La empresa Colbún, parte del grupo Matte, anunció la suspensión del proyecto Central de Bombeo Paposo en la Región de Antofagasta, tras la decisión del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de esa región de finalizar anticipadamente el procedimiento de evaluación ambiental. El SEA rechazó también un recurso de reposición interpuesto por Colbún en agosto, después de haber determinado en junio que el proyecto, que preveía una inversión de 1.400 millones de dólares y una capacidad de hasta 800 MW, no presentaba suficiente información para excluir posibles efectos significativos según la legislación ambiental.
Colbún lamentó la decisión de la autoridad ambiental y anunció que puso en pausa la iniciativa. “Tomando en cuenta el contexto en que se desarrolló este proceso de evaluación ambiental y el resultado del recurso de reposición, Colbún ha decidido suspender el desarrollo del proyecto y así ponderar debidamente los posibles cursos de acción”, informó la compañía.
Además, agregó a través de un comunicado, que “la resolución de la autoridad es poco coherente y contiene errores formales evidentes, cuestiones que van en sentido contrario a dar señales claras y dar certeza jurídica para el avance de los proyectos”, sostuvo Colbún en un comunicado.
El proyecto había sido promocionado como una primicia en Chile y Latinoamérica, utilizando un sistema de recirculación de agua desalinizada para generar energía. Sin embargo, el SEA señaló que el estudio presentado carecía de datos cruciales, incluyendo evaluaciones sobre la fauna local y la correcta caracterización de las comunidades humanas en la zona, lo que impedía una evaluación adecuada de los impactos ambientales.
A pesar de que Colbún sostuvo que el estudio de impacto ambiental proporcionaba toda la información necesaria y que cualquier déficit informativo podría subsanarse en el proceso, el SEA mantuvo su decisión inicial. La empresa lamentó esta decisión y optó por pausar el desarrollo del proyecto para considerar futuros pasos a seguir, destacando que habían extendido los esfuerzos de participación comunitaria durante dos años, incluyendo un enfoque particular en las comunidades indígenas afectadas.
Desde el SEA, se recalca que el término anticipado del proceso no representa un rechazo total al proyecto, sino una oportunidad para mejorar la presentación de información. Además, subrayaron que las decisiones tomadas por las direcciones regionales son definitivas al no existir un recurso jerárquico superior, comprometiéndose a seguir trabajando para asegurar un criterio uniforme en las evaluaciones a nivel nacional y proporcionar así mayor certeza técnica y legal para todos los proyectos evaluados.