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jueves, 25 abril, 2024
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Manuel López, delantero del CDA: “Pasé de jugar en la B a la Copa Sudamericana y hacer un gol. Una locura que solo en el fútbol puede ocurrir»

El jugador argentino de 26 años entró en la historia de Club Deportes Antofagasta al anotar el gol del primer triunfo puma en un campeonato internacional frente a un equipo extranjero. El equipo perdía frente a Goianiense, líder del grupo, pero “en el minuto 87 lo empatamos, en el 90 ganamos y vimos a toda la gente festejando (…) De un año a otro te puede cambiar la vida”, dijo López.

Club Deportes Antofagasta (CDA) consiguió el primer triunfo de su historia frente a un equipo extranjero en un partido que hasta el minuto 87 perdía frente al líder de su grupo en la Copa Sudamericana, el Atlético Goianiense (Brasil). En el Estadio Regional, la victoria la selló el delantero Manuel López, formado en la Tercera División del fútbol argentino y quien hace menos de un año disputaba el Ascenso con Copiapó.

Nacido en Buenos Aires, es el mayor de tres hermanos. Llegó al campeonato chileno en enero del 2020, justo antes de la pandemia y estuvo dos años sin ver a su familia. “Hay dos momentos clave en mi carrera”, dijo López, recordando los episodios en los que estuvo media temporada sin jugar en su país y luego en Chile, momentos que le sirvieron para madurar y prepararse para cuando sus equipos lo necesitaran. “Pase de jugar en Copiapó estando en la B a la Copa Sudamericana y hacer un gol en un triunfo histórico en Antofagasta. Es una locura que solo en el fútbol puede ocurrir, de un año a otro te puede cambiar la vida”, aseguró.

Con un metro y 92 centímetros de estatura, en las inferiores intentaron colocarlo como central, sin embargo, a las 13 años se definió como delantero. Tras obtener los tres puntos por la Sudamericana, Manu habló sobre sus inicios en el fútbol, lo difícil que es la Tercera División argentina, donde sus compañeros complementaban su actividad con otros trabajos para subsistir. En ese contexto conoció historias de algunos de sus colegas sobre el ofrecimiento de dinero para arreglar apuestas. “A mí nunca me pasó, pero ahora el tema está más controlado. Sin embargo, es complejo porque juegan con eso, con quienes no tienen tanto dinero y le cuesta llegar a fin de mes”, lamentó.

Del partido contra Goianiense, relató que ellos tuvieron oportunidades, pero fue algo normal porque buscaron el resultado y tuvieron el premio en los últimos cinco minutos. “Fue una alegría inmensa, sobre todo por ver a mis compañeros festejando en el vestuario, a la gente afuera. El grupo necesitaba esto”, manifestó.

La carrera de un futbolista por lo general comienza a temprana edad. ¿Cómo ocurrió su acercamiento a este deporte?

  • Estaba en el Colegio La Salle y mis compañeros iban a un club de barrio de Vicente López que se llama Aristóbulo del Valle. Los padres de ellos hablaron con mi viejo para que me llevara y él me apoyó en todo momento. Así que fui y empezó a gustarme.

¿Y antes de eso jugaba?

  • A los ocho años, como no tenía ninguna actividad, mis padres querían que hiciera algo y se dio esta posibilidad con mis compañeros. Cuando empecé a asistir me gustó, después iba a entrenar casi todos los días y luego prácticamente era una rutina. Mis amigos fueron el punta pie en un primer momento y la realidad es que más tarde de esa banda seguí yo solo, ellos estuvieron un par de años y no continuaron. Mis padres prácticamente dejaron su vida de lado para llevarme a mí y a mis hermanos para todos lados, hubo cambios de colegio y muchas cosas que hoy agradezco.

¿En qué posición comenzó?

  • Me gustaba estar arriba para hacer goles, aunque después el técnico vio que tal vez podía jugar atrás, pero no era lo mío. Estuve uno o dos años de central en juveniles, pero con 13 o 14 años pasé a delantero y no salí de ahí.

¿La estatura fue un factor que facilitó su inicio en el fútbol? Muchas veces los formadores buscan jugadores altos para ciertas funciones.

  • Creo que eso sumó en su momento, pero hoy cambió esa ideología. Pero antes por lo general el arquero, los dos centrales y el ‘9’ tenían que ser altos. Ahora el fútbol y los estilos cambiaron, Guardiola trajo otras nuevas, utilizando nueves que no son tanto de área, sino que también ayuden en el armado del juego.

