En un intento de suicidio terminó el último portazo de Gendarmería de Chile a un matrimonio de funcionarios que ha buscado el traslado desde la cárcel de Calama en tres oportunidades.

Según expone el esposo, el 4 de abril la Dirección Nacional de Gendarmería de Chile, negó el traslado de ambos a la ciudad de Río Bueno, en el cual han insistido desde noviembre del año pasado por razones de salud de sus hijos.

A partir de esa negativa, relata, su esposa “toma la difícil y lamentable decisión de ingerir una cantidad indeterminada de comprimidos de clonazepam en su dependencia, al interior de la cárcel de Calama”.

El gendarme cuenta que una funcionaria se percata que su esposa no responde a su llamado y da aviso. Asegura que concurre rápidamente, ya que en la cárcel viven de forma separada (no se pueden mezclar hombres con mujeres), ingresa al baño y la encuentra en el piso con la caja de medicamentos totalmente vacía. Luego, la traslada en el móvil fiscal de la institución hasta el Hospital de Calama, desde donde le señalan que se trató de un intento de suicidio.

“Pasando la noche recobra su conciencia (su esposa) y al tratar de entablar una conversación conmigo, ella me comenta que la razón por la cual tomó esta drástica decisión fue para terminar con su vida y así el servicio me pueda dar traslado a mí”, dice.

“En esta institución somos un simple número”

Y luego agrega: “Ambos amábamos a nuestra institución. Cumplimos servicios de forma integral por los 13 y 12 años, respectivamente, hasta el año 2022, en el que nuestros hijos presentaron problemas de salud relacionados al clima de la zona norte y del cáncer que padece mi suegra, quien además es la persona que cuida de nuestros hijos en la ciudad de La Unión”.

“El amor a esta institución murió en las tres ocasiones en las el Director Nacional rechazó nuestra solicitud de traslado. Nos dimos cuenta que en esta institución no somos más que un simple número para cuantificar la cantidad de gendarmes versus los reos que posee cada unidad penal. Somos “personas” con problemas, que sufren, que tienen familias. ¿Acaso eso no importa? ¿Será que debe aumentar el número de suicidios para que los altos mandos tomen cartas en el asunto?”, menciona.

Por último, señala que “es frustrante tener que decirle a mi esposa que nuestros hijos deben seguir creciendo sin sus padres. Asimismo, ¿cómo le explico a mis hijos que su madre intentó quitarse la vida y que posiblemente lo siga intentando?”.

Respuesta de Gendarmería

Desde Gendarmería, señalaron que una vez conocido el hecho, «el mando institucional regional se trasladó a Calama para interiorizarse de primera fuente del estado de salud de la funcionaria, y reunirse con su marido, también funcionario del servicio».

«Del mismo modo, se activó una dupla psicosocial de profesionales, a objeto de dar atención y apoyo a la pareja, así como hacer seguimiento a sus eventuales necesidades», sumaron.

«Para Gendarmería de Chile, el personal es su recurso más preciado, ya que son sus hombres y mujeres, independiente de estamentos, grados y responsabilidades, quienes posibilitan el desarrollo y cumplimiento de la misión institucional, y el fundamental aporte que a diario hacemos a la seguridad pública. En ese sentido, es importante precisar que existen conductos reglamentarios establecidos para canalizar los distintos requerimientos del personal, siempre en concordancia con la adecuada conducta exigible a un funcionario público y en consideración de la realidad penitenciaria nacional, regional y local, y de las distintas variables que de ello puedan derivarse», finalizaron.

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