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martes, 8 octubre, 2024
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Senadora Paulina Núñez (RN): “La derecha no puede levantar la bandera del rechazo»

A pesar de las críticas, la parlamentaria de RN aseguró que es importante que todo el país espere el texto definitivo para tomar una decisión sobre el plebiscito de salida. De igual forma es clara en señalar que "esta Constitución no avanza si todos no nos sentimos identificados”.

De las propuestas que avanzan en la Convención Constitucional (CC), la nacionalización de la minería, el sistema previsional y la eliminación del Senado son las que más preocupan a Paulina Núñez. La senadora de RN dijo que es muy complejo defender una institución en la que ocupa un cargo y por ello lo que quiere transmitir es la idea de que, si no existe un contrapeso, un Congreso bicameral, habrá un gobierno “haciendo y deshaciendo porque se entenderá con una sola cámara. Y eso es fácil cuando comienzas a negociar votos y dar vuelta a los parlamentarios cuando tienen que pronunciarse sobre proyectos y eso es fatal para la democracia”.

La parlamentaria tiene serios reparos sobre el trabajo de la CC, sin embargo, apuntó a que es necesario que todo el país espere el texto definitivo antes de tomar una decisión para el plebiscito de salida. Núñez sostuvo que es parte del 80% que votó por un cambio de Constitución, pero a su juicio, la situación es compleja y el rechazo aumenta por los errores cometidos en la convención.

Núñez declaró que es partidaria de que el Congreso asegure, en caso de no aprobarse el texto final, que al día siguiente comience a discutir una nueva Carta Magna. “Esta Constitución no avanza en que todos nos sintamos identificados y hoy genera desapego, incertidumbre, molestia y una negativa incluso en quienes votaron apruebo”, cuestionó.

Luego de ocho años en la Cámara de Diputados, lo que valora del Senado es la posibilidad de conversar, lograr acuerdos y avanzar con respeto. “En la cámara pasaron los años y eso fue distorsionándose, cuando no había posibilidad de lograr un acuerdo se imponía una mayoría circunstancial, lo que hace mal a la democracia. Pensar en el país, tener la disposición de ceder y lograr acuerdos es algo que he visto con mucha claridad en el Senado. Además, la jefatura de la bancada de los senadores y senadoras de RN me ha permitido estar en las reuniones con los otros jefes de bancada y hay un ánimo de llegar a acuerdos y avanzar en la priorización de proyectos con un mayor entendimiento”, destacó.

  • ¿Cuál es su apreciación del trabajo actual de la Convención Constitucional?

No tengo una buena opinión de cómo han llevado adelante el trabajo en la convención. Muchos están pensando en instalar su propias ideas y no piensan en Chile, algunos tratan de instalar mayorías circunstanciales sin ser capaces de lograr acuerdos transversales. Incluso veo a algunos más como candidatos a una posible elección que en el entendimiento de que están redactando una hoja de ruta para las próximas décadas en el país. No quiero entrar en detalles, pero no podemos olvidar lo que pasó con Rojas Vade o las formas en las que se han manifestado y que a estas alturas producen un desapego por parte de la ciudadanía e incluso de aquellos que estuvimos disponibles para abrir este proceso constituyente. De eso no estoy arrepentida, hay que mirar bien que el 80% de los chilenos queremos una nueva Constitución, pero no estamos de acuerdo con el actuar de muchos convencionales por la forma en que han discutido sus propuestas. Tampoco olvidemos que propuestas que han reunido miles de firmas, lo que era una de las fórmulas para instalar distintas ideas para su discusión, las desecharon y me refiero al resguardo de la propiedad de los ahorros previsionales. Eso la ciudadanía lo ha visto, lo entiende, no lo comparte y por ello hemos visto cómo aumenta el descontento y la desaprobación sobre el trabajo de la convención.

  • ¿Qué le parecieron las declaraciones del expresidente Ricardo Lagos respecto a la Convención?

