La negociación colectiva entre el sindicato y la empresa Minera Escondida están en un punto muerto tras la dura reacción de los dirigentes de los trabajadores quienes quemaron la carta que había enviado la compañía para sentarse a retomar el diálogo.
En una acción inédita fue el propio presidente de Minera Escondida, Marcelo Castillo, quien se refirió a esta disputa legal -que cumple 35 días- señalando que «ayer recibimos una respuesta un tanto dura que raya con el límite de la tolerancia en este marco de respeto mutuo que hemos tratado de mantener durante este proceso, quemando esta invitación al diálogo, incendiando nuestra apertura al diálogo delante de todos nuestros trabajadores como una señal de no querer sentarse, como una señal de no querer avanzar en este proceso de negociación que es el gran objetivo nuestro».
A lo anterior agregó que «este hecho provoca un cambio en el proceso de negociación colectiva en el sentido que dada esta no disposición a conversar, no apertura a dialogar, debemos avanzar y en ese sentido vamos a continuar desarrollando nuestra estrategia en esa dirección y esa dirección es la búsqueda de poder operar, de poder restablecer nuestras operaciones»
Además, Castillo indicó -en entrevista al Mercurio de Antofagasta- que «este proceso ha ido escalando y seguirá así. Vamos a intentar recuperar nuestros proyectos, después intentaremos desarrollar nuestras mantenciones y luego trataremos de operar. Si no tenemos acceso a nuestros puntos de operación, si continúan los bloqueos de manera violenta y no podemos generar un ambiente seguro de trabajo y no podemos ejercer el reemplazo, entonces el lock out sí es una alternativa viable de escalamiento, si es que no podemos desarrollar nuestro negocio».
El lock out o «cierre patronal» es una alternativa que entrega la legislación nacional al empleador para cerrar total o parcialmente su empresa por el tiempo que estime conveniente.