El gran triunfo no es alcanzar el sillón del Gobierno Regional, sino llegar con soluciones efectivas para la gente y hacer las cosas bien, aseguró Carlo Arqueros, militante del Partido Republicano y candidato a gobernador regional. El nombre del ingeniero fue toda una sorpresa para la derecha local, que de manera reiterada apuntaba a la necesidad de presentar candidatos únicos para elevar las posibilidades del éxito electoral en octubre. Aunque todo quedará confirmado en julio con la inscripción oficial, hasta el momento la oposición en Antofagasta buscará gobernar la región con dos alternativas, Arqueros y el exsenador RN Carlos Cantero.
Y es en ese contexto el diputado RN José Miguel Castro invitó al sector a realizar una encuesta para definir un solo nombre en la papeleta. Sin embargo, el ofrecimiento encontró esta respuesta del candidato republicano: “Hemos estado en conversaciones con todos en la derecha, pero lo que el diputado sugiere es una cosa obvia, si ellos quieren medir, que lo hagan con una encuesta. Ellos tienen sus números, con quienes hemos conversado, siento que saben que no tienen un candidato competitivo. Entonces son ellos quienes tienen que precipitar su decisión”, aseguró el ingeniero.
Casado y padre de dos hijos de 17 y 11 años, la consigna de Arqueros es “dedos para el piano”. Nació en Antofagasta y se fue a los seis meses a Rancagua, aunque siempre estuvo ligado a la zona porque sus abuelos eran de las salitreras y venía todos los veranos a la región.
“Después fui cadete de la Fuerza Aérea en la Escuela de Oficiales, aunque por un problema del oído medio decidí no seguir y estudié ingeniería comercial en la Universidad Católica del Norte. Más tarde derivé a trabajar en Chuquicamata como trainee en control de gestión. El área de sulfuro y de chancado, a través de Codelco y una filial que tenía inversiones japonesas, fue mi gran escuela. Desde ese momento siempre quedé relacionado con la industria, como mandante, como contratista y ahora de manera más intensiva como consultor. El 2015 tuve un proyecto de comunidades con el Servicio de Evaluación Ambiental, para relaves en Radomiro Tomic que fue muy exitoso y aprendí cómo los proyectos, en temas medioambientales, pueden afectar con externalidades tanto positivas como negativas”, detalló.
Además, ya por diez años y a raíz de una invitación, dicta clases universitarias. Estos últimos años ha lanzado libros sobre liderazgo, auditoría de contratos mineros, eficacia y excelencia.
- ¿Por qué decidió dar este paso desde el mundo privado a la política?
En el 2017 participé como apoderado en la campaña de Piñera, eso fue todo. Pero después con los eventos que pasaron el 2019, la gente de clase media que nos cuesta salir adelante vimos que el país se va de las manos y se generó una frustración silenciosa que tenemos muchos. Y di este paso el año pasado, cuando entré a Republicano y comenzaron a pedirme colaboración. Me hice cargo del comando de los candidatos y en ese proceso reflexioné que era una alternativa para un cargo técnico. Se lo planteé a la directiva, ellos también hicieron lo mismo y acepté, pero netamente por conciliar competencias técnicas asociadas al cargo. Comenzamos a revisar los temas, como el caso convenio, que también me precipitó porque dije, “pucha que hacen mal el trabajo, y los buenos dónde están”. Ahí tomé la decisión, me apoyó la directiva y ya recibí el apoyo de la mesa central. También me llamó el presidente del partido, Arturo Squella, quien me dio todo su apoyo para esta candidatura de la que estamos convencidos es muy competitiva, por lo menos con los números que se han dado en la última elección.
- ¿Por qué entró a Republicano y no a otro partido de derecha?
Cuando uno tiene principios piensa dónde está mejor el ajuste de perfil, algo que se da por los principios, las creencias que se transforman en valores y una adherencia en términos más que ideológicos, porque al final toda la derecha tiene un domicilio conocido. El otro gran desafío que tengo particularmente es que también nos miran como extremistas y la verdad es que no lo somos. Hay que eliminar esa idea de que somos extremistas, cuando en realidad somos gente común, que quiere el bien y que, si tiene experiencia, la colocamos al servicio.
