Cuando Teresa Ramos (81) recibió el llamado del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, informándole que había ganado el Premio Nacional de Artes Escénicas en la categoría Teatro, uno de sus recuerdos que afloró fue de la época en que estudiaba Biología y Química en la Universidad de Chile, a principio de la década de 1960. Hasta entonces solo había participado en presentaciones escolares y aunque continuaba ligada a la actuación, no fue hasta la llegada de Pedro de la Barra (1912-1977) cuando decidió dejar los estudios de ciencia para dedicarse completamente al teatro.

“De pronto llega un maestro como Pedro de la Barra y el año 1965 se forma la primera compañía de teatro profesional en Antofagasta, grupo del cual era parte gracias al trabajo que hicimos con el maestro de 1962 a 1965. Así fue como mi vida pasó al teatro, aprobé el cuarto año de Biología y Química y me retiré”, explicó Ramos.

A pesar de que se jubiló hace diez años, la actriz antofagastina sigue activa con varios proyectos que vienen en camino. Este año se estrenó “Sayen” en la plataforma Amazon Prime Video y se trata de la primera parte de una trilogía de acción chilena que relata la historia de una mujer mapuche que lucha ante empresarios españoles para defender las tierras de su abuela. En 60 años en los escenarios de teatro nunca tuvo tanta fama como con esta película, reconoció entre risas.

Ramos ya registraba otros reconocimientos a su carrera, como la distinción entregada por el Círculo de Periodistas Críticos de Arte de Valparaíso en 1987 en Mejor Obra con Orquesta de señoritas y Mejor Obra Chilena por Venecia, en los Temporales Teatrales de Puerto Montt de 2003. También recibió la Medalla Bicentenario por el Apoyo al Desarrollo de la Segunda Región (2010); el Premio Apes por Mejor Aporte al Espectáculo Regional en el 2007 y su carrera fue reconocida por FITAM 2021. Además, es integrante del directorio de la Corporación Cultural de Antofagasta y suma 25 años de trabajo ininterrumpido como productora ejecutiva del Festival Internacional de Teatro Zicosur.

• ¿Le sorprendió el reconocimiento?

Pensaba que el hecho de que me propusieran en la lista como nominada ya era un premio. Cuando me llamó la ministra (de las Culturas), mi hija Paola con mi nieta estaban esperando, porque ella ya sabía y cuando me dijeron, me emocioné, porque uno nunca espera un premio de esta magnitud. Al mismo tiempo estaba feliz por el significado, soy una mujer del norte, de Antofagasta y con esto se visibiliza el trabajo de las regiones. Desde ese punto de vista es muy importante para mí y para todas las personas que me quieren el hecho de que fuera nominada para este reconocimiento.

En mi familia están todos emocionados, porque uno no vive en función de que te premiarán algún día, sino que piensas en realizar tus sueños y hacer las cosas con amor. Es lindo recibir un reconocimiento, porque debe ser triste que le entreguen un premio a un familiar o a un amigo por alguien que murió y nunca disfrutó de ese minuto.

• ¿Tuvo algunos recuerdos cuando le comunicaron que había ganado el premio?

Sí, eso es increíble, me vinieron muchos recuerdos, como cuando entré a la Universidad de Chile (actual Universidad de Antofagasta) como alumna de Biología y Química. Había visto obras de teatro, pero solo había actuado en actos matinales en la enseñanza básica, después con Andrés Sabella en la media. Todas esas cosas vinieron a mi mente, ya que nunca pensé que haría teatro durante toda mi vida, porque pude ser profesora o tal vez médico, eran las dos carreras que me gustaban. Sin embargo, de pronto llega un maestro como Pedro de la Barra y el año 1965 se forma la primera compañía de teatro profesional en Antofagasta, grupo del cual era parte gracias al trabajo que hicimos con el maestro de 1962 a 1965. Así fue como mi vida pasó al teatro, aprobé el cuarto año de Biología y Química y me retiré, pero nunca soñé que llegaría a esto, porque hago las cosas por amor.

• No fue sencillo en la década del 60 dejar una carrera universitaria científica para dedicarse al teatro.              

