Fue en las faldas del cerro Zaldívar, bautizado así por el impulsor del Ferrocarril Antofagasta-Salta, el “empampado” Adolfo Zaldívar, donde fue descubierto en 1979 un nuevo yacimiento, ubicado a 3.200 metros sobre el nivel del mar. Luego de 14 años de estudios se levantó un complejo minero de clase mundial para producir cátodos de cobre, concretando su primer embarque de alta pureza a la ciudad de Kobe, Japón, en junio de 1995.

Comenzaba así una historia que hoy celebra 28 años y en la que Minera Zaldívar ha trabajado con el norte de desarrollar minería para un futuro mejor, para sus trabajadores y trabajadoras y, en forma muy relevante, para la región de Antofagasta y su gente. No podía ser de otra forma. Nacimos en la región y hoy somos parte de un grupo minero orgulloso de tener sus orígenes en ella.

Este arraigo ha sido construido gracias al compromiso de nuestros trabajadores y trabajadoras, quienes no sólo han sentado las bases para el desarrollo exitoso de la compañía, sino que también han sido protagonistas en la contribución al desarrollo social y productivo.

Así, hoy la compañía genera plazas de empleo para más de 900 personas en su dotación propia. Son ellas las que encarnan el orgullo de ser de Antofagasta, ya que la mayor parte de esas familias vive en la región. Además, 12,8 % de ellas son mujeres, quienes reflejan el compromiso de la empresa con la diversidad y la inclusión, y nuestra convicción por impulsar la conciliación entre la vida familiar y laboral.

Trabajar con las empresas proveedoras locales ha sido otro de los focos de Minera Zaldívar a lo largo de su historia. Hoy son más de tres mil las personas que colaboran con nosotros. A ello se suman los esfuerzos que hacemos año a año por formar a nuevas generaciones de mineras y mineros: durante 2022, 33 personas ingresaron a nuestros programas de aprendices, 17 de las cuales son mujeres. Juntos formamos una cadena de valor que se expresa en oportunidades de crecimiento y desarrollo, como lo muestra la adjudicación de más de 62 millones de dólares en contratos y servicios a más de un centenar de empresas de la región el 2022.

Minera Zaldívar siempre ha impulsado la adopción de nuevas tecnologías que nos permitan hacer frente a desafíos compartidos, como avanzar en sustentabilidad y en la carrera mundial contra el cambio climático. En 2020 fuimos la primera compañía de Antofagasta Minerals en abastecerse de electricidad suministrada 100% a partir de energías renovables. Al año siguiente, nos certificamos con The Copper Mark, acreditando nuestra producción responsable de cobre, cumpliendo con los más altos estándares de sustentabilidad. Otra muestra es que, en 2022, el agua reutilizada en nuestras operaciones alcanzó el 94%.

Trabajamos de la mano con universidades e institutos profesionales de Antofagasta en diversos programas, somos los padrinos y madrinas de jardines infantiles de Socaire y Michilla, impulsamos las Becas de estudio de Antofagasta Minerals para la educación superior y hace poco entregamos 144 becas para mejorar la empleabilidad local en rubros no necesariamente mineros de personas con empleo irregular de la capital regional. Apoyamos el deporte en sus más diferentes ámbitos, como es el caso de Club de Deportes Antofagasta y los jóvenes de la Teletón, destacando el inicio de la carrera del tenista Alexander Cataldo, embajador de la Región y de Antofagasta Minerals en los próximos Juegos Parapanamericanos Santiago 2023.

Actualmente, estamos explorando las posibilidades de extender la vida útil de Minera Zaldívar, para lo que ingresamos un nuevo Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental que tendría el potencial de extender nuestras operaciones hasta el año 2051 con una fuente alternativa de agua a la actual y de largo plazo.

Con este espíritu festejamos, orgullosos, los casi 30 años de Zaldívar aportando a la región y a Chile. Somos una empresa que tiene el corazón puesto en la región, en sus trabajadores y trabajadoras, con la certeza de que juntos podemos seguir adelante, asumiendo los desafíos que Antofagasta enfrenta para ser el polo minero de Chile para entregar de forma sustentable al mundo el cobre que necesita para hacer frente al cambio climático.

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