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martes, 19 marzo, 2024
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La realidad que ocultan las cifras: Presidentas de juntas de vecinos de Antofagasta relatan los graves problemas de seguridad en sus barrios

Dirigentas apuntan a robos, asaltos y droga como los factores que más golpean a sus poblaciones. Las cámaras son la principal herramienta de resguardo y la ausencia de denuncias formales impide que se destinen más servicios en sus cuadras. Sin embargo, también indican que, por la falta de personal policial, cuando solicitan ayuda del plan cuadrante la respuesta casi siempre es que está otro procedimiento.

Robos, asaltos, poca presencial policial y la instalación de cámaras para el resguardo de sus cuadras son los principales elementos que identifican cuatro presidentas de juntas de vecinos al ser consultadas sobre los problemas de seguridad en Antofagasta. Las dirigentas explicaron que esta materia no presenta mejorías y poco ayuda a la percepción hechos de alta de connotación social que ocurren en la comuna, como el sujeto que ingresó a una cancha en la que se disputaba una fecha del fútbol amateur para percutar varios balazos.

Nota relacionada: Asociación de Fútbol Amateur de Antofagasta suspendió fecha por sujeto que disparó en pleno partido

Desde el Ministerio Público han advertido un cambio en la conducta delictual y una mayor circulación de armas de fuego en la ciudad. En enero de este año, el fiscal regional Alberto Ayala manifestó que lo más preocupante de este aumento es que está relacionado con ilícitos como el tráfico y bandas criminales.

Marjorie Perea, presidenta de la junta de vecinos Lautaro Nuevo Renacer, detalló que los principales problemas que observa en su sector son los asaltos y la drogadicción, “cosas que están prácticamente unidas en un solo hilo. Hace dos semanas andaba un vehículo gris y uno blanco con tipos que se bajaban y asaltaban”.

Perea indicó que en su zona cuentan con la Segunda Comisaría de Carabineros que por trabajos de remodelación fue trasladada hasta La Portada. Ahora, puntualizó, ante cualquier llamado tendrán que venir desde el extremo norte con los tiempos que ello implica. “Esto genera inquietud porque antes estaban acá, en su casa, y aun así era difícil que llegaran a algunas denuncias. En la última reunión con Carabineros planteamos esto y se hicieron patrullajes, aunque lamentablemente no son suficientes”, sostuvo.

La dirigente contó que en varias cuadras y de forma particular se instalaron cámaras, pero a pesar de que brinda una mejor sensación de seguridad, no es mucho lo que pueden lograr, porque quienes cometen delitos usan gorros, mascarilla y prendas que dificultan cualquier identificación.

“Hemos tenido reuniones con Carabineros, con la Gobernación, pero en todo Antofagasta hay escasez de policías. Cuando llamamos casi siempre nos dicen que están en procedimiento y llegan, pero a deshora”, dijo.

En la cuadra donde reside, agregó, disponen de un sistema de alarmas que tienen una pantalla y si sucede un problema en una casa, activan un botón, eso figura en la pantalla y así saben dónde está pasando. Sin embargo, aun así, en su cuadra en el último tiempo registraron dos intentos de robo de vehículos, sustracción de radios y neumáticos de camionetas.

“Creo que no todos hacen denuncias formales porque se sienten decepcionados de la respuesta de la policía, pero también comprendo que es por la falta de personal. Lo ideal para sentir más seguridad sería tener alarmas comunitarias en toda la población”, reconoció Perea.

Falta de denuncias

La presidenta de la junta de vecinos Irarrazabal, Jacqueline Santibáñez, señaló que “desde Irarrazabal hasta Pantaleón Cortés está más o menos la cosa”. El gran problema para el sector, explicó, es que se juntan grupos de personas que consumen alcohol, drogas, después pelean y a veces son las tres de la mañana y todavía no pueden dormir. “Puedo decir que no son vecinos, sino personajes que vienen aquí. No hemos tenido problemas de asaltos, pero me parece que sí ha pasado de Irarrazabal hacia arriba”, dijo.

Algo que mejoraría mucho la condición de toda esa ubicación es un mejoramiento de las luminarias, las que ya cambiaron en Santa Rosa de Huara, pero propuso que, si se cambiaran también a un costado de Irarrazabal, sería todavía mejor.

Santibáñez declaró que ahora su población está mal insertada, ya que el lugar era tranquilo y de la noche a la mañana empezó a cambiar. Una de las dificultades que observa en su junta de vecinos es reunir a los residentes. La presidenta lleva 27 años en el cargo y expuso que ha tratado de dejarlo, sin embargo, la comunidad ya está acostumbrada a que gestione la organización y por el momento seguirá un año más, aunque no puede asegurar que después de eso continue.

“Las cámaras son la única manera de ayudarnos»

Desde la junta de vecinos Villa José Papic, la presidenta Rossana Carrizo aseguró que tienen muchos robos y asaltos cuando las personas salen de los negocios, también abren los vehículos y todo eso pasa con más frecuencia en la noche. Incluso reveló que les robaron unos columpios de la plaza y nadie vio nada.

“Amarraron a una mujer peruana y le robaron su plata, está muy complicado. A veces también tenemos peleas, hace poco a una persona la apuñalaron y como presidenta llamo a Carabineros y no vienen. Llamo directamente a la persona que está a cargo del sector, pero tampoco vienen, entonces ya no sabemos qué hacer en este aspecto, porque no los vamos a llamar para una tontera. Como el plan cuadrante no contesta, lo que estamos haciendo es juntar las calles María Elena, El Roble en una reunión y pusimos cámaras particulares. El Fosis nos entregó siete cámaras para los puntos más conflictivos”, subrayó.

Un episodio que lamenta fue lo sufrido por una adulta mayor, a quien abrieron la reja de su casa y aprovechando que estaba sola, entraron para robar el dinero que tenía guardado para una operación oftalmológica. “Después miramos las cámaras y no sé quiénes serán los otros jóvenes, pero a uno de ellos lo identificamos. Esta es nuestra única manera de ayudarnos, con las cámaras, porque Carabineros no viene y antes era por la contingencia social, pero eso ya pasó. Ahora que viene el 7% del Gobierno Regional voy a postular para tener más”, adelantó.

La dirigenta indicó que en las reuniones de la junta de vecinos recibe comentarios sobre robos de accesorios en vehículos, pero que, en este momento, la población es como “un vaso de leche”. Esto, porque cuando ocurren asaltos o robos las víctimas no realizan denuncias formales, ya sea por temor o porque no tienen esperanza de conseguir resultados. Después, en las reuniones Carabineros indica que la José Papic es “un vaso de leche” porque solo hay dos o tres denuncias.

Teresa Arévalo es presidenta de Salitreras Unidas, zona en la que viven principalmente adultos mayores quienes están preocupados por la visita constante de “estos chicos malos durante las noches, que asaltan a quienes bajan de la locomoción o por los pasajes, que acá son cortos y a cierta hora es muy solitario, siendo presa fácil para ellos”.

Frente a este escenario expresó que los vecinos se han asegurado con alarmas, cámaras, pero igualmente los ve decepcionados, porque graban, tocan las alarmas y persiguen a los delincuentes, “viven en constante preocupación, además que se ve mucha droga por estos lados. Noto que la calle San Francisco junto con Abate Molina son las más afectadas, porque siempre está pasando algo, suenan las alarmas y salimos todos a mirar qué es lo que pasa, así vivimos ahora”.

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