- ¿Nunca había militado en ningún otro partido?
No. El 2017 con el tema de Piñera me metí a Renovación y me retiré de inmediato, terminó y renuncié. Entré para ser apoderado de mesa, pero después me sentí desencantado de RN y, además, tenía que trabajar así que no podía estar dedicado a un tema político. Pero más tarde quise aportar a Chile y la pregunta es por qué no volví a RN, porque mis valores y principios encajaban más en Republicano.
- ¿Cuáles son sus tres principales propuestas como gobernador?
Tengo 35 iniciativas en 15 ejes y los principales van desde la disuasión en temas de seguridad, al empleo y la anticorrupción, para revisar el destino de los fondos, llevar un buen rendir de cuentas. En empleo voy a separar y haré una innovación, porque todos hablan en empleo grupal regional, en términos macro. Pero como profesor me he dado cuenta de que a los nuevos profesionales les cuesta mucho insertarse en el mundo laboral, tengo alumnos que en su currículum tienen funciones de Rappi, reponedores de supermercado y cuando las empresas ven que es ingeniero y ha trabajado solo en eso, va en desmedro de ellos. Lo quiero hacer es un programa para acelerar el proceso y apoyar la inserción rápida de los nuevos profesionales a la industria. Hay jóvenes que salen y están muy preparados, pero otros que egresan no lo están tanto y si les damos preparación y experiencia, podrán conseguir buenos trabajos. En empleo también tendremos el eje tradicional, enfocarse en incentivar la inversión, sobre todo con la reconversión de la matriz energética para generar más puestos de trabajo, pero siempre anclado a los jóvenes.
También están los temas medioambientales y de violencia intrafamiliar que son de mi interés. Estamos conversando con varias organizaciones, escuchando a actuales y exautoridades para conocer su perspectiva y fortalecer estas ideas.
Escenario en la oposición
- ¿Estaría dispuesto a definir al candidato único por encuesta como propuso el diputado Castro?
Hemos estado en conversaciones con todos en la derecha, pero lo que el diputado sugiere es una cosa obvia, si ellos quieren medir, que lo hagan con una encuesta. Ellos tienen sus números, con quienes hemos conversado, siento, que saben que no tienen un candidato competitivo. Entonces son ellos quienes tienen que precipitar su decisión.
- ¿Cuándo dice ellos se refiere a RN o la derecha tradicional?
Nosotros somos derecha, desde Republicano hasta Evópoli. Me refiero al sector, porque una de mis prerrogativas es generar la mejor propuesta para todos. Vengo del mundo privado y siempre he trabajado con talentos, es como la campana de Gauss, para la izquierda o la derecha en términos de desviación estándar, pero están dentro del paraguas de la variante. Es términos simples, tenemos el azul, para un lado el color es más oscuro y para el otro es más claro, pero siempre es azul y así es nuestro sector.
No tengo problema en trabajar con todos ellos, por eso mi propuesta es invitarlos a que se sumen a mi candidatura, porque en Republicano creemos que somos la candidatura más competitiva y el sector, ellos, lo sienten así también. Entonces tienen que tomar la decisión, no somos nosotros, no soy yo, son ellos. La mejor encuesta es la que se decide libremente en octubre. Ojalá vayamos con un candidato único, porque tendremos más posibilidades de ganar y lo que dijo el diputado es lógico, pero si él necesita medirse, ellos tienen sus números, su encuestas, históricamente van midiendo a sus candidatos. Estoy abierto a recibir apoyo y que decidan.
- ¿En qué fundamenta su comentario de que ellos saben que no tienen una candidatura muy competitiva, mientras que Republicano deposita mucha confianza en la suya?
