En la tragicómica Convivencia Ciudadana Antofagastina, en plenitud de antagonismos, irrespetuosidad y violencia de los unos y los otros, en distintas esferas y por diferentes sectores, motivaciones y circunstancias, es imperativo “Re-Imaginar nuestro Futuro de Ciudad, Educando en Respeto a nuestra Comunidad”; es decir, con Sentido de Propósito, desde la Participación Ciudadana de Todas y Todos y así, podremos, no solo soñar una Mejor Ciudad; sino que, transformar ese Sueño en Realidad Fecunda, creando un Puente de Encuentro en el RESPETO que, habite, viva, sienta y se diseñe hacia el Bienestar Colectivo.
Ciudadanos, necesitamos avanzar hacia una Convivencia Social que nos hermane; de modo tal que, en el río furioso de nuestro tiempo, la Convivencia de nuestra Gente, no se tiña de colores en banderas y fronteras que, se tornan pequeñas y excluyentes, abriendo trincheras discriminatorias que cierran, a algunos, las puertas y ventanas, negando el arco iris de la existencia y otorgando Vida tan sólo de tinieblas. Por ello, debemos elevar el vuelo de la Educación en las alas libertarias, para alcanzar consensos que abracen la mirada, sin Descalificación ni Envidia que, son las raíces infinitas de muchos males que carcomen las conciencias y las virtudes humanas, y transitar desde el Canto del Hombre-Mujer Libres que, en plenitud de versos galopantes por las rutas de los desiertos, regalan su propia Libertad para la Libertad de los-as otros-as; palpitando como un grano de trigo que ha de transformarse en el Pan del Alma y el Respeto a nuestras Gentes.
Por ello, no debemos rehuir la ruta escabrosa, ni conjugar los espacios para la deshonra, sometimiento, ni el silencio y; cada Voz, siempre debe escucharse, vestida y habitada en alegre y esperanzadora sonrisa, para seguir tejiendo, en desnudez de verdores, con palillos de mar, cerro y roca nortina, desde la Hermandad, el Respeto y la Diversidad para sobrevolar y elevar los pequeños surcos de nuestra querida Ciudad.
Amigos Lectores, para avanzar en esa dirección, se requiere grandeza del Amor fortalecido, para transformar cada piedra y golpe del camino, en eslabón de comprensión, tolerancia, respeto, encuentro y crecimiento; porque así, algún día, todas las manos y todas las voces, iluminarán los surcos en plenitud de esperanzas hacia el soñado mundo mejor de Culta Dignidad.
Antofagastinos, para enfrentar pequeños y efímeros poderes existentes en las Organizaciones, en que, tantas veces, sus protagonistas, en vez de ser servidores públicos en beneficio de la sociedad; lamentablemente, sin pudor, danzan diferentes ritmos y enarbolan banderas, indecorosamente, distintas y acomodaticias en un vergonzoso transitar por los colores de su propio YO; allí, es tarea de todos, reedificar el verdadero Lenguaje para interpretar nuestra ciudad; recordando que, así como la Vida se extingue, la gestión en los antivalores de la oscuridad y la exclusión jamás será eterna.
También debemos recordar que existen personas de actuación compleja de describir; pero, que están, y que asoman en cada última hora de la puesta de sol, encarnando verdaderos infiernos; más, como somos sobrevivientes de tantas pandemias; sabemos que, nada dura mil años; y entonces, junto al sonido del silencio, como la mágica expresión creadora del cactus que, aún en soledad, desierto, camanchaca y distancia, florece en fuentes de esplendor; así también, en nuestra Ciudad del Salar Grande, podremos vivir momentos y tiempos, verdaderamente mágicos, plenos de Humanidad que, como la primera hora después del amanecer, asomarán como un maravilloso derrame de luz dorada que, encendida de azul, cálida y perfumada, fecundará y construirá, un oasis terrenal, verdadero Piso Paraíso que traspasa las trincheras excluyentes y, compartiendo desde la diversidad y espiritualidad que enaltece, Educaremos a nuestra Ciudad, en Respeto y Sentido de Comunidad.
Y es allí también que, en la antinomia de la Luz y la Oscuridad , nunca debemos olvidar que la Vida y la Educación no se construyen desde el YO, sino con el NOSOTROS en que, cada Ciudadano-a, desde la Sabiduría Compasiva, Tolerante y Comprensiva, debe asumir que todas son partes de nuestras existencias y, unas abrigarán un frío invierno y otras darán sombra al sol que calcina; pero, que más allá de ello, debemos abrir nuestros corazones para CONVIVIR EN RESPETO, con serenidad y resiliencia; porque así entonces, en la paz y calidez del espíritu, iluminados en plenitud de Amor y Humanidad , podremos continuar nuestro camino del Educar CIUDAD, desde la Espiritualidad y el Amor.
Amigos-as TODOS-AS, la historia también enseña que, el mundo y los planetas giran; por lo que, más temprano que tarde se encenderá el milagro de la verdadera Convivencia Humana Antofagastina para continuar cavando los surcos del Bienestar Colectivo; por ello , en la santa desnudez de las estrellas de nuestro norte, desde la humildad y en la legitimación de unos y otros, aun sabiéndonos imperfectos, pequeños, frágiles e inconclusos en proceso de metamorfosis, debemos elevar nuestras alas, nuestros colores, nuestra palabra , acción y consecuencia y , cual faro de luz universal de amor, paz, armonía y sabiduría; promover el Encuentro y Reencuentro para continuar, Todas y Todos, bellamente Juntos desgranando colores minerales hacia el infinito; re- imaginando nuestros Futuros, para Educar a Nuestra Tierra y sus Gentes, en Gestión de Respeto y: “VERDADERA COMUNIDAD Y ANTOGASTINIDAD”