Las comparto, valoro que hablara públicamente y a estas alturas nadie puede discutir lo republicano que significa él para Chile. No me quedo solo con su opinión que hemos conocido, sino, también en el recuerdo que hace de que estamos frente a una Constitución que lleva su firma, que tiene más de 200 modificaciones y eso ayuda mucho a terminar con las caricaturas. Mirando ese 80%, lo que debemos hacer los parlamentarios, es asegurar a los chilenos y chilenas que, aprobado este texto, hay que implementarlo, pero si se llega a rechazar, debemos inmediatamente ponernos a discutir una nueva Constitución. Por eso valoro que (Lagos) saliera públicamente a decir cuál es la Carta Magna que tenemos, cuál es la firma que lleva, porque lo que no puede ocurrir es que aprobemos cualquier texto con tal de que contemos con una Constitución aprobada en democracia.

  • ¿Cuál de las normas que han avanzado en la CC es la que más le preocupa?

Son varias las que me preocupan y que ya han estado siendo discutidas e incluso aprobadas en el pleno. Que surgiera la propuesta de nacionalizar la minería va en contra del desarrollo que podamos tener en la región, porque distinto es exigir en nuestra Carta Fundamental una minería sustentable, que responda a las comunidades, que parte importante de los recursos que producen queden en la zona. Pero que la solución sea la administración del Estado, me parece que va en la línea incorrecta del futuro de la región y el país. También me preocupa el tema previsional, durante casi diez años se ha discutido un nuevo sistema para Chile y hoy la convención está dudando de la propiedad de los ahorros de cada de persona, es una mala decisión y los chilenos lo están notando.

Tampoco me parece que se termine con el Senado y quiero ser clara en esto, es muy complejo para quienes ejercemos el cargo defender una institución en la que trabajamos porque, evidentemente, la ciudadanía puede entender que defendemos el sueldo, pero estamos muy lejanos a aquello. Lo que debemos transmitir es que, si no tenemos un contrapeso, un Congreso bicameral, más allá de quién esté de turno habrá un gobierno haciendo y deshaciendo porque se entenderá con una sola cámara. Y eso es fácil cuando comienzas a negociar votos y dar vuelta a los parlamentarios cuando tienen que pronunciarse sobre determinados proyectos y eso es fatal para la democracia. Si no existe un contrapeso y una separación entre los poderes del Estado, no hay una democracia fortalecida y ese es el perjuicio que veo cuando algunos quieren avanzar al unicameralismo o derechamente en bicameralismo asimétrico que no es otra que la eliminación de esta segunda cámara. También marco el punto de las regiones, porque muchas argumentan que habrá una cámara de las regiones como si eso viniera a fortalecer nuestros territorios y ocurre lo contrario, al sacar la cámara donde se representa a las regiones, que es el Senado, es un vapuleo a las regiones con un argumento que no es real.

  • Encuestas muestran un aumento entre quienes votarían rechazo en el plebiscito de salida. ¿Cómo lee este escenario?

Es consecuencia del actuar errado de varios convencionales. Creo en la sabiduría popular y en que las personas votarán pensando en sus familias, en su futuro. Las personas quieren una nueva Constitución, ahí está el 80%, pero están descontentas de que se discuta de esta forma y se aprobara muchas veces en contra de los grandes acuerdos. Lamento que los convencionales desaprovecharan la oportunidad de avanzar en una casa de todos. Esta Constitución no avanza en que todos nos sintamos identificados y hoy genera desapego, incertidumbre, molestia y una negativa incluso en quienes votaron apruebo por un proceso lo más participativo posible.

  • ¿Tiene decidido su voto para el plebiscito de salida?

Es importante que todos esperemos el texto definitivo. Hoy veo compleja la situación y también noto la temperatura que hay en el país respecto de la convención. Qué duda cabe que el rechazo aumenta producto, a mi juicio, de los errores que se cometen en la CC. Pero creo que es prudente esperar y revisar el texto definitivo, mirar cuáles son los avances o retrocesos y luego llegará el minuto en que hablará la ciudadanía. Quienes ejercemos cargos o estamos en la política debemos estar atentos y escuchar sobre los temas en los que la ciudadanía no esté de acuerdo. Por eso recalco el punto del sistema previsional y la propiedad de los recursos, porque cuando las personas ven que se entrometen en su libertad de elegir, veo con claridad que decidirán lo que será mejor para ellos y para el país.

  • ¿Qué rol debe tener la derecha en el plebiscito de salida? Hay quienes plantean, como Evelyn Matthei, que debe ser más pasivo y no tomar la bandera del rechazo. ¿Comparte aquello?

