Imitando incluso la pose de los artilleros que aparecen en las viejas fotografías del entonces Fuerte Bellavista, la agrupación histórica Los Viejos Estandartes realizaron una minirecreación de estos parapetos que, hace 143 años, enfrentaron al buque blindado Huáscar dentro del Segundo Combate Naval de Antofagasta.
Recordemos que fue la mañana de un jueves 28 de agosto de 1879 en que, en contexto de la campaña naval durante la Guerra del Pacífico, el Huáscar que constantemente asediaba las costas chilenas -escabulléndose hábilmente de la Armada de Chile- recaló en antofagastinas para cortar el cable submarino e infringirle daño material a las máquinas desaladoras del puerto.
Si bien esta no era la primera vez que la nave peruana libraba combate frente a la ciudad (véase primer combate Naval de Antofagasta) esta fue de mayores proporciones dado a que el blindado se trenzó con dos buques de guerra y con las baterías costeras. Incluso, una de las andanadas del Huáscar dio de lleno en el Abtao, causando ocho muertos quienes hoy yacen sepultados en un mausoleo central del Cementerio Municipal, y que cada 28 de agosto reciben los honores de parte de Bomberos y la Armada.
Maqueta del Fuerte
Apenas inició la Guerra, en Antofagasta se construyeron una serie de parapetos costeros para hacer frente –como finalmente ocurrió- a posibles asedios de las naves peruanas. Entre esto, el fuerte Bellavista (o Fuerte Norte), ubicado en lo que hoy es Parque los Eventos.
Este fue uno de los parapetos que se intercambió fuego con la nave de Grau la mañana del 28 de agosto. Compuesto de dos cañones Armstrong: uno de a 300 libras y otro de a 150 libras, todos comandados por el teniente coronel José Velásquez, del batallón Artillería de Línea.
Para esta ocasión, la agrupación local Los Viejos Estandartes, quienes preservan la memoria de los veteranos que combatieron en la Guerra del Pacífico, confeccionaron una maqueta para dar vida al otrora fuerte, incluso adaptando la artillería para el disparo.
Al respecto Rodrigo Castillo, presidente de la agrupación manifestó que “el 2005 mi padre realizó esos dos cañones a modo de maqueta para una exposición que él tenía que presentar y con los años lo fuimos perfeccionando, llegando a ser lo más parecido posible a los verdaderos cañones que están desplazados fuera del Regimiento Esmeralda y de a poco fue surgiendo la necesidad de mostrarlo y de poder darle un mejor uso”.
Asimismo agregó que “ahí es cuando decidimos con mi padre, recrear el fuerte de acuerdo a las fotos que estaban en circulación en la red, son dos fotos y no decían mucho, pero fijándonos en los detalles tratamos de ser lo más fidedigno para dar más realce a esta maqueta. También debo destacar que el trabajo de los soldados lo realizó el artesano Claudio Rojas, que le da un toque aún más real”.
Por su parte Ana Olivares Cepeda, integrante de la mencionada agrupación manifestó que “buscamos nuevas alternativas de conmemoración, y para hacerlo diferente este año, decidimos hacer esta recreación para no olvidar esta fecha, aún muy desconocida para muchos antofagastinos”.