Se me está haciendo cotidiano el encontrarme con grandes discos cumpliendo 20, 25 y hasta 30 años de su lanzamiento. ¡Tantos años! y yo todavía los escucho como si fueran del año pasado. Sin embargo, al recordar la primera experiencia de escuchar ese disco, veo un adolescente espinillento de pelo largo poniendo el compac disc en el Walkman, disfrutando de forma analítica cada canción nueva que descubría para luego llamar a los amigos y comentar las mejores canciones, el mejor arreglo de guitarra o la canción mas charcha. Era un rito que repetimos con cada compra que hacíamos en Discocentro o en Disquería Jenny’s. Es que uno a veces no se da cuenta que esa primera audición es un momento único e irrepetible del que uno es parte.
A menudo me pregunto ¿Cómo habría sido vivir en los años 60 y escuchar por primera vez el Sgt. Pepper’s de The Beatles? ¡Que tremendo y raro momento debe haber sido ese! Descubrir sonidos nuevos y extremos a los que nadie había llegado, volando con “Lucy”, soñando con “Whitin” para llegar a morir con el final de “A day in the life”. Ese fue un momento único para los que lo vivieron… casi histórico diría yo.
A propósito de los 20 años del disco “Fome” que Los Tres conmemoraron hace poco en Antofagasta, un alumno me preguntó que cómo había sido escuchar ese disco apenas salió a la venta, y yo recordé ese momento único. Recordé el rito nuevamente. Recordé la primera vez que escuché el “Nevermind” de Nirvana, el disco azul de “Guns N’ Roses”, el “Dynamo” de Soda Stereo, el “Patendo Piedras” de Los Prisioneros, etc.
Hace poco los chicos de “Cuna de Barro” ganaron el “Vive Latino 2017 del Hard Rock café nacional y obtuvieron el tercer lugar de América Latina. ¿Una banda local hizo eso? ¡Pues sí! Con un montón de años tocando en distintos escenarios y nunca bajando las ganas de hacer música, estos chiquillos de Antofagasta finalmente – y como nos suele pasar – fueron profetas en tierras ajenas. ¿Ud. no los ha escuchado? Pues entonces ¡HÁGALO! No vaya a ser que por escuchar lo mismo de siempre, esté dejando de ser parte de un momento único… de un momento histórico.
