La incorporación del uso de mascarillas ha pasado a ser parte habitual de nuestras interacciones sociales cotidianas. Muchos de nosotros usamos mascarilla cuando hacemos compras, cuando nos reunimos con familiares o cuando viajamos en transporte público. Ante este escenario, muchos podrían preguntarse ¿Cómo el ocultar la boca y nariz podría afectar nuestras relaciones sociales? Además, varios padres y madres podrían encontrarse preocupados ante esta nueva forma de interacción en la que podría verse afectados el desarrollo socioemocional y la comunicación social de sus hijas/os.

Consideremos que muchas veces una sonrisa nos entrega información respecto de cómo se siente la persona con la que estamos interactuando, y con este tipo de información, que nos da una idea del estado emocional de una persona, podemos tomar decisiones más adecuadas al contexto, desarrollar nuestras relaciones, o simplemente sentirnos más relajados. ¿El uso de mascarillas podría dificultar la identificación de emociones en los demás, en primera instancia? ¿Y esto podría terminar afectando nuestras relaciones interpersonales por causa de ello?

Al revisar la evidencia científica nos encontramos con buenas noticias. En particular los estudios de la Doctora Ursula Hess de la Universidad de Humboldt en Berlín, reportados también en sus entrevistas, nos muestran que los seres humanos somos particularmente buenos identificando emociones con tan sólo observar los ojos de las personas en condiciones en que la boca y la nariz se encuentran cubiertas. Esto ocurre porque comunicamos emociones mediante movimientos alrededor de los ojos. Además de abrir los ojos cuando nos sorprendemos, también atendemos a los pliegues que se forman alrededor de ellos cuando alguien sonríe, o en el entrecejo cuando alguien lo frunce. Por lo tanto, estos estudios muestran que no dependemos de observar la boca o la nariz para identificar emociones. Además, una persona que use correctamente elementos de protección personal como la mascarilla, nos podría generar más confianza para todos quienes consideren importante cuidarse.

Sin embargo, aún nos quedan algunos desafíos. Muchas personas con problemas auditivos severos dependen de la lectura de labios para comunicarse. En ese sentido, esperemos que pronto podamos contar con mascarillas transparentes y eficaces, considerando que ya hay iniciativas trabajando al respecto.

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