. Una estudiada foto de la escultora sobre una cúpula del templo de Lourdes decía: “El orgullo de Chile y su expresión de madurez encuentran expresión en la nueva Basílica de Lourdes en Santiago. Figuras de profetas alrededor del domo, son el trabajo de Lily Garafulic, una becada de Guggenheim, de 1944 y ganadora de los más grandes premios chilenos de escultura, es la que está parada aquí parada debajo sus estatuas”.

En 1951 es nombrada profesora titular de la cátedra Catedra de Escultura de la Universidad de Chile. En 1957 representó a Chile ante la UNESCO en la Asociación Internacional de Artes Plásticas. En 1959 fue nombrada Presidenta del Comité Organizador del Tercer Congreso Regional de Artes Plásticas, patrocinado por las Naciones Unidas y la Universidad de Chile.

Asimismo el libro Forjadores de Antofagasta indica que “en 1966 fue profesora visitante para enseñar escultura en la escuela de Bellas Artes de Lima, además ese año fue la representante chilena en el Congreso de Artistas Latinoamericanos. En 1971 fue profesora invitada por la Universidad de Columbia de Nueva York y entre 1973 y 1977 fue la directora del Museo Nacional de Bellas Artes”.

Trascendencia

Garafulic fallece en Santiago el 15 de marzo del 2012 a los 97 años. Tras su deceso, diversas universidades y grupos académicos dedicaron reportajes y publicaciones a la obra de la desaparecida artista.

Por ejemplo la Universidad de Talca inauguró una sala en honor a la antofagastina donde exhibe parte de su obra, destacando además la relación que llegó a tener la escultora con la región de El Maule.

“En octubre del 2013 la Universidad de Talca recibió el legado de Lily Garafulic Yancovic (1914-2012), colección que, en total, reúne 65 piezas, creación que la escultora, curadora y artista plástica conservó desde los años 30 hasta el 2010; elementos muy significativos, pues pertenecían a su colección particular, las que constituyen hoy parte de un importante patrimonio”, destacaron desde la universidad en su revista “De Colección”.

Finalmente el arquitecto Claudio Galeno agrega que “la trayectoria de Lily Garafulic representa la vitalidad formativa de una hija de la inmigración europea, a quien todas las fronteras estaban desdibujadas, desde los países a las materias de sus esculturas. Precursora en el rol moderno del género femenino, ineludiblemente marcado por sus magnéticos y enormes ojos celestes, representó un paradigma internacional de la mujer en el vigoroso arte de la escultura”.

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