Un hombre bueno dijo alguna vez “que el derecho extremadamente injusto no es derecho”, otro hombre de excepción señaló “que, si alguna vez deben decidir entre el derecho y la justicia, siempre se debe preservar la justicia.”
Con estas dos citas pretendo problematizar y llamarlos/as al debate sobre si el primer desalojo del gobierno del presidente Piñera en Antofagasta, fue justo.
No cabe duda que fue legal. Existió una petición de la Secretaría Ministerial de Bienes Nacionales que obliga a las Gobernaciones a actuar frente a su solicitud. El cuestionamiento surge respecto de la forma del procedimiento de restitución.
Durante el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet, hicimos innumerables restituciones pacíficas, traslados voluntarios y obtuvimos siempre resoluciones favorables de los Tribunales. Este positivo accionar se logró porque tuvo en vista la protección de las personas y su dignidad. Era algo más que la legalidad. Fue un tema de justicia social.
Gracias a esos procedimientos, recuperamos 47 hectáreas de terrenos tomados en la provincia, prácticamente las ¾ partes de estos sitios habían sido usurpados por industriales y empresarios que durante años lucraban a expensas del fisco en terrenos que habían sido destinados para otros efectos, como la vivienda o de protección del ecosistema.
Este trabajo sirvió para detectar suelos que sirvieran para construir viviendas sociales. Así, en coordinación con Bienes Nacionales y Minvu, logramos entregar más de dos mil viviendas, dejar ejecución más de tres mil y dispuesto para que en el año 2019 se construyan tres mil trescientas diez viviendas sociales. Habiendo terminado el gobierno de la Presidenta Bachelet, con más de la mitad de éstas en etapa de diseño y vinculadas a terrenos de Altos La Chimba.
¿Es suficiente? Por supuesto que no. Pero, tras cuatro años sin edificación social en el primer período de Sebastián Piñera, se entregó dignidad a familias que por años clamaron por su derecho a la vivienda digna y accesible.
¿Qué pasa con el resto?, ¿Qué pasa con nuestros allegados?, ¿Qué pasa con quiénes viven en campamentos?, ¿la solución es llevar FF.EE. a enfrentarse con los vecinos?
El propio General Director de Carabineros, Hermes Soto, ha indicado que la solución de los problemas sociales no es por vía de la represión de la policía uniformada. El Intendente Regional, Marcos Díaz, expresó que el desalojo en cuestión no se hizo de la forma más adecuada. El Presidente Piñera constantemente habla de un clima político de diálogo.
Entonces, los ciudadanos y ciudadanas vamos a estar muy atentos a que dichas frases no sean sólo palabras de buena crianza. Insistiremos en la negociación y en las mesas de trabajo serias como forma de solución de conflictos. Debemos estar atentos a que no se dilaten los procesos ya iniciados.
La institucionalidad debe estar al servicio de los seres humanos y no a preservar las solemnidades burocráticas. La protección y la justicia son los únicos horizontes a seguir.
