Los candidatos presidenciales que lideran las encuestas han sido capaces de entregar un mensaje que identifica a las mayorías, “hay chilenos y chilenas que creen que ellos pueden ser el mejor presidente”, explicó el senador IND-PPD, Pedro Araya, respecto de quienes encabezan las encuestas para llegar a La Moneda el próximo 21 de noviembre. El parlamentario sostuvo que en la eventual definición entre Gabriel Boric y José Antonio Kast, quienes llegan con ideas consideradas como extremas por algunos sectores, ambos manifiestan el modelo de sociedad que desean para el país y eso es lo que logra encantar a buena parte de la ciudadanía.
A favor del cuarto retiro de las AFP y abierto a discutir una ley de indulto o amnistía para los presos del estallido social, dos temas que ahora están en el Senado, Araya busca la reelección en el cargo luego de tres periodos como diputado por Antofagasta y uno en la Cámara Alta. “Conversé con el presidente del Banco Central y sabe que mi posición es apoyar el retiro, sin embargo, le manifesté que estamos disponibles para generar una batería de medidas para disminuir un eventual impacto negativo”, manifestó sobre la iniciativa que involucra los fondos previsionales y que ha recibido advertencias de expertos en economía.
Del proyecto de indulto, señaló que como senador no puede negarse a la discusión de una ley, pero enfatizó que la iniciativa debe mejorarse ya que hasta el momento presenta tres grandes complejidades: todavía no existe un número preciso de los detenidos de la revuelta, tampoco hay claridad entre los conceptos de indulto o amnistía y en la propuesta se incluyó “prácticamente completa la infracción a la ley de armas”.
- Adelantó que votará a favor del cuarto retiro de las AFP y también ha calificado como “campañas del terror”, las voces de especialistas que advierten los riesgos para la economía que esto tendría. ¿Cómo se pueden hacer buenas leyes si no se escucha a los expertos en las materias que se legisla?
Lo primero es lo que he dicho públicamente, apoyaré el cuarto retiro de los fondos previsionales. Estamos conscientes de la compleja situación económica que atraviesa el país y por eso vamos a generar los consensos necesarios para que tenga los 26 votos en el Senado y eso pasa por una mejora sustancial al proyecto. Y para eso vamos a presentar indicaciones que aminoren los eventuales efectos negativos que podría tener el proyecto.
- Dentro del debate de este tema en la Comisión de Constitución que usted preside, volverá a exponer el presidente del Banco Central, Mario Marcel. ¿Cuánto peso tendrá en su decisión las palabras del economista teniendo en cuenta que ya anunció que votará a favor de un proyecto en el que el propio Marcel advierte efectos negativos? ¿Hay espacio para revisar el apoyo al cuarto retiro?
La Comisión de Constitución del Senado escucha a los expertos, discute con ellos y siempre se trata de alcanzar consensos, especialmente cuando son temas muy técnicos. Nosotros damos la garantía de que no ocurrirá lo que pasó en la Cámara de Diputados que no escuchó al Banco Central u otros reguladores financieros, tenemos considerado escuchar al presidente del Banco Central, a la Comisión para el Mercado Financiero y a partir de las observaciones que entreguen, recogerlas para aminorar el impacto negativo en la economía.
En mi caso, ya conversé con el presidente del Banco Central y sabe que mi posición es apoyar el retiro, sin embargo, le manifesté que estamos disponibles para generar una batería de medidas para disminuir un eventual impacto negativo y eso pasa por si el Banco Central necesita una nueva facultad para enfrentar la liquidación de activos que pudieran realizar alguna de las AFP o, si es necesario plantear que los retiros no sean en 15 días sino en 30. Es una discusión que está abierta.
- ¿Apoyaría un eventual quinto retiro?
Hay que tener presente que los retiros previsionales son ayudas frente a una situación extraordinaria como es la pandemia. Todavía no sabemos con precisión todos los efectos económicos de esta crisis, qué pasará con el empleo, con la recuperación de las pymes y debemos pensar que nuestra región fue la que tuvo más empresas en quiebra durante el último año. Estos cuatro retiros se enmarcan en esa lógica de ayuda extraordinaria que el Estado no entregó a los chilenos y un quinto retiro sería una discusión distinta, porque ahí lo que se discutiría es el modelo previsional que queremos para los próximos años y dentro de eso, necesitamos saber lo que pasará el próximo año con la pandemia. Un quinto retiro solo se justificaría si volviéramos a una situación similar a cuando prácticamente todo el país estaba en cuarentena.
