Fueron 140 mil los asistentes a la última versión la Feria Internacional del Libro Zicosur (Filzic) y pese a que va por su exitosa octava edición, las cosas no han sido fáciles. En esta mirada más íntima a la feria conversamos con su productor ejecutivo y hoy presidente de la Agrupación Cultural Filzic, Patricio Maturana, sobre aquellos obstáculos que hacen imposible saber si el próximo año se podrá realizar o no. La lista para esta preocupación es larga e incluye incumplimiento de compromisos realizados por intendentes, los «pelotudos» de redes sociales y la concursabilidad de fondos que dependen de factores más políticos que técnicos. 
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Pese a que el arte siempre ha estado ligado a un sector político de izquierda, este último tiempo ha sido complejo para la organización, la cual durante el año -y de forma permanente- no suma más de tres personas en su equipo, cifra ínfima si comparamos con otras ferias de menor tamaño como la de Arequipa cuyo personal supera las 40.
Hoy, al igual que en versiones anteriores, el aporte público ha sido inexistente para esta feria, pese a promesas de autoridades locales y a una política pública nacional de apoyo a la cultura que ha estado ajena en este evento que posee la mayor convocatoria regional.

¿Cómo fueron estos cuatro años en materia de financiamiento público para la feria?

Los últimos cuatro años han sido bastante duros, por distintas razones. Primero, tuvimos una invitación a la feria internacional de Lima, y nos enfrentamos a la tremenda alegría de las autoridades locales por esta noticia. Tuvimos compromisos que –por distintos motivos que de verdad ignoro- se fueron cayendo. Esa feria contó con la presencia de la Ministra Barattini, la Ministra de Cultura de Perú, el embajador de Chile; o sea, tuvo presencia de alto vuelo. Pero, los fondos comprometidos para estar presentes en esa feria no los pudimos obtener nunca. Fueron comprometidos en su oportunidad, pero no estuvieron.

El año 2015 enfrentaron un férreo rechazo por algunos consejeros regionales. Incluso les privaron financiamiento. ¿Crees que Filzic debe seguir dependiendo de la concursabilidad o debiera tener recursos permanentes?

Yo creo que la ciudad y la región merecen que ciertos eventos que están consolidados en el tiempo, como el Festival de Teatro que organizan los Lattus, AntofaDocs, SACO, las actividades que hace Alejandra Rojas y, por cierto, nosotros, debiéramos estar en un estándar distinto porque la concursabilidad tiene un problema que es estar sujetas a criterios que nunca están muy claros y que nos impiden concentrarnos en lo verdaderamente importante, que es estar todo el año concentrados en que la próxima feria sea mejor que la anterior.
Primero, eso. Segundo, el no tener la certeza de los fondos nos impide aspirar a un crecimiento orgánico (…) Sería de enorme provecho para todos trabajar en conjunto en una mesa con las autoridades para saber qué requisitos debiera tener un evento para ser considerado como consolidado y aspirar a un monto fijo administrable como lo hacen otras organizaciones del Estado que son colaboradoras, que es lo que hacemos, colaboramos directamente con el Estado en cultura pero no somos tratados como socios sino que como aspirantes a colaborador, eso es tremendamente desgastante y genera mucha incerteza desde el punto de vista del desarrollo del evento.

El ex Intendente de Antofagasta, Valentín Volta (DC), y el actual, Arturo Molina (DC), comprometieron públicamente recursos para Filzic ¿cumplieron con esos recursos?

Desgraciadamente, no. Uno desconoce las razones pues los vericuetos del gobierno regional –para mí al menos- son bastante inentendibles. Lo que me sorprendió es que yo estaba ese día muy cerca del escenario debido a que también soy el productor de la feria y el (ex) Intendente Valentín Volta, de pronto, en plena inauguración, suelta este misil de 100 millones para dos ferias que nos hubiese hecho muy bien. Cuando bajé le pregunté por el anuncio y me dijo:“esto es necesario hacerlo así”. Pero, me da la impresión que eso se enreda porque puede que ni dependa de él.
Pero la pregunta es ¿por qué el gobierno no se pone de acuerdo en cuales son los frentes que quieran desarrollar? Lo discute, y una vez que está de acuerdo en que sí van a poder aportar ese monto -o el que sea- a este o cualquier otro evento (…) Lo del actual Intendente, Arturo Molina, tras la inauguración del año pasado, fuimos junto a la televisión donde había un punto de prensa y él se comprometió pues dijo que le parecía que era “un evento de esta magnitud, calidad y penetración regional”. Yo se lo agradecí pero nunca recibí un llamado a conversar o buscar fórmulas para que eso se pudiera concretar.

¿Es un problema de Estado o de los gobiernos regionales?

