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jueves, 28 marzo, 2024
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Mujeres en ciencia, minería y política relatan lo que falta para el desarrollo de género en sus áreas

Aunque existen avances, ocho profesionales advirtieron que todavía quedan muchas brechas que pueden observarse desde la asignación de cargos directivos a la adjudicación de recursos para investigaciones. “Aumentar la participación de las mujeres en el ámbito laboral, no será ni puede ser producto del azar”, manifestó Ingrid Jamett, doctora en Ciencias de la Ingeniería, directora del Centro de Economía Circular y Procesos Industriales y académica Universidad de Antofagasta.

En la actualidad solo hay un 10% de representación femenina en la Academia de Ciencias de Chile y en ese mismo contexto, el país registra una preferencia histórica en nombrar más directores hombres que mujeres en centros de investigación, explicó Margarita Lay, directora del Centro de Investigación en Inmunología y Biotecnología Biomédica de la Universidad de Antofagasta.

La doctora en virología molecular y microbiología fue la primera seremi de Ciencias de la macrozona norte y conoce en detalle las cifras de la participación femenina en investigaciones científicas. A pesar de este escenario, cree que, con la nueva Política de Igualdad de Género del Ministerio de Ciencia, las brechas en este campo pueden reducirse y junto con ello, para avanzar deben entregarse más oportunidades. La especialista fue una de las ocho consultadas para que compartiera la mirada que tiene desde su área de trabajo durante la conmemoración del 8M. La pregunta ¿qué falta por avanzar en materia de género? fue respondida por integrantes del mundo científico, político y minero.

Aurora Williams, ex ministra de Minería

Ex ministra de Minería y actual gerenta de la Corporación Clúster Minero Región de Antofagasta, manifestó que “la industria minera ha avanzado de manera importante en incorporar a más mujeres, alcanzando un 11.8% de participación, incluyendo mujeres en lo productivo y directivo. Estas cifras son alentadoras, sin embargo, aun podemos mejorar alcanzando cifras que hoy presentan los países mineros en el mundo como Canadá y Australia con un 18% de participación. Los desafíos de la inclusión de mujeres en el ámbito productivo deben considerar aspectos sustanciales como derechos sociales, patrimoniales y políticos; que fomenten la educación, la corresponsabilidad en el hogar y romper con los estereotipos de género. Una preocupación especial es la eliminación de toda forma de violencia contra la mujer”.

Doctora María José Larrazábal

Doctora en tecnología de los alimentos y académica de la Universidad de Antofagasta, detalló que se he avanzado mucho desde su tiempo como estudiante en los últimos años del siglo pasado, cuando tuvo profesores que asignaban tareas más tecnológicas o de ingeniería, a sus compañeros. “Solo después de mucho trabajo, estudio y reclamos a los profesores, pude convencerlos de que era capaz de realizar las mismas tareas, de forma eficiente, ‘aunque sea mujer’. Actualmente estas situaciones no son aceptadas ni toleradas, afortunadamente, sin embargo, continúan algunas otras, relacionadas con ‘micromachismos’, cuestionamientos, invalidaciones, mansplaining, entre otras, que deben ser abordadas”.

Larrazábal dijo que en la academia nacional también se está avanzando, especialmente desde el movimiento feminista del 2018, pero aún quedan muchas brechas que superar. Por ejemplo, la mayor parte de los de cargos directivos superiores está en manos de hombres y lo mismo ocurre con los proyectos adjudicados, tanto en ciencia como en tecnología o las invitaciones a los seminarios.

“Queda bastante camino por recorrer, donde la generación e implementación real de políticas de equidad de género en las instituciones de educación, a todo nivel, es un requerimiento mínimo. La visibilización del rol de la mujer en ciencia y tecnología, sus aportes al desarrollo de ésta, así como resolver las dificultades que enfrentan diariamente, debe formar parte de las estrategias para avanzar. Hablar de esto, es un inicio”, destacó.