- En su momento declaró que una ley de indulto para los detenidos del estallido social podía ser una mala medida al permitir que algunos que sí eran responsables de delitos se beneficiaran de ella ¿Cómo explica ahora su respaldo a la iniciativa?
Dije dos cosas, primero que no podemos negarnos a discutir una ley de indulto, el Senado debe discutir un tema del cual se presenta un proyecto de ley, independiente de que la iniciativa enviada tenga una muy mala factura técnica y eso lo sigo sosteniendo, jurídicamente es muy malo. Eso no quiere decir que me niegue a discutir si en Chile debe existir un indulto o amnistía a los presos de la revuelta. En el caso del Senado, la tramitación básicamente tiene dos etapas, primero se aprueba la idea de legislar y respecto de esa discusión no me voy a cerrar. Si se aprueba viene la discusión en particular en la que se puede modificar o mejorar un proyecto y se si tienen los votos suficientes para llegar a esta discusión, presentaremos una serie de modificaciones para permitir que accedan al indulto a amnistía los denominados presos de la revuelta y no delincuentes comunes.
- ¿Cuáles son los aspectos que considera como malos en este proyecto?
El proyecto de indulto tiene varias complejidades y una de ellas es que no sabemos, hasta hoy, cuántos son los denominados presos de la revuelta, ya que ningún organismo del Estado ha logrado identificar la cantidad de personas que podrían estar en esa situación. Lo otro es un tema más técnico, el proyecto confunde dos instituciones penales que extinguen la responsabilidad, pero que tienen requisitos distintos, como lo son el indulto y la amnistía. En palabras simples, para que exista el indulto primero se necesita que una persona sea condenada en un proceso judicial y en el caso de la amnistía, no es necesario que finalice ese proceso, ya que, si se dicta una ley, no siguen adelante las investigaciones penales.
Un tercer punto tiene que ver con el catálogo de delitos del que no se entiende mucho cuál fue la lógica de quienes presentaron el proyecto, porque se incluyó prácticamente completa la infracción a la ley de armas, cuando en Chile portar un arma de fuego es un delito.
- ¿Cuándo podría ver la luz esta ley? ¿Cree que existan los votos en el Senado para aprobar?
Como Comisión de Constitución ya despachamos el proyecto, ahora, cuándo se votará en sala, eso depende de la mesa y de los comités del Senado. Como no tiene urgencia, tiene que acordarse entre ambas instancias qué día pasará a votación y espero, que sea a la brevedad porque escapa a lo que puedo hacer como senador.
- Tras el 18 de octubre, uno de los cuestionamientos de que el país llegará a ese escenario fue el desempeño político de los últimos 30 años. ¿Se siente parte de ello? ¿Cree que los últimos 30 años fueron malos para el país?
Las cosas hay que mirarlas en perspectiva y los últimos 30 años no fueron tan malos. Existen cosas de las que no podemos enorgullecernos, pero en ese periodo el país creció y permitió un desarrollo importante para miles de familias. Debemos mirar cómo disminuyeron las cifras de pobreza y extrema pobreza, la cantidad de jóvenes que pudieron ingresar a la educación profesional. Quedaron temas que no se abordaron adecuadamente y que terminaron pasando la cuenta el 18 de octubre, como el sistema previsional, que es una de las grandes demandas de quienes protestaron en la calle. Sin embargo, entre la suma y la resta, no podemos decir que los últimos 30 años fueron perdidos para el país, tuvimos un progreso que nadie puede desconocer. Que faltaron cosas por hacer y hay otras que pudieron ser mejores, es cierto, pero no soy auto flagelante en que fue todo malo durante ese periodo. También tenemos que destacar que tuvimos una transición democrática bastante pacífica, lo que no ocurre en todos los países que atraviesan por estos procesos.
- En este contexto ¿considera que acumular tantos años en cargos políticos de elección popular podría perjudicarlo en esta elección?
Cada elección enfrenta momentos políticos distintos, el país que viene tendrá muchos cambios en las próximas décadas por la nueva Constitución y en esa lógica lo que uno aspira es representar a las personas de la región sabiendo que, al tener un grado de experiencia, eso permite generar acuerdos para sacar adelante temas que serán complejos. El próximo gobierno y Congreso no será un periodo fácil, porque con una nueva Constitución el país no cambiará al otro día, viene un proceso de modificaciones importantes y eso va a requerir distintos puntos de vista que demandarán más diálogo del que estamos acostumbrados. No veo que en el próximo Congreso algún bloque político tenga la mayoría absoluta para realizar todos los cambios sin sentarse a conversar.
