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sábado, 20 abril, 2024
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Recuperación económica y cambio en el comportamiento de clientes: sector gastronómico explica efectos del fin del toque de queda en Antofagasta

Aunque la restricción de los aforos limita a los locales, esto al mismo tiempo es un beneficio para el rubro, ya que permite que el público se distribuya en toda la oferta disponible. También señalan que los clientes adelantaron el horario peak y sus salidas ahora se registran a lo largo de la semana y no solo entre los días jueves y sábado.  

El 30 de septiembre finalizó el estado excepción que regía desde marzo del año pasado debido a la emergencia sanitaria. Y tras el término del toque de queda que, junto a las cuarentenas, fueron las medidas que más afectaron al rubro gastronómico, los locatarios explican la recuperación que experimenta el sector y los cambios que advierten en sus clientes, quienes ahora llegan más temprano y ya no esperan el fin de semana para salir.

La directora regional de Sernatur, Irina Salgado, detalló que en la zona están registrados más de 500 emprendedores en el área de la gastronomía. A este grupo también añadió el sector del astroturismo, ya que ambos manifestaron resultados positivos luego del primer fin de semana sin toque de queda. Los restaurantes, fuentes de soda y pub fueron las actividades más perjudicadas con las restricciones por el coronavirus, ya que muchos de ellos recién comenzaban a recuperarse de las complicaciones que sufrieron por el estallido social, cuando se declaró la pandemia.

Franco Pimentel es uno de los dueños de Terraza Catedral, ubicado en la costanera sur y que en promedio genera 25 puestos de trabajo. Aunque su local abrió las puertas en diciembre del año pasado, explicó que ya arrastraba consecuencias económicas con otros negocios que quebraron por la situación interna del país y luego por la pandemia. “Tenía un local de sushi en Balmaceda con Prat, pero el centro murió porque nadie iba a comer si había olor a lacrimógenas o si estaban las fuerzas especiales de Carabineros”, dijo.

En plena crisis sanitaria junto a un socio buscaron abaratar costos con una misma cocina, algo que definió como una especia de bar kitchen, donde “trabajamos nueve marcas distintas, pero aun así no funcionó porque la comisión que se llevan las aplicaciones no baja del 25%. Luego de eso, en noviembre del año pasado se nos ofreció la posibilidad de abrir un negocio en diciembre. Para el rubro gastronómico que tuvo que sobrevivir a las cuarentenas tuvo que ser mucho peor, los costos de este tipo de negocios son muy altos, hay contratos, arriendos que no son menores”, sostuvo.

Pimentel manifestó que el año pasado la actividad fue intermitente por las cuarentenas y el delivery no lograba sostener el negocio. “Desde el fin del estado de excepción notamos la diferencia, tenemos un aumento de un 25% de público y eso que todavía no llegamos a los ritmos que teníamos antes, porque ahora a medianoche ya no vemos muchas personas en la calle. También estamos registrando otro grupo, que tal vez por temas laborales no podía salir”, señaló.

El empresario recordó que cuando la región contaba con variabilidad en el plan Paso a Paso, en Fase 2 las ventas incluso eran mejores que en Fase 3, ya que el público se programaba para salir de lunes a viernes, mientras que, en la otra etapa, ese mismo flujo aparecía entre jueves y sábado. Además, el escenario actual de certidumbre sobre los horarios de funcionamiento les permite establecer una base de personal permanente, lo que ayuda a mejorar el trabajo.

Expectativas

“Esperamos que esto se mantenga, ahora tenemos que preocuparnos de dar un buen servicio. El tema de los aforos ayuda a que a todos los locales les vaya bien. Cuando abrimos Catedral tomamos un riesgo porque cuando terminaran las cuarentenas sabíamos que no podría ingresar la misma cantidad de personas que antes de la pandemia y esto lleva a que todos los negocios deberían tener clientes. En lo que queda de este 2021, con Halloween que es una buena fecha junto con Año Nuevo, nos servirá a todos para recuperar lo perdido en estos últimos dos años”, aseguró.

Jacinto Tomicic es el propietario del restaurante Royal Ranch, que cuenta con locales en el sector centro sur de la ciudad. El año pasado cuando advirtieron que la pandemia se estaba complicando, adaptaron su línea de trabajo al delivery. “Esto nos ayudó bastante, estábamos preparados cuando comenzaron las cuarentenas. Al menos en nuestro caso, no tuvimos que sacar a nadie del personal, redistribuimos los puestos, los garzones pasaron a tomar pedidos, sin llegar a la suspensión de contratos o despedidos”, detalló. Actualmente realizan el examen PCR una vez al mes, pero antes de que estuvieran las vacunas disponibles, aplicaban el testeo una vez por semana.

Aplicaron el delivery durante todas las cuarentenas y una vez que se levantaron las fases observó un incremento de público, “las personas están con ímpetu de salir y todos los días los locales están llenos, vemos más flujo”. El toque de queda era complicado tanto para clientes como para el local, ya que los horarios debían ser más acotados para el transporte del personal y a las 21.30 el público se apuraba para volver a casa.

Cuando el sector no podía operar de forma presencial, el empresario sostuvo que mucha gente llegó buscando trabajo hasta su local, casi todos venían de otros restoranes y muchos eran garzones que estaban cesantes. “Las cuarentenas pegaron muy fuerte en el rubro, pero ahora la situación es contraria, tenemos mucha más oferta y la situación se está normalizando”, destacó.

Nuevo horario peak

Tomicic expuso que antes de la pandemia trabajaban de lunes a jueves hasta las 23.30 horas y los viernes y sábados hasta las 00.30 horas. Desde las 21 horas en adelante era el horario peak para nosotros, pero “vemos que la gente adelantó su hora de salida para volver más temprano. La franja peak ahora se nos trasladó a las 19 horas y a las 22 horas ya comienzan a retirarse. Hablo en el caso nuestro, que somos un restorán, las personas están saliendo más temprano. Es un comportamiento parecido al que hay en Estados Unidos, se adaptaron los horarios y eso se nota bastante, antes a las 23.30 horas todavía estábamos recibiendo clientes, mientras que a las 19 horas el flujo era muy bajo”, puntualizó.

Tras el fin del toque de queda, añadió, puede percibirse un pequeño decrecimiento de las compras para entrega a domicilio, sin embargo, no es de una magnitud considerable y ello puede obedecer a que los clientes aprovechan el reciente cambio de las restricciones sanitarias para acudir a los locales.

“Durante la pandemia en el rubro vimos varios locales que trabajan con productos que no son fáciles de adaptar al delivery, a diferencia de nosotros, que lo fuerte son las hamburguesas. Para los restoranes que trabajan con platos es más complicado llevarlo. Algunos de ellos tuvieron que despedir a casi todo el personal, dejando el mínimo y otros cerraron. Cuando comenzaron las primeras cuarentenas no todos optaron por el reparto pensando que podía ser algo pasajero y luego se reestructuraron, pero cuando cierras es más complicado, porque los clientes se acostumbran a los locales que tienen delivery, haciendo más difícil que migren hacia ellos”, dijo el empresario.

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