Alcaldesa Déborah Paredes

La ingeniera en procesos químicos y alcaldesa de Sierra Gorda relató que por más de doce años ha estado expuesta a cargos de elección popular y durante ese periodo jamás se sintió en desventaja ante sus pares masculino. Actualmente, indicó que como primera autoridad comunal ha recibido el apoyo y confianza de sus pares en la región, siendo incluso electa como presidenta de Asociación de Municipalidades del Norte de Chile.

“Sin embargo, soy consciente de que aún nos queda mucho por avanza en materia de equidad, principalmente y en lo que respecta al área pública, más igualdad y mayor incorporación de mujeres en cargos directivos. Sé que estamos capacitadas para ejercer grandes responsabilidades y asumirlas con éxito. Tengo el gran desafío de contribuir en mi comuna a liderar procesos de empoderamiento femenino y nos esforzaremos junto a mi equipo por generar las instancias de participación y apoyo que requieren las mujeres de Sierra Gorda, porque estoy segura de que, como yo, muchas de mis vecinas pueden lograrlo”, subrayó la alcaldesa.

La primera Seremi de Ciencias Margarita Lay

La primera seremi de Ciencias de la macrozona norte es doctora en virología molecular y microbiología, y dirige el Centro de Investigación en Inmunología y Biotecnología Biomédica (CIIBBA), de la Universidad de Antofagasta. Para contextualizar lo que falta por avanzar en su campo precisó que entre 1901 y 2021, solo alrededor de un 5% de los Premio Nobel se entregaron como reconocimiento a mujeres de ciencia a nivel mundial.

“Nuestro país no escapa de esa realidad, ya que existe un protagonismo disminuido de las mujeres en estas materias. De hecho, entre el año 2009 y el 2019, menos del 20% de las egresadas de pregrado en Ciencias e Ingeniería fueron mujeres. Además, existe una brecha muy significativa en la carrera académica universitaria entre hombres y mujeres, ya que solo el 22% de estas últimas logran llegar a ser Profesoras Titulares en universidades del CRUCH. Más aún, en el año 2019, solo el 25% de las adjudicaciones del Fondecyt Regular, el principal fondo estatal para científico/as nacionales, fueron a mujeres. A ello, se agrega que en la actualidad solo hay un 10% de representación femenina en la Academia de Ciencias de Chile. También, ha habido una preferencia histórica en nombrar más directores hombres que mujeres en Centros de Investigación Científica en nuestro país”, expresó Lay.

Por ello es necesario avanzar en todos estos frentes, aseguró la investigadora, otorgando más oportunidades a las mujeres para que puedan desempeñarse de buena forma. Esto, considerando que al ser madres suman responsabilidades como el cuidado de los hijos, lo que debiera ser compartido equitativamente con el padre. “Por lo tanto, todo ello va de la mano de un cambio cultural. Tenemos la esperanza que la nueva Política de Igualdad de Género del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, se podrán ir acortando estas brechas históricas, entre hombres y mujeres en la Ciencia”, adelantó la académica.

Andrea Moreno, Expo Manager de Exponor-AIA

«Desde la primera infancia se debe formar con equidad de género; incentivar a través de la educación el interés de las niñas por profesiones que hoy son mayormente demandadas por hombres y viceversa, para llegar a ser una sociedad donde todos pueden hacer todo, sin roles y estereotipos de género, prejuicios e ideas preconcebidas», comienza planteando Andrea Moreno, Expo Manager de Exponor – AIA.

A lo anterior recalca que «mujeres y hombres deben contar con las mismas oportunidades para desarrollarse en los distintos campos laborales, en nuestra región principalmente en los rubros minería y energía. Aquí, importante fomentar la incorporación de la mujer a carreras de las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; siempre será un ganar-ganar contar en la industria con equipos mixtos de trabajo. Hoy nos enorgullece que el 38% de la comunidad escolar del Colegio Don Bosco de Calama corresponda a niñas. Una sociedad con una visión de equidad de género y políticas que permitan una real conciliación de vida familiar-laboral, permitiendo así a la mujer desempeñarse y desarrollarse en el mercado laboral», concluye.

