Para minimizar la instalación de carpistas y fiestas clandestinas, la Delegación Presidencial Regional de Antofagasta encabezó el miércoles 21 de diciembre el cierre de los accesos vehiculares en playas no aptas para el baño, como Llacolén y Poza Los Gringos.
No obstante, en el transcurso del fin de semana se vio a personas incumplir con la medida. Y es que, a través de redes sociales usuarios dieron cuenta de la presencia de carpistas y de conductores realizando peligrosas maniobras para ingresar y salir de las playas.
“No hay ninguna medida de ningún tipo que se pueda tomar si la cultura de las personas no cambia”, comenzó diciendo la delegada presidencial regional, Karen Behrens.
Y advirtió: “Vamos a seguir con las fiscalizaciones y con nuestro ahínco en impedir que pasen los vehículos por esta zona de playas no aptas para el baño, porque esto redunda en la seguridad de las personas que pasean por este sitio, como las familias o personas que pasean con sus mascotas”.
“Este desorden que se ha producido durante el fin de semana no nos desanima y las personas tienen que tener en cuenta que van a ser multadas, que pueden ser objeto de sanciones, pues las fiscalizaciones no se van a detener”, enfatizó la autoridad.
Asimismo, Behrens explicó que se encuentra trabajando en conjunto con la Armada, Carabineros y otras instituciones para evitar que los carpistas se instalen durante meses en la época de verano.
“Valoramos los esfuerzos”
Por otra parte, una residente del sector de Llacolén, Claudia Bravo dijo que “sin duda que los vecinos valoramos que el gobierno esté haciendo los esfuerzos y que sobre todo nos escuche, porque esto no es un problema de este año ni del año anterior, es un problema cultural histórico que no va tanto porque usen o no usen la playa, sino por el mal uso que se le da a este espacio público”.
“Sin duda que valoramos el esfuerzo, pero es una solución parche, porque tiene que ver con la cultura y falta de infraestructura ad hoc para que la gente pueda realizar camping; ese es el problema acá. Y en los baños que construyeron y habilitaron en el camping del sector de Las Palmeras, la gente no lo supo cuidar, preservar ni limpiar, por eso está abandonado. O sea, el estado en el que quedan las playas después de cada fin de semana, donde los autos llegan acampar es deplorable y da lástima. Quedan muchos vidrios, nuestros niños y todos los que se acercan a jugar a esa playa se cortan los pies y manos; queda basura de todo tipo y restos orgánicos”, agregó.
En este sentido, Bravo pidió a las autoridades que continúen fiscalizando, sobre todo a la Gobernación Marítima, para que se haga cargo de velar por el buen uso del borde costero. “También pedimos que el gobierno no se preocupe a fin de año de lo que está pasando en el sector sur, ya que es una zona que carece de infraestructura urbana: no tenemos paraderos de micros, no tenemos cruces de peatones señalizados, semáforos ni señaléticas. No hay sombreadero ni tampoco basureros, puedes caminar cuadras y cuadras y no hay receptáculos ni contenedores. Necesitamos fiscalizaciones y proyectos de infraestructura urbana para el sector”, acotó.
Además, según la vecina, “este año, al igual que los últimos dos, incluso con pandemia, la situación es la misma, porque no tiene que ver tanto con la cantidad de gente que llega, sino con que el espacio no está preparado para recibirlos, ya sea 10 o 50 carpistas; esta no es una zona de camping y no hay condiciones mínimas para que las personas pernoctan en el espacio. Se transforma en un camping como del lejano oeste, en donde prolifera el alcohol, las drogas y las fiestas”.
