A dos semanas del frente climático que azotó con lluvias nuestro norte el panorama en la Región de Antofagasta es alentador. El incesante trabajo del Gobierno ha permitido que las vías urbanas estén despejadas en las comunas más afectadas, que la conectividad a nivel regional esté 100% operativa, hemos prevenido el brote de enfermedades con las vacunaciones lideradas por la Seremi de Salud y hoy Taltal, la ciudad con mayores consecuencias tras el paso del alud, está retomando la normalidad con el retorno de los servicios básicos.
El mismo 25 de marzo la Presidenta Michelle Bachelet decretó el Estado de Excepción en Antofagasta y Taltal, lo que permitió contar con el apoyo de las Fuerzas Armadas para ayudar a la población. La Presidenta desde un inicio asumió responsabilidad con el Norte de Chile, visitando nuestra región, y la Región de Atacama; anunció la inyección de recursos a los municipios de las comunas con más daños, y sus ministros de Estado han realizado un despliegue territorial en las zonas del norte que sufrieron por el fenómeno hidro meteorológico.
Las precauciones tomadas por el Gobierno durante el 2014 en cuanto a la revisión de las piscinas aluvionales, fueron fundamentales para prevenir una tragedia por la cual estaríamos lamentando pérdidas humanas y ese trabajo continuará para cerciorar que no volvamos a vivir una emergencia como la del aluvión de 1991.
En tiempos de emergencia, se dispone de fondos para cubrir las necesidades de la comunidad, pero también es tarea de los municipios generar proyectos relacionados a la prevención y acción en casos de catástrofes, ya que nuestra región, a través del FNDR, cuenta con los recursos para apoyar este tipo de iniciativas.
Ahora comienza el proceso de la reconstrucción, pero también el de generar una cultura preventiva, trabajando en conjunto con las municipalidades y la sociedad civil, de modo que ante una nueva eventualidad como la acontecida el 25 de marzo, estemos preparados para atender las necesidades de las comunas.
El compromiso de todo el gabinete nacional y regional, es continuar trabajando porque la región se recupere de esta catástrofe natural, y de esta forma mantenga el camino a un desarrollo que permita a sus habitantes tener una mejor calidad de vida, y que frente a nuevas eventualidades, la ciudadanía tenga la confianza de que el Gobierno desde el primero momento estará presente.
