Si su vinculación al Jazz es lejana y la asocia a los antiguos discos de vinilo de sus abuelos donde se escuchaba la voz y trompeta de Louis Armstrong cantando el clásico «Hello Dolly», déjeme contarle que este estilo musical es tan amplio que, precisamente esa virtud, le ha permitido seguir presente en nuestros días. Ahora, si es antofagastino, le digo que no debiera ser tan ajeno pues esta música ha estado ligada a nuestra región desde la explotación de minerales. Sí, a ese nivel de identidad histórica hablamos.
El Club de Jazz de Antofagasta decidió volver a rescatar ese legado que dejaron grandes personas que impulsaron este estilo en la Perla del Norte. Entre ellos destaca el fallecido periodista y trompetista Hernán Astudillo (Foto) quien fue el fundador de esta iniciativa. También el innegable aporte de quienes hoy acompañan al maestro Astudillo como el Doctor Sylvio del Lago y Peter Delis a quienes recordarán por la banda dixieland «The Old Swingers» conformada por el químico Jorge Ponce de León en la batería, el profesor de música Eduardo Castillo en la guitarra, la periodista Mariana Huerta en el bajo, el médico Gerardo Valdivia en el Banjo, el Dr. Del Lago en el teclado y Peter Delis en la dirección musical y clarinete.
Siempre jovial y haciendo honor a su apellido, conversamos con el trompetista Eduardo Caballero, nuevo presidente del Club de Jazz Antofagasta.
¿Cuando comenzó el Jazz en Antofagasta?
El Jazz es parte de la historia de la región, eso muchos jóvenes no lo saben. Esta música comenzó en nuestra zona con los norteamericanos que llegaron a Chuquicamata. De inmediato, por un tema de tradición, propagaron su música en Antofagasta. Fue desde esa época que el jazz está presente y que luego fue recogido -y cultivado- por los músicos locales creando un verdadero semillero.
¿Cuáles son los objetivos de esta nueva directiva del Club de Jazz Antofagasta?
El objetivo es propagar esta música a toda la comunidad y atraer a la gente joven. Sabemos que en Antofagasta hay muchos talentos que están partiendo en este estilo musical, el cual es muy distinto a todo el resto de la música popular. La única manera que se involucren es escuchando y aprendiendo de quienes somos más viejos y que practicamos esta música hace muchos años. El Club de Jazz está en una nueva política de puertas abiertas donde también queremos incorporar en nuestras reuniones a aquellos que no son músicos pero que disfrutan de este estilo que es tremendamente cautivador y que, una vez que aprendes a amarlo, nunca más lo dejas ir.
¿Cuál es el rol que debiera tener la autoridad en este desafío?
El primer desafío es nuestro, como Club de Jazz Antofagasta. Debemos lograr entusiasmar a la autoridad de la mano de un trabajo serio como agrupación junto con la disciplina que implica impulsar las metas que tenemos de recuperar el espacio que alguna vez tuvo el jazz en nuestra región. Tenemos que ser capaces de hacer ver a la autoridad que esto no es solo un grupo de personas que se junta a tocar música sino que hay algo mucho mayor, hay un tema de identidad con nuestro pasado.
¿Está dentro de las metas organizar un Festival de Jazz?
Sí, de todas maneras. Una de nuestras metas es llegar a tener un Festival de Jazz como el de Providencia, Concón, Lebu, Puerto Montt, etc. Es incomprensible que Antofagasta no tenga uno siendo que este estilo musical es parte de nuestra historia minera. Pero lo primero es volver a generar los espacios y reencantar a la comunidad con este estilo musical. Hay que acercar el Jazz a la gente.
¿Cuáles son algunos de los referentes antofagastinos del jazz a nivel nacional?
En Antofagasta tenemos grandes embajadores del Jazz a nivel nacional, grandes y extraordinarios músicos que han emigrado a Santiago tocando con tremendos músicos internacionales. Uno de ellos es el maestro del saxofón Marcos Aldana quien tiene sus raíces en Antofagasta. También está el caso de un gran contrabajista como Sammy Domínguez quien también es de aquí, entre otros. Lo bueno es que todos estos músicos han vuelto a Antofagasta para quedarse o han venido mucho por sus raíces tocando con grupos locales con magníficos conciertos en el Teatro Municipal de Antofagasta. Eso es un tremendo apoyo para los amantes de este estilo musical y los músicos jóvenes -y antiguos- para reunirnos otra vez y así impulsar este club que, estoy seguro, luchará por alcanzar cada uno de sus desafíos en esta nueva etapa.
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