¿Cuál fue su trayectoria en Argentina?

  • Hice casi todas las juveniles en Club Atlético Colegiales, que es la Tercera División (Primera B) de Argentina. Llegué al primer equipo el 2013 y debuté a los 17 años, era difícil en la época con esa edad e hice mis primeros goles. Después pasé por UAI Urquiza un año en que la verdad no me fue bien, con dos goles en cerca de 20 partidos, lo que para un delantero es un paso malo. Pero luego llegó el despegue en Flandria en el 2019, que en seis meses tuve continuidad y me permitió venir a Chile.

¿En Argentina, un jugador de la Tercera División puede vivir del fútbol?

  • No se puede, yo vivía con mis padres. Y no se puede porque primero no te pagan al día, tienes gastos y la mayoría de mis compañeros tenían otro trabajo en la tarde para intentar ganar más plata y subsistir, porque esa es la realidad. Es complicado, había muchos problemas, lo veía en ellos y esperemos que eso en algún momento cambie.

En tercera la realidad es muy diferente.

  • Como jugador es lindo vivir esos momentos, porque el ascenso en Argentina, que es parecido al de acá, es adrenalina, vas a canchas raras, es pasión, tienes un poco de todo. Pero después cuando miras por el lado económico, no es tan lindo, pero eso es parte de la vida, hay que sacrificarse porque todo llega y trae recompensas.

En ese contexto, hace unas en Argentina se publicaron informaciones sobre el arreglo de partidos para apuestas y se buscaban equipos o jugadores en situaciones complejas para ofrecer dinero. ¿Escuchó esa clase de historias?

  • Escuché anécdotas y he conocido compañeros que les ofrecieron. Por decir algo, si sacaban tenían que tirarla directamente afuera porque el primer lateral para el otro equipo sería cierta cantidad de plata. A ese nivel, cosas que uno no estaba ni enterado. Por lo que contaban es una persona que te habla al celular o te escribe a tu número, es algo que existe. A mí nunca me pasó, pero ahora el tema está más controlado. Sin embargo, es complejo porque juegan con eso, con quienes no tienen tanto dinero y le cuesta llegar a fin de mes.

También tuvo un paso por Turquía, pero no pudo jugar. ¿Qué sucedió con esa experiencia?

  • Hay dos momentos que fueron clave en mi carrera y ese es uno de ellos. No tenía continuidad en el primer equipo de Colegiales y surgió la posibilidad de ir a una prueba a la segunda división de Turquía. Estuve un mes solo, no jugué, nunca supe por qué y hoy tampoco quiero saberlo. Después de eso volví a Colegiales y estuve seis meses corriendo alrededor de la cancha, si había 35 jugadores yo era el número 37 y eso me hizo crecer mucho. Iba a entrenar y luego al gimnasio a hacer doble turno sabiendo que en algún momento la oportunidad llegaría. Aunque también era consciente de que eso tal vez no pasaría, pero siempre estuve preparado y al año ya estaba jugando. A una corta edad, a los 18 años, maduré y al mirar atrás y ver todo lo que hice, me doy cuenta de que valió la pena.

El 2020 Antofagasta compra su pase. ¿Cómo se gestó ese traspaso?

  • Siempre quise venir a Chile porque amigos que son jugadores me decían que con mis características andaría bien. Me lo dijo un entrenador que jugó acá en el país, Daniel Messina, que si tenía la posibilidad, lo hiciera. A mi representante le dije que analizáramos todas las ofertas y que, si venía una de Chile, me gustaría tomarla. Surgió esta opción de que me comprara Antofagasta y estoy muy agradecido porque después de dos años puedo estar acá.

Lo compra el CDA y lo cede a Rangers. ¿Qué diferencias notó entre la Primera B de Argentina y Chile?

  • Por suerte llegué y tuve un mes de adaptación para la intensidad con la que se juega en Chile en segunda y el modo de juego de los equipos. En muchos sentidos es distinto, los planteamientos en la Tercera División de Argentina eran prácticamente 4-4-2, todo pelotazos y los delanteros tenían una guerra, a pelearla con los centrales y que salga lo que salga. Aquí en la Primera B encontré que casi todos los equipos intentaban jugar, en Rangers con el profe Marcoleta teníamos una idea, queríamos salir jugando y fue una sorpresa grata. Pude acomodarme rápido, tuve una buena temporada con 11 goles.

¿Cómo fue cambiar de país en pandemia?