Más que nada, a nivel regional. Da la impresión que no existe una real conciencia de la cultura, no como un abstracto sino como sus manifestaciones más concretas. Nos faltan recursos para cerrar todos los años con una gran memoria pública que sale 7 millones de pesos porque preferimos gastarlos en la propia feria, pero si lo hiciéramos, se darían cuenta, esas mismas autoridades, que le estamos haciendo la pega a mucha gente (…) Hay autoridades que dicen “no vaya a ser cosa que esas platas poco transparentes vayan a servir para campaña de otra gente”… y yo digo que es muy sencillo, si los fondos se entregan transparentemente, se pide una rendición de cuenta transparente con recibos, facturas, etc.

¿La autoridad le toma el peso a Filzic?

Yo creo que no. Por ejemplo, el 1 de mayo, donde la ciudad se vuelca al Carnaval de los Colores, he contado con los dedos de una mano cuando he visto autoridades presentes ese día. No quiero personalizarlo pues a su vez hay autoridades que están enamoradas de la Filzic como la Ministra de Minería, Aurora Williams, quien todos los años viene y lo hace a título de ciudadana de Antofagasta porque le gusta y ama la Filzic. Pero me sorprende que no le tomen el peso al valor de este evento que además tiene una característica principal, es un evento que surgió desde las bases de la organización cultural de Antofagasta. Esto no viene de Santiago, Concepción o Valparaíso. Esto nació en Antofagasta y es para Antofagasta.

Los «pelotudos» y los mitos

Maturana asegura que no solo han debido batallar por recursos públicos sino también con diversos rumores que circulan en las redes sociales. Algunos simplemente mal intencionadas y otros comentarios construidos por una agenda que buscaría dañar la organización del evento. Mitos, indica Maturana, que incluso habrían pesado en la votación de consejeros regionales a la hora de negarles recursos.

¿Cuál crees que ha sido uno de los principales mitos? 

Dos ferias atrás comenzó a correr un rumor que nosotros habíamos recibido 400 millones de pesos desde Minera Escondida. Y como siempre hemos sido transparente y dicho que nuestra feria tiene un costo de 300, 320 millones de pesos, la gente comenzó a decir “estos tipos están podridos en plata, por tanto, cómo van a estar pidiendo más dinero”. Y lo que me parecía reprochable era que teniendo una oficina en pleno centro donde están todos los ficheros ordenados, nunca, ninguna de esas autoridades que juzgó ese punto, vinieron a las oficinas a decir “oye, está circulando este rumor, ¿cuánta es la plata que realmente reciben y en qué la gastan?”.
Primero, no eran 400 millones. La cifra que aporta Escondida -de quienes estamos tremendamente agradecidos porque es el aportante más importante- no alcanza para hacer toda la feria. Necesitamos de los complementos pues desde un principio se estableció que este es un evento público y privado. Los gastos en infraestructura y usos son enormes. Lo mismo pasa con la infraestructura artística, si pretendemos que nuestros artistas reciban validación en el mercado local y nacional y que tengan un sonido de exportación, el escenario no puede costar lo mismo que costaba el año uno. Por donde mires esto es más caro.
Hernán Rivera Letelier tiene un dicho que a mí me encanta. Dice: “cuando un clavo sobresale sobre el resto, siempre hay un pelotudo dispuesto a pegarle un martillazo”.

¿Se han encontrado con muchos pelotudos pegándoles martillazos?

No tantos, pero hay pelotudos que tienen tribuna o que hacen abuso del lenguaje en redes sociales y que –con una facilidad gigante- insultan y conspiran. Yo tengo suficiente dignidad como para no andar contando mis miserias ni ir contando –por ejemplo- que en siete años no tengo previsión social ni médica porque no me alcanza. Pero lo hago porque soy un enamorado del proyecto y la gente no sabe eso. Nosotros, con meses sin renta, lo hacemos porque creemos en esto. Esa es la realidad del proyecto.
Hay gente conspirativa y te voy a dar un ejemplo. Los dos primeros años me tocó ir a varios colegios a pedir –por favor- si los jefes de UTP nos podían mandar niños a la Feria, y me decían que no porque los programas estaban hechos. Hoy, si yo no le doy cabida a un conjunto de rock pese a darle razones fundadas soy un desgraciado.
Si se nos pasa un colegio porque a veces se cometen errores -porque somos poca gente para un evento muy grande- en esos casos, ahí aparece la profesora del colegio haciéndonos pebre (sic) por Fanpage (Facebook) de Filzic.
Este tipo de teorías conspirativas también llegan a las autoridades de turno. Pero cuando llega al CORE hay una diferencia, una cosa es que un pelotudo escriba en un Facebook y no tenga decisión sobre el futuro de la feria y otra es que un CORE se compre la pomada sencillamente porque “esos gallos tienen mucha plata”. La responsabilidad social y cívica es distinta. Ese CORE tiene que llamar, preguntarme –por muy mal que yo le caiga- y juntarnos, conocer el proyecto y formarse una impresión, y luego una fundada impresión, y luego una documentada impresión, y después de eso, votar.

¿Te has enriquecido con Filzic?

Si enriquecerse es ganar dinero, no. Si enriquecerse es ser más feliz que antes, sí.
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