Concejala Paz Fuica

Psicóloga y concejala, explicó que desde la práctica social y política las mujeres registran roles importantes en el último tiempo y para eso es necesario recordar el mayo feminista del 2018 con las estudiantes, o el levantamiento de ollas comunas y redes de apoyo en pandemia. “También fuimos fundamentales para que la Convención Constitucional fuera paritaria, marcando precedentes mundiales. Y recientemente fue el voto femenino el que determinó el rumbo que el país transitará con la elección presidencial, apostando por una agenda de transformación en el que será el primer gobierno feminista”, apuntó.

Sin embargo, mencionó que aún con estos elementos, aún falta mucho en temas como el fomento del empleo femenino en Antofagasta, el fortalecimiento del sistema de cuidados, tanto para las mujeres trabajadoras, como cuidadoras y crear políticas que aseguren una vida libre de violencia. “Fortalecer los espacios de participación de la mujer en toda escala, sobre todo la participación social y política desde las juntas de vecinos, donde según datos de la DOS, tres de cada cuatro dirigencias son femeninas. Hasta la política institucional, que cabe recordar el periodo municipal anterior terminó con un concejo conformado 100% por hombres. Afortunadamente este actual concejo tiene la participación de cuatro mujeres y feministas. Y trabajaremos para que el municipio pueda integrar el enfoque de género en todas sus esferas”, enfatizó.

Académica Francis Espinoza

La académica de la Universidad Católica del Norte y doctora en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales señaló “en primer lugar el solo hecho que se pregunte para el 8M sobre nuestras brechas de género”, muestra cuánto falta por avanzar. También dijo que debido a la pandemia y otras crisis económicas el sector productivo que más ha sufrido es el femenino. Y en este escenario, expuso que se debe avanzar en la inserción laboral a la brevedad, sobre todo en mujeres jefas de hogar.

“En tercer lugar, el sector privado, en especial la minería tiene una deuda significativa con las mujeres. Se requiere más equidad de género, pero sobre todo en la alta dirección. Eso mismo ocurre con las universidades donde hay muy pocas mujeres liderando la Educación Superior en Chile. Debiera ser ley que los puestos de toma de decisiones debieran presentar mayores oportunidades para las mujeres. Por último, y tal vez lo más importante es el avance en temas de violencia de género. El número de ataques y muertes de mujeres en manos de sus parejas o ex parejas pareciera que a nadie le importara. Se debe avanzar en leyes más duras al respecto”, propuso Espinoza.

Académica Ingrid Jamett

Doctora en Ciencias de la Ingeniería, directora del Centro de Economía Circular y Procesos Industriales y académica Universidad de Antofagasta, aclaró que aumentar la participación de las mujeres en el ámbito laboral, no será ni puede ser producto del azar. Esto requiere hacerse cargo de la situación y generar instancias de inclusión, igualdad y diversidad de géneros con una mirada estratégica dentro de las organizaciones y las políticas públicas.

“Estas instancias deben abordar, desde la educación inicial, hasta los primeros pasos en la obtención de un trabajo remunerado. Reconocer debidamente, las problemáticas culturas, sociales y de formación que cuenta nuestro país, y que indican claramente que existen industrias que no han avanzado porcentualmente en este ámbito, tales como minería y construcción, las que no superan el 20% de participación de mujeres, según el reporte de indicadores de género Chile 2021”, manifestó.

Jamett declaró que en el caso de la Ingeniería existen hoy programas que potencian la contratación de la mujer, pero aquello sigue siendo considerado como una forma de potenciar las habilidades blandas, lo que obliga a preguntarse si las habilidades tienen distinción de género. Por ello sostuvo que todavía no existe una real posibilidad de inclusión femenina que tenga una estructura robusta y que sea capaz de visibilizar problemas reales como: brechas de remuneraciones, reclutamiento por género, conciliación laboral y familiar, acoso y hostigamiento laboral, planes de capacitación y ascenso sin sesgos de género, entre otros.

“Hasta el momento nos encontramos pensando todavía en industrias y carreras profesionales con un sesgo masculino o sesgo femenino, que bloquea posibles y urgentes medidas de integración con el consiguiente impulso para el desarrollo social, productivo y ambiental de nuestro país”, dijo la doctora en Ciencias de la Ingeniería.

 

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