La derecha no puede levantar la bandera del rechazo, hay que escuchar a la ciudadanía, difundir e informar lo que está ocurriendo en la convención y el texto final. Se trata de un plebiscito ciudadano con voto obligatorio, en el que se evaluará cuál es el país que queremos y el tema no será si queremos una nueva Constitución, porque sobre eso ya nos pronunciamos. Y no solamente la derecha, en este proceso sugeriría que los políticos no hicieran campaña por una u otra opción, llegará el momento de que la ciudadanía se pronuncie y lo que nos corresponde es explicar de la manera más simple aquellos temas que se aprueban y serán parte del nuevo texto.

  • ¿Es partidaria de una hasta ahora inexistente tercera vía?

Soy partidaria de que el Congreso asegure, en caso de no aprobarse el texto, que al día siguiente se ponga a discutir una nueva Constitución. Observo con mucho respeto que el 80% de los chilenos y chilenas decidieron tener una nueva Carta Magna y cuando tengan que decidir si votar por el apruebo o el rechazo, deben saber que no continuaremos con esta Constitución. Hay ánimo y voluntad política de avanzar en discutir observando el 80% que se manifestó de esa forma. Es relevante entender que necesitamos un texto moderno, actualizado, pero una buena Constitución, no una cualquiera y al menos en lo que hemos visto, a mi juicio, no va por buen camino. La forma y la actitud de muchos convencionales termina por traducirse en un farreo respecto de contar con una hoja de ruta que nos permita a todos sentirnos identificados y siento que hoy eso no se logra.

  • ¿Qué paso debería darse si no se aprueba la nueva Constitución para asegurar que exista una nueva Carta Magna que represente a todos?

Lo primero y como senadora, el Congreso debe asegurar de forma transversal que discutirá inmediatamente una nueva Constitución. El presidente tiene la opción de llamar a elecciones para una nueva Convención Constitucional, si es que ese fuera el camino, pero eso es algo que no depende de nosotros.

  • ¿Considera que el resultado del plebiscito también será una evaluación del gobierno de Gabriel Boric?

De todas maneras, el gobierno ha estado ausente en la conducción de este proceso. Evidentemente la CC es un órgano autónomo, pero también es cierto que el propio gobierno, así como conduce en el Congreso a sus parlamentarios, podría conducir a sus convencionales y creo que el gobierno de una u otra forma lo ha hecho. Soy de la tesis que el gobierno está de acuerdo con este texto, porque de lo contrario no me explico cómo convencionales oficialistas y muy cercanos al gobierno actúan y votan de esta forma. Cuando estuvimos en Argentina y me tocó acompañar al presidente en la primera visita de Estado, hizo un llamado público a los convencionales a lograr grandes acuerdos para instalar normas de una Constitución que nos represente a todos. Pero lo que hubo de respuesta fue un silencio absoluto desde los convencionales oficialistas y por eso creo que la ciudadanía también lo evaluará como un plebiscito político respecto del rol que ha jugado el gobierno en este proceso. Llegaron tarde o derechamente están de acuerdo con los cambios de la convención.

  • ¿Ve posible que se termine desarrollando un bloque más amplio de centro que incluya a partidos de la concertación y RN? ¿O cree que su partido debería seguir aliado con sector más duro de la derecha?

Nosotros nunca vamos a tener una coalición con la Democracia Cristiana, porque es un partido de centro izquierda y RN es de centro derecha. Pero sí creo que hay una inmensa mayoría de chilenos que son de centro y votan por quienes propongan un mejor futuro para el país y están disponibles para elegir autoridades que piensen primero en Chile y no en sus coaliciones. No creo que la solución vaya en el sentido de que los partidos de centro formemos una coalición, el centro debe ser lo más amplio posible desde el punto de vista de las propuestas, de las votaciones en el Congreso y de cómo el país tiene que avanzar, más que tomarnos todos de las manos, levantar los brazos y colocar un nuevo nombre a una coalición. No olvidemos cómo terminó la Nueva Mayoría, con la Concertación invitando al Partido Comunista y fue un fracaso. La solución es un centro social amplio que hable a esos millones de chilenos y chilenas que se sienten parte del centro, que son independientes y esperan que sus representantes piensen en Chile antes que sus partidos. Esto no significa que uno termina abandonando sus ideas o principios, sino avanzar en cuestiones concretas.

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