Si hubiera dicho que me quería ir a estudiar teatro a Santiago, primero, había tema de recursos y segundo, “estás loca, vas a estudiar teatro”. En paralelo hice Biología y Química y teatro. Pero cuando estaba en cuarto año se formó la compañía de la Universidad de Chile en Antofagasta y estuve entre las personas que había comenzado la fundación junto con Alfredo, Sonia Orellana, que eran matemáticos y biólogos igual que yo. Se formó la compañía y nos pagaban, eso significaba que nosotros podíamos vivir de esto. Así que, con la autorización de mi tía, porque vivía con ella y con mis abuelitos, me retiré de la carrera y pude hacer mi vida en el teatro. Con más alegrías que vicisitudes llegué a ser actriz profesional y dedicarme a esto a toda mi vida, formar con Ángel una familia y tener a nuestros hijos. A pesar de que Daniel es médico, también le gusta el teatro, la música y Paola que también dedica su vida a esto.

• ¿Qué reflexiones deja una extensa trayectoria en teatro?

Lo más importante es el hecho de participar en la fundación de la Compañía de Teatro de la Universidad de Antofagasta. Desde el punto de vista del teatro, es uno hito porque gracias a ello, después mucha gente pudo de dedicarse a ello. En ese tiempo había otras compañías, de la Católica del Norte, por ejemplo, pero luego no siguieron y la Universidad Antofagasta sí pudo continuar. Otro hito importante fue la llegada de Pedro de la Barra, quien fue mi maestro y el maestro de todos mis compañeros. Gracias a Pedro de la Barra me transformé en profesional, después saqué mi título en la Universidad de Chile, pero él realmente fue quien me formó. Más tarde fui aprendiendo en el camino, pero con la guía que el maestro me dio en casi 12 años trabajando con él.

• También actuó en la producción de una plataforma digital presente en todo el mundo. ¿Cómo fue esa nueva experiencia?

Ese es uno de los regalos que me ha dado la vida, en el plano teatral, porque los regalos más grandes que he tenido han sido mi familia, mis hermanas, mi tía, estar con Ángel, tener a mis hijos Daniel y Paola y ahora a mi nieta. Hace como tres años hice esa película y la plataforma online es lo que me llevó a la fama y esto me da risa, porque dediqué 60 años de mi vida al teatro. Nunca había tenido la popularidad que alcancé haciendo a la abuela de Sayen, es increíble el fenómeno de la televisión y más aún en una plataforma internacional. Recuerdo que cuando se hizo el lanzamiento de la película, Pablo Larraín me dijo que la producción estará en 246 países. Nunca en mi vida había recibido tantas felicitaciones como cuando se estrenó esa película y felizmente, parece que no lo hice tan mal, porque fueron agradables los comentarios que recibía.

• ¿Desde su experiencia hacia dónde se encamina el teatro?

Van cambiando las formas de hacer teatro. Soy bien optimista y pienso que tiene que abrirse a nuevos caminos, pero sin olvidar sus raíces, el drama, las tragedias, la comedia. Y hay que captar público, porque se ha perdido mucho. En Antofagasta desgraciadamente por razones en las que no hemos tenido el espacio y digo hemos, porque todavía me siento parte de la Compañía de Teatro de la Universidad Antofagasta, se perdió ese lugar tan especial que era Baquedano con Condell donde llegaba tanta gente. Espero que se cumpla esto de que el próximo año la sala está instalada porque las personas volverán nuevamente. Soy muy optimista de lo que viene, hay muchas compañías de gente joven que con mucho esfuerzo hace teatro sin las facilidades que tuve, porque conté con la posibilidad de trabajar en una universidad que me pagaba un sueldo con el que pude vivir y educar a mis hijos, pero es poca gente la que puede decir que vive de esto, más aún en regiones. Por eso aplaudo a los jóvenes que han decidido hacer teatro, pero por favor, que alguien abra los ojos porque se necesitan espacios donde presentarse, ya que en este momento solo tenemos el Teatro Municipal y el Teatro Demoler que se hizo con la voluntad de quienes apoyaron y nada más.

• Por eso la remodelación del Teatro Pedro de la Barra es muy esperada.  

Realmente espero que comiencen los trabajos en enero y que, a fines del primer semestre, ojalá, la sala esté próxima a abrirse. Ese es mi deseo.

• ¿Vienen nuevos proyectos personales?

Estoy jubilada hace como 10 años, pero nací chicharra y moriré cantando. Tengo varios proyectos, prontamente daremos información porque voy a actuar en una obra. Por el momento no puedo contar mucho, pero la dirige Pamela Meneses y trabaja también Paola.

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