Más que hablar de la mejor candidatura, hablo de competitividad, hay que separar los conceptos. No puedo arrogarme que soy mejor que otra persona, tengo mucho respeto por los otros candidatos, pero hablamos de competitividad, hay que analizar algunas variables. Números, las propuestas, lo que marca fuerte hoy y eso es la marca Republicano. La gente tal vez no quiere el celeste, quiere definiciones como la que tenemos nosotros, un color más azul. En el histórico de votaciones nos ha ido muy bien y desde que propusimos nuestra candidatura, decidimos que queremos ser Gobierno Regional. No quiero arrogarme de que soy el mejor, estoy junto a una marca y eso me potencia y el convencimiento de que tenemos una candidatura más competitiva, hace pensar al resto, reconocen, ven las encuestas internas de los partidos y esa es la sensación que me queda. No tengo la certeza plena, tengo la sensación de que no están muy cómodos con el candidato y estoy abierto a que se unan a mi candidatura para precipitar un triunfo en primera vuelta.
- ¿Cree que el votante de derecha está buscando gente nueva incorporándose a la política o apostará por caras conocidas?
Diré mi sentir, que tal vez estadísticamente no es representativo, pero cuando se toma una muestra pequeña se puede extrapolar. La gente está harta, hay descontento con la vieja política, la política de los 40 años como dijo nuestra secretaria, sin desmerecer al candidato (Carlos Cantero), me refiero en términos generales y me incluyo, por eso me metí en esto. La gente está ávida de nuevos rostros, pero, sobre todo, apuestan por quienes tengan competencias. Tienen una esperanza que quieren ver transformada en expectativas y por eso tenemos el gran desafío. Puede ser fácil ganar, entre comillas, pero el gran desafío es cumplir la expectativa, por eso formamos equipos, entrenando a toda la gente que participará como cores o concejales. El gran triunfo no es el sillón del Gobierno Regional, sino llegar con soluciones efectivas para la gente y hacer las cosas bien.
- ¿Contará con el apoyo del médico Carlos Solar, quien dijo que no tenía mucho contacto con la directiva regional del partido y es pariente de Carlos Cantero, quien a su vez apoyó la campaña en la que fue electo constituyente?
Son varias preguntas en una. Primera parte, voté por Carlos Solar, aunque me gustaba la candidatura de Carmen, pero como profesional de números me fui a las probabilidades. Aunque no lo conocía mucho, Carlos era la marca de lo que queríamos lograr. Lo segundo es que no puedo suponer lo que él realizará, creo en la lógica de las personas. Es decir, si uno es militante, lo lógico es que apoye la candidatura de Republicano. Una tercera parte es que él puede declarar o no un respaldo, lo que está muy bien porque son decisiones personales. Tiene todo el derecho de proclamarme o por respeto guardar silencio y decidir en la urna, pero también tiene un deber como militante, sino para qué existe la militancia, aquí hay disciplina partidaria y si se pone a apoyar a Cantero abiertamente, entonces que haga partido por un independiente.
- ¿En un hipotético escenario en el que no avanzara a segunda vuelta, estaría dispuesto a apoyar a Carlos Cantero?
Es que no me pongo en esa hipótesis, porque la hipótesis nula es que con nuestros números vamos ganando y por eso estoy invitando a que se unan a mi candidatura, de lo contrario, no estaría haciendo la invitación y desde un principio diría apoyemos a Cantero. Tenemos números históricos, una propuesta, competitividad y esta decisión la precipitamos en función de eso o ya estaría detrás de Cantero. Me la voy a jugar completa y si pierdo, el riesgo político es cero, porque soy nuevo, no tengo un activo, no fui senador. Así que quiero ganar en primera vuelta.
Repiblicanos en su afán egoísta de llegar al poder, no teme en dividir los votos del sector y permitir que gane los oponentes que claramente no sirven. Lamento la gran arrogancia de considerar una candidatura competitiva de alguien que sin desmerecer sus capacidades técnicas pueda carecer de habilidades políticas que le permitan gestionar los recursos del estado, entendiendo la burócrata gestión estatal. Cuando se dice que es diferente con guitarra, realmente lo es. Y no solo por el hecho de la gran diferencia que existe en la gestión gubernamental con respecto a la privada, sino que también en el hecho real que sin el carisma y generosidad política es muy difícil conducir para llegar a acuerdos, porque las imposiciones quedaron en otro tiempo de nuestro país.