  • Fue algo muy raro, porque llegué en enero y la pandemia comenzó en marzo. Pasé todo ese tiempo solo, estuve dos años sin ver a ni a mi familia ni a mi novia, aunque ahora están aquí conmigo. No se sabía que iba a pasar, había mucha incertidumbre, pero con el diario del lunes puedo decir que sirvió para hacer otras cosas, como cocinar, leer más de lo que lo hacía antes. A los dos meses volvimos a entrenar, así que dentro de todo fue un periodo corto.

¿Qué puede contar de lo sucedido en Lautaro de Buin?

  • Ese fue el segundo momento que me marcó como futbolista. Venía de una temporada buena en Rangers y surgió la posibilidad de Lautaro de Buin, que estaba reforzándose bien con jugadores experimentados como Enzo Ruiz o el arquero Sebastián López. Acepté y pasaron cosas que excedían a nosotros, problemas con contratos, algo administrativo que nada tenía que ver con los jugadores. Y del club no puedo decir nada, cumplieron y nos pagaron. Estuve seis meses entrenando todos los días y sin jugar.

Pero antes de firmar por Lautaro arranqué con un entrenador personal y se dio en el momento justo. Trabajamos para estar preparados porque la oportunidad llegaría, aunque con mucha incertidumbre, ese era mi foco, estar listo para el momento que fuera donde fuera, tendría que aprovecharlo y después llegó el gran paso que fue Copiapó.

De Copiapó llega a Antofagasta y el inicio del campeonato ha sido difícil en general. ¿Fue complicado llegar con 22 goles en 23 partidos con en el anterior club y no tener números similares en el CDA?

  • Tener 13 partidos sin hacer un gol es difícil, pero con el coach hablamos mucho y estoy donde quiero estar. Cuando llegó la posibilidad de venir estaba muy feliz, quiero estar aquí y triunfar. El inicio no fue muy bueno, me costó la adaptación y desde que me tocó salir en el partido con Coquimbo, siempre hablamos de estar preparados para cuando llegara el momento. Si mirábamos un año atrás, estábamos sin jugar y me preparé, entrenando de la mejor manera porque las oportunidades son pocas. La noche de ayer (miércoles) fue un premio a todo el esfuerzo y estoy muy contento.

Hace unos meses estaba en Copiapó y ahora anotó el gol del triunfo en un copa internacional.

  • Pase de jugar en Copiapó estando en la B a la Copa Sudamericana y hacer un gol en un triunfo histórico en Antofagasta. Es una locura que solo en el fútbol puede ocurrir, de un año a otro te puede cambiar la vida.

Con su gol, Deportes Antofagasta por primera vez logró una victoria frente a un equipo extranjero, así que automáticamente queda en la historia del club. ¿Siente más responsabilidad considerando ese hito?

  • Es lindo quedar en la historia de un club, sobre todo como se dio, porque en el minuto 87 lo empatamos, en el 90 ganamos y vimos a toda la gente festejando. Quiero que mi nombre siga creciendo, para eso vine y trabajando no tengo duda que las cosas van a salir.

En cinco minutos cambió todo el partido ¿Cómo vivió eso en la cancha?

  • En el primer tiempo nos fuimos en desventaja sin merecerlo porque lo estábamos haciendo bien y hablamos de no desesperarnos. Ellos tuvieron oportunidades, pero fue algo normal del juego porque fuimos a buscar el resultado y nos llegó el premio en los últimos cinco minutos. Fue una alegría inmensa, sobre todo por ver a mis compañeros festejando en el vestuario, a la gente afuera. El grupo necesitaba esto.

Después del gol todos sus compañeros lo abrazaron. Después de una mala racha y convertir en esta instancia es aún más especial.

  • Agradecí a cada uno de ellos, porque me bancaron siempre, tirándome buena energía y diciéndome que estuviera tranquilo que el gol iba a salir. No solo ellos, también el cuerpo técnico con Diego, también Tolisano me brindó su confianza y esto se dio en el mejor momento. Si tenía que esperar por un gol, feliz de que fuera este.

En el campeonato nacional las cosas van más complicadas. ¿Tienen tiempo para revertir, cuál es la sensación del grupo?

  • Es una situación complicada, con la calidad de jugadores que hay no tenemos que estar ahí. Vamos a focalizarnos en lo que hicimos en los dos últimos partidos, con Goianense que es el puntero del grupo y Huachipato que venía de tres victorias seguidas y no ganamos porque el fútbol tiene eso, la pelota no quiso entrar. Pero jugando de esa manera, serán más los partidos que vamos a ganar y esto es un primer paso para seguir escalando.
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