Puerto Antofagasta cumple 27 años como empresa estatal autónoma, en virtud de la Ley N° 19.542 de modernización del sistema portuario chileno. No obstante, su historia se remonta a más de un siglo, siendo parte indivisible del desarrollo de la ciudad y del norte del país. Su operación multipropósito —que atiende carga minera, de tránsito internacional, contenedores y cruceros— refleja una trayectoria marcada por el dinamismo, la vocación pública y el compromiso con la región.
Este nuevo aniversario encuentra a Puerto Antofagasta impulsando una serie de proyectos estratégicos con financiamiento asegurado, que fortalecen su rol como motor de desarrollo regional e infraestructura clave para la integración sudamericana. Entre ellos destaca la Ampliación del Molo de Abrigo, actualmente en fase de licitación, que permitirá aumentar la capacidad operativa y reducir los días de cierre por marejadas; la Zona de Desarrollo Logístico La Negra, que está pronta a inaugurar su primera etapa de urbanización para la futura instalación de empresas logísticas, industriales y de servicios; y la modernización del Antepuerto Portezuelo, que ya se encuentra en su tercera fase de ejecución con mejoras en infraestructura, conectividad y servicios para transportistas.
Estos proyectos están directamente alineados con el Plan Maestro de Desarrollo Portuario y con el Plan de Acción del Corredor Bioceánico Vial, recientemente lanzado en el Palacio de La Moneda. Dicha iniciativa, impulsada por el Gobierno de Chile y con apoyo internacional, proyecta al Puerto de Antofagasta como nodo logístico clave en la conexión entre el océano Atlántico y el Pacífico, consolidando su posición como punto de salida para el comercio exterior de países vecinos como Paraguay, Bolivia y Brasil.
“La consolidación de Puerto Antofagasta como empresa estatal moderna y sostenible se basa en obras concretas, con inversión pública, planificación de largo plazo y un compromiso firme con el territorio. Nuestro trabajo está orientado a atender de la mejor manera la creciente demanda de carga, vinculada a la minería, la electromovilidad, el tránsito internacional y los encadenamientos productivos que impulsa el Corredor Bioceánico”, destacó el gerente general, Carlos Escobar Olguín.
La sostenibilidad también ha sido un eje central en la evolución de la empresa. Puerto Antofagasta ha logrado importantes avances en eficiencia energética, reducción de huella de carbono, gestión hídrica y economía circular, lo que se refleja en certificaciones como ISO 50.001, Certificación Azul y participación en múltiples Acuerdos de Producción Limpia (APL). Este compromiso ha posicionado al puerto como referente en operación sustentable y trazable, generando valor ambiental, económico y social.
A su vez, el trabajo de vinculación ha sido parte esencial del quehacer institucional. En los últimos años, Puerto Antofagasta ha desarrollado una estrategia activa de relacionamiento con comunidades, centros educativos y actores públicos y privados, promoviendo la educación ambiental, la inclusión, la cultura y la ciencia. Un ejemplo concreto es la habilitación del Sitio Cero de Puerto Antofagasta, un espacio de más de 5 mil metros cuadrados puestos al servicio de la comunidad para eventos, actividades ciudadanas, ferias, seminarios y exposiciones, en alianza con distintas instituciones.
A 27 años de su transformación en empresa estatal autónoma, Puerto Antofagasta reafirma su vocación pública, su compromiso con el desarrollo sostenible y su papel articulador entre Chile y los mercados del mundo. En un contexto de integración regional, transición energética y transformación productiva, el puerto proyecta su liderazgo como infraestructura clave del Pacífico sur, al servicio de la ciudadanía, el comercio exterior y las generaciones futuras.