- ¿Por qué la gente debería reelegirlo en la región?
Porque viene un periodo que puede ser de mucha incertidumbre, pero al mismo tiempo de mucha esperanza. El cambio constitucional traerá una discusión de buena parte de la institucionalidad política y de los derechos y deberes que tiene la sociedad. En lo personal, quiero representar el pensamiento de la gente de la región en esta materia, aportar con la experiencia que uno tiene para generar acuerdos, porque eso es algo que va a requerir el país. Y esto no debe plantearse como una cocina, como trata de caricaturizarse, sino alcanzar los consensos necesarios para que todas las miradas de cómo debe abordarse un problema en el país pueden llegar a un punto común para avanzar. Lo peor que nos puede pasar en el próximo periodo parlamentario o de gobierno, es que sigamos en un punto muerto con posiciones que no se acercan, sin resolver los problemas y con las personas quedando en la mitad de esto.
- Hoy lideran las encuestas dos extremos políticos. Por un lado, un candidato apoyado por el Partido Comunista y por el otro José Antonio Kast. ¿Qué responsabilidad tiene la clase política en este escenario?
Esto no es un problema de responsabilidad de la clase política, lo que hay es una campaña presidencial en la que dos actores son los que hoy logran encantar a la mayor cantidad de ciudadanos. Y ellos representan parte de lo que es la sociedad chilena, no puede decirse porque Boric encabeza las encuesta con Kast segundo, que sea responsabilidad de la clase política. Esto quiere decir que hay chilenos y chilenas que creen que ellos pueden ser el mejor presidente. Estamos en una campaña donde los candidatos dan a conocer el modelo de sociedad que quiere, Boric representa uno, Yasna Provoste, Kast, Sichel, Artes y Marco Enríquez-Ominami representan otro. Que Boric y Kast lideren las encuestas da cuenta que la mayoría de los chilenos se identifica con ellos y no tiene nada que ver con la responsabilidad del mundo político, tiene que ver con que ellos han sido capaces de entregar un mensaje en el que los chilenos y chilenas sienten que ellos son los que podrían dirigir mejor el país los próximos cuatro años.
- ¿Cree que una eventual derrota de Provoste signifique una señal para los partidos de centro izquierda que la apoyan?
En una elección se puede ganar o perder así que no extrapolaría que esto pudiera ser una derrota de un conglomerado de centro izquierda, ya que podríamos decir lo mismo de la derecha. Las elecciones hay que analizarlas en su mérito, ver de qué forma influyó la campaña en el resultado, porque son muchos los factores y no puede simplemente ser que por perder, cierto conglomerado tenga que pasar la cuenta. Si fuese así podríamos decir lo mismo de la UDI o RN que no fueron capaces de ganar una primaria en su sector, perdiendo frente a un desconocido que claramente no es un candidato del mundo de ellos. Ahí sí existe un problema, una pregunta que debería responder la derecha es cómo alguien que no viene de su sector histórico gana las primarias. En el escenario nuestro, en la eventualidad de que Yasna perdiera frente a Boric, nosotros tenemos hace años una diferencia fundamental que no es nueva en el país, porque siempre han existido los tres tercios. Y en esa línea no lo vería como un gran fracaso, más bien terminaría consolidándose lo que históricamente hemos tenido en Chile, los tres tercios.
- En la dinámica de cambios que vienen en los próximos años, ¿qué discusión será fundamental para Antofagasta?
Uno de los temas que enfrentaremos es el desarrollo minero, no podemos seguir mirando esta actividad como lo hemos hecho los últimos 40 años. Esto pasa por distintas razones, como una minería que sea mucho más verde, que tenga royalty y que disminuya sus externalidades negativas. Esta discusión debemos tenerla sí o sí para ver cómo ellos se insertarán en el desarrollo regional de las próximas décadas y necesitamos una mirada abierta para saber qué es lo queremos de esta industria y cómo aporta a la región. Espero que las grandes empresas estén receptivas para estas conversaciones porque claramente tenemos un país distinto, hay que terminar con las zonas de sacrificio de la región, como Tocopilla o Calama.