Con el propósito de pedirle una casa al Viejito Pascuero fue que Kelly, una niña de 12 años que vive en Antofagasta, envió una conmovedora carta a Correos de Chile, en el marco de una campaña que pretende apadrinar los sueños de los menores para esta Navidad.

“Querido Santa, mi nombre es Kelly y tengo 12 años. Esta navidad solo te quería pedir una ayudita, ver si me puedes ayudar a conseguir un lugar para vivir, ya que vivimos en la playa con una señora que trata mal a mi mamá y nos echa todo el tiempo a la calle”, comenzó diciendo en la carta difundida por CHV Noticias.

Y agregó: “nosotros no podemos jugar ni salir al patio, ya que se enoja. Es más, nos queda poco tiempo ya que nos desalojarán, y estoy algo preocupada, se nos cae el pelo a mí y a mi hermana por el estrés que nos lleva esta situación”.

Asimismo, Kelly comentó que son cinco personas en una pieza chica, pues vive junto a su abuela, su mamá, su hermana de ocho y su hermano de trece años, quien tiene síndrome de Down y usa sillas de ruedas.

Explicó que su mamá está sin trabajo pues debe cuidarlos y que viven con la pensión de su abuela, la que “no es mucho”. “Ya estamos muy mal, solo deseo tener un lugar para vivir y bañarme decentemente. Hacer una vida normal”, acotó.

Finalmente, dijo: “Santa, si no puedes, no importa, todavía tendré la esperanza que tendremos un lugar digno para vivir, o sino, algún panel solar para poder tener luz e irnos a vivir al cerro”. Sin embargo, si esto sigue sin ser posible, Kelly le pidió que “a ver si me puedes regalar una bicicleta a mí para salir a dar una vuelta y entretenerme”.

“No queremos que nos regalen una casa”

La mamá de la menor le confirmó la situación a CHV Noticias y explicó que “mi hija está asustada porque la señora nos volvió a echar. Todos los días es lo mismo. Me acaba de insultar y que me fuera a la calle con los niños. No tengo dónde irme”.

Puntualizó que esto llegó a un límite y que lo único que quieren es vivir tranquilas, “sin que las estén hostigando”. Y es que la mujer contó que viven hace cinco años en la casa de la abuela paterna, donde no han podido conseguir una buena relación con la dueña de la vivienda.

Pese a todo, la madre comentó al citado medio que “no queremos que nos regalen una casa, sino que nos ayuden a salir de acá porque sufrimos violencia. Que nos puedan ayudar a obtener una casita pagando, pero de a poco, o un lugar